Akaza volvia de alimentarse, era tarde, 01:25 de la mañana, paseaba por el bosque caminando con lentitud, hasta que se topo con el templo donde Douma habitaba, era enorme y ostentoso, mucho dorado, le llamo la atención lo pacifico que se veía para ser el templo de Douma.
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Quizás no debía pero, su curiosidad le gano, entro al templo, no habia casi nadie, unos pocos paseaban por los pasillos, recorría los pasillos con cautela, las habitaciones eran muy destacadas por sus decoraciones, hasta que vio una habitación en específico que era más llamativa que todas las anteriores. Deslizo con cuidado la puerta y vio a un ser bastante desagradable para su vista, era Douma, pero este yacía dormido entre grandes almohadas de seda rojas con bordados dorados, se veía tan cómodo allí durmiendo, Akaza lo observaba, aquella bestia que comía mujeres sin piedad se veía tan inocente yvulnerable.
Cerro la puerta con cuidado tras de el y se acercó lentamente al cuerpo dormido de aquel demonio sin sentimiento alguno hacia los demas. Noto que Douma solto quejidos extraños, tiene sueños? -mmgh... Aka-za... Don... ugh...-se retorcía un poco, sus mejillas un tanto ruborizadas, le llamo la atención asi que se acerco mucho mas, se recostó a su lado observándolo con detenimiento hasta que Douma comenzó abrir sus ojos, espantándose al ver a Akaza tan cerca de el -Aka... Akaza-dono?-sus ojos abiertos como platos he iluminados de solo ver el rostro de Akaza tan cerca de el -con que soñabas?- arqueo su ceja-por que decías mi nombre?-Douma se congeló, sus manos comenzaron a sudar sintió que si decía la verdad Akaza lo mataría ahi mismo-n-NO na-nada... e-es...-Akaza se acerco a su cuerpo aun mas, acorralándolo contra las almohadas y dirigió su mirada a la entrepierna del peliplata-era un sueño humedo no?-Douma palideció, se había corrido y había traspasado la tela del pantalón-y-yo... es... AKAZA-DONO!~- Akaza dirigió una de sus manos al lugar humedecido, masajeándolo-ugh... ah... e-esto es...-Akaza se detuvo y lo miro con seriedad-quítate los pantalones-hablo en seco con una voz grave, no quería perder más el tiempo, los gemidos y quejidos de este habían ocasionado un gran problema en el y como es debido, Douma tiene que hacerse cargo -es-es esta b-bi-bien...- sus mejillas estaban rojas de la vergüenza, esto estaba pasando? Era real? Bajo sus pantalones y Akaza abrió sus piernas, el rostro y los ojos de Douma miraban hacía abajo con pena, su erección soltaba presemen, agarraba firmemente la tela de las almohadas, tan vergonzoso, hasta que sintió un dedo subir por su miembro-Huh!? q-que haces?-tenia espasmos, sentir el dedo pasearse de arriba a abajo y que de poco en poco fuera añadiendo mas dedos acariciando el falo, era algo placentero-aah... humm...-cerraba sus ojos por las sensaciones, era masturbado lentamente, se podía oir un ruido viscoso por el presemen que soltaba, hasta que de la nada aquella mano ya no la sintió-eeeh...? Por qué te d-detienes?-Akaza se acomodo mejor quedando de rodillas frente a Douma-n-no te gustan mis gemidos...?-hablo apenado, pero no era nada de eso lo que sucedía-no es nada de eso Douma, quería usar tu presemen para lubricar mis dedos, tengo que prepararte-Douma abrio sus ojos con sorpresa-en-enserio?! Oooh! Akaza-dono es tan lindo conmigo!-Akaza rodo los ojos y metió un dedo, moviendolo en círculos, causándole escalofríos al peliplata-oh! es-es raro!~-Douma dirigió una de sus manos a su boca, tapándola, mirando como el dedo de Akaza se movía-estas apretado, meteré el segundo-comenzo con movimientos de tijeras abriendo más a su paso, Douma reprimió un gemido, le causo tanta satisfacción, de solo pensar que eran los dedos del pelirosa, dilatando su entrada de manera tan lenta y pacífica para no hacerle daño, era simplemente perfecto-dejame oírte Douma- termino para meter el tercer dedo dando embestidas desesperadas, haciendo que Douma gima por las sensaciones-aaah!~ hmmmnnnn...~- los gemidos y los ruidos que se producían al adentrarse en la estrecha entrada de Douma hicieron que Akaza perdiera el control, saco sus dedos bruscamente sacándole un gemido agudo al peliplata, quería entrar ahora asi que bajo un poco sus pantalones dejando a la vista su gran miembro erecto por las caras y sonidos del peliplata-abre más tus piernas-obedeciendo sumiso, quería que Akaza lo tomara como tanto había soñado, sentir cada movimiento del pelirosa.
