La hija de Jiraiya

Perdón, pero yo soy así.

– ¡____! –grito él, a lo cual yo caí desde el techo de las aguas termales donde podía apreciar claramente los cuerpos desnudos de un par de chicos muy atractivos con todo su abdomen bien marcado y en especial ver su masculinidad en todo su esplendor.

– Cálmate viejo, ya sabes que yo... –dije intentando ocultar un poco de sangre que caía de mi naríz, además de que no sabía que excusa decir esta vez.

– Lo sé, lo sé, parte de tú investigación –lo dijo levantando los hombros, él me conocía a la perfección, después de todo por eso es mi padre el legendario sannin Jiraiya.

– Y también sabes que aprendí del mejor ¿cierto ero-sennin? –lo abrace– ¿Ahora a dónde vamos a ir? ¿a Sunagakure o Iwakure?, supe que abrieron una nueva taberna y podemos...

– No pequeña –me interrumpió– ahora iremos a Konoha

– ¿Ah si?, ¿y que hay allá? –dije curiosa, ya que como mi padre es escritor y hace sus investigaciones, me decidí por yo escribir mi propia novela al igual que él.

– Pues yo nací en Konoha y creo que es tiempo de dejar de viajar tanto –dio un suspiro– también deberías conocer chicos de tu edad, tener amigos y que dejes de lado por un rato tu... novela

– Eso es imposible, es como decirme que no entrene, que no respire o dejar de ser tu hija –baje la cabeza– Perdón, pero yo soy asi y tú mejor que nadie debería de saberlo –dije levantando un poco más la voz.

– Por favor mi niña no te enojes pero créeme que es por tu bien –puso su mano en mi hombro– sólo has el intento por tu viejo

Pffff... él sabia como hacerme sentir mal y ceder a sus caprichos– esta bien, pero no dejaré de escribir mi libro –comenzamos a caminar a la frontera

– Por cierto ¿cómo vas con tu libro experimental?

– Primero que nada, no es experimental su nombre es "Limites", en segundo lugar este libro será mejor que el tuyo y en tercera tendrás que esperar como los demás a que lo publique –expliqué con aires de grandeza.

– A veces eres cruel –expresó con un aura depresiva.

–Tú me la has aplicado así varias veces con tu libro de "icha-icha"- agregue sacándole la lengua y saliendo finalmente de kumogakure.

– Bueno si nos vamos con eso, ¿qué te parece hacer una apuesta? –propuso con una sonrisa picara en su rostro.

– ¿Qué quieres perder?

– Si estando en Konoha te enamoras me dejaras leer tu historia y si yo dejo... morir a alguien leerás mi libro ¿Qué te parece?

-Me parece que estas empezando a perder la cabeza, estas apostando con vidas humanas- dije saliendo de la villa donde conocí a un par de chicos que si me dieron buen material para mi historia B y C, aunque eso no debe saberlo mi padre o me mandara al templo mas alejado de la civilización por eso deberé ganar la apuesta o rechazarla pero con lo insistente que es esa no es una opción de lo mas posible

-No, ¡porqué yo soy el gran sabio de los sapos y nunca dejaría morir a alguien!- dijo haciendo una de sus típicas poses de héroe- además aceptas o tendré que mostrarle las fotos vergonzosas de cuando eras pequeña a todo hombre que vea, así que... ¿qué opinas?

-¿Qué más me queda?...-dije por ultimo ya resignada

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