Y si un día despiertas en un anime.. un anime el cual no has si quiera terminado, buscas la manera de salir pero ¿qué pasa si te enamoras?
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- Me secuestraron. -
Me dije a mi misma en voz...
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Sentía mi cabeza a punto de explotar, mis ojos ni siquiera mostraban signos de vida, no podía abrirlos, me sentía muy cansada, como si hubiera hecho ejercicio 1 semana completa sin parar, me removí un poco de mi lugar al escuchar un molesto insecto revoloteando cerca de mi oreja.
El sonido siguió.
Moví mi mano cerca de mi oreja con la intención de ahuyentar a ese insecto, por inercia abrí un poco mis ojos y un quejido salió de mis labios, giré nuevamente mi cuerpo y.
— ¿Que mierda? —
Me levante de golpe.
Esta es mi cama.
Mire hacia los lados.
Esta es mi habitación.
Me dirigí hacia el pequeño espejo que tenía en mi escritorio.
¿Soy yo? ya no era un dibujo animado, toque mi cara sin creérmelo, me pellizque un poco la mejilla, logre sentir el pellizco.
Esto no era un sueño.
Al fin estaba en mi realidad.
— ¡MAMÁ! —
Grite con una sonrisa en mi cara y salí de mi habitación corriendo, baje las escaleras esperando ver a mi mamá en la sala pero no estaba ahí, me dirigí a la cocina asomando mi cabeza, tampoco estaba ahí.
— ¿Mamá? ¿Papá? —
Nadie respondió y hasta este momento caí en cuenta.
¿Cuantos días habían pasado?
Me pregunté al ver que la cocina estaba sospechosamente limpia cuando ese nunca era el caso, subí a mi habitación nuevamente, mire a mi alrededor viendo mi celular en la mesita de noche, lo tome para revisarlo.
Abril 16.
Habían pasado 3 días.
Me quede unos minutos en la cama tratando de asimilar las cosas hasta que el sonido de la puerta principal llamo mi atención, con rapidez salí de mi habitación y baje las escaleras, ahí estaba mi madre, tenía las manos llenas de bolsas de compras, mis ojos se llenaron de lágrimas y me lancé hacia ella con la intención de abrazarla.
