Soy una pervertida ¿Y qué?

13.8K 790 405
                                    

Llegamos a Konoha mi viejo y yo, después de discutir y pasar por las enormes puertas de esta nueva aldea donde por cierto se hallaban dos chicos para nada feos, tal vez venga a hacerles compañía más tarde.

Aunque sinceramente no creo que sea muy diferente a los demás lugares en donde llegamos, él se va a embriagar a algún bar, conoce a mujeres y se larga con ellas mientras yo me quedó en el bar o salgo a caminar hasta que me topo con algún hombre que llame mi atención y bueno, el resto de la historia se cuenta sola.

Me gusta ir por la vida "experimentando" y valla que me he topado con hombres realmente extraños, como en Suna conocí a Kankuro que era medio sadomasoquista, utilizó sus hilos de chakra en mi, fue interesante pero me dejó algunas marcas difíciles de ocultar.

Dejando de lado nos dirigimos a las aguas termales más cercanas para poder relajarnos después de tanto caminar.

Al llegar nos separamos un momento en lo que mi padre sigue con su investigación e igual yo pero noto que hay un chico rubio junto con un tipo de lentes de sol que de seguro debía ser su sensei ya que le estaba enseñando a caminar sobre el agua, eso era algo tan sencillo que inclusive yo lo hice cuando tenia 4 años pues mis entrenamientos iniciaron desde que era muy pequeña y poseo todos los jutsus de mi padre, de Tsunade y su ninjutsu médico, aunque lo que más me sorprendente es el chakra que tiene ese oji-azul pero está... ¿Reprimido? Qué absurdo.

Me dirijo a donde mi padre se encontraba y me siento a su lado -¿Es interesante su chakra no lo crees?

-¿Tú también lo sentiste? -dijo sin despegar la vista del vestidor de damas- ¿y dime ahora cuantos años tienes?

-¿De cuántos quieres que parezca?- Así es, uno de los jutsus que me enseño Tsunade fue el de poder modificar mi edad para verme más joven o mayor, se supone que tengo 16 pero me transforme para parecer de 22 y atraer a alguien para mi investigación.

- No lo sé, me gustaría que te hagas su amiga, tal vez unos 13

- Yo no puedo dejar mi investigación por un mocoso como él

- Vamos no seas amagada, sera bueno que tengas amigos y dejes de ser una pervertida

- Soy una pervertida ¿y qué?, ¡tú también lo eres ero-sennin! -dandole un pequeño golpesito en su hombro, me levanto y cuando me iba a ir, el ninja que estaba con el rubio le empezó a gritar a Jiraiya.

- ¿Qué cree que esta haciendo viejo?, ¡no permitiré nada de comportamientos inapropiados! -grito saltando hacia nosotros a lo que mi padre invoco a uno de sus sapos y comenzó con su discurso.

- ¡Yo soy el gran sabio de los sapos del monte Myoboku! -gritó haciendo su típico show y yo no me quedaría atrás.

-¡Y yo soy la princesa de los sapos! -y el sapo dejo fuera de combate al ninja, ¿quien se cree que es para querer interrumpir nuestra investigación? a lo que el rubio se quedó boquiabierto.

- ¡Oiga viejo sapo, dejo noqueado a mi entrenador, así que enseñeme usted a caminar sobre el agua! -dijo el chico

- No tenemos tiempo, vámonos _____ -¿pero que le pasa¿ primero me dice que me haga su amiga ¿y ahora nos vamos a ir?

- Oh vamos no seas malo con él, se ve que tiene potencial, ¿como te llamas? -dije entendiendo por fin su plan

-¡Mi nombre es Naruto y seré el próximo hokage dattebayo! -con que Naruto mmm... Me suena su nombre.

- Mucho gusto Naruto, mi nombre es _____, ¿qué te parece si yo te ayudo a entrenar? -dije dándole una sonrisa sincera, me parece alguien agradable.

- Que bonito nombre -en verdad da mucha ternura este niño- y seria genial que me ayudaras, pero tienes la cara roja, ¿te sientes bien? -Tomo mi cara entre sus manos y empezó a invadir mi espacio vital.

- Si..si -¿y ahora voy a empezar a tartamudear? ¿qué me esta pasando?- ¡JIRAIYA!, ¿que te parece si tú y Naruto comienzan a entrenar en lo que voy a buscar donde nos vamos a quedar? -sip ya estaba entrando en pánico y salí corriendo, pero creo que logré alcanzar ver una sonrisa picara en el rostro del tonto de Jiraiya.

Ya después de caminar un rato volteando a ver donde podía encontrar un lugar para dormir creo que pisé a un perro a lo que salte del susto ya que me dan miedo los perros aunque este era uno pequeño blanco y choqué.

- ¡Auch! ten cuidado por donde vas

- Eso mismo digo -amenaze y me di cuenta que yo estaba encima de él y vaya que si tenía una gran vista a mi escote, maldita sea, en sus mejillas se reflejaba el color carmesí por la extraña escena.

Me hice a un lado y en seguida trató de hablar para hacer más ameno el ambiente- ¿Estas bien? -ya él de pie me ofreció su mano- Me llamo Kiba -Se agachó por un momento y levanto a su perro

-¡Aleja eso de mi! -retrocedí y salí huyendo de ese chico y su bestia, es una lastima era lindo.

Después de tanto vagar no encontré donde quedarnos así que resignada fui hacía una cascada a nadar y aclarar mi mente pero no fue así ya que alguien estaba escondido desde un par de arboles ¿que idiota hace ese tipo de cosas?; mordí mi lengua, Tsch, como sea.

Estoy aburrida, así que le voy a jugar una broma al espía. Me fascinan los juegos y a mi nadie me gana, no después de... como sea.

Realicé un clon de raíces que aparecio a un lado de él y sin pensarlo le da un puñetazo con el que logra salir volando hasta aterrizar a mis pies, pero para mi sorpresa es...

La hija de JiraiyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora