Prohibido. [Spreen X Carre]

II

Desde que Iván ya era un policía con apenas 22 años, se había alejado de su familia, realmente no le afectaba mucho, no es que se sintiera tan cómodo con ellos. Su superior le felicitaba pues se tomaba muy en serio en su trabajo, y además para estar recién un año, superaba a algunos que llevaban casi 5.
Iván había pedido entrar en el grupo de búsqueda para encontrar a ese tal "Carrwarf" famoso criminal, era terrible, aunque de lo que se ha sabido no ha llegado al homicidio.
No hacía mucho, y aquel grupo lo mantendría ocupado bastante, pero a su superior no lo convenció, aunque le parecía muy profesional, dijo que necesitaba un poco más de experiencia para entrar en aquel grupo.
Aún así, Iván trabajaba con lo que podía investigando sobre aquel criminal, por alguna razón le causaba mucha curiosidad.

—¡Novato!— llamó el superior.

Iván se levantó de su silla —¡Sí jefe!— habló.

—Se que querés investigar sobre Carrwarf, y tenemos pistas de dónde se encuentra, necesitamos gente, y por tu profesionalidad que has demostrado estás dentro, ve a reunirte con Juan, el está a cargo del equipo— habló de forma rápida, cle tocó el hombro y se fue, estaba apurado.

Iván no podía creerlo, no le pudo si quiera responder. Estaba ansioso.
Fue rápidamente dónde estaba el equipo.

—¿Qué hacés aquí?— preguntó Juan.

—El superior me mandó— respondió de forma firme.

—¿Vos sos Iván Bujajeruk?— preguntó nuevamente.

—Sí señor, pero con todo respeto es Buhajeruk— corrigió con cierta vergüenza.

—¿Crees que me importa? ¿Pensás que se va a parar a pronunciar bien un apellido o nombre? ¿Acaso sabés a quien estamos localizando? ¿Sabés cómo es ese maldito? — se acercaba con agresividad, enojado hacia las preguntas.

—Sí señor, he investigado sobre él. Dudo que vaya siquiera a preguntar por mi nombre— respondía Iván, serio, sin mirar al jefe de búsqueda.

Antes de que Juan volviera a hablar, otro integrante le avisó que Carrwarf se estaba empezando a mover.
El jefe del equipo advirtió a todos, asimismo fueron a los autos, ya armados y preparados para todo.
Juan había infravalorado a Iván, pensó que se iba a quedar ahí parado como un idiota, pero fue uno de los que más preparado estaba, rodó los ojos pero no le dió demasiada importancia.

Eran 3 autos grandes que iban hacia un edificio algo abandonado, allí pudieron instalar sensores de movimiento, sabiendo que Carrwarf estaba allí adentro.
Algo aún mantenía nervioso a Iván, realmente no conocía la cara de aquel criminal, le daba cierta vergüenza pero tenía que saber a quien atrapar.

—¿Saben cómo se ve?— preguntó al jefe del equipo.

—No una foto de verdad, pero por descripciones sacaron este dibujo— respondió, pasándole una hoja con un dibujo.

Iván quedó helado mirando el dibujo, era demasiado parecido a Rodrigo.
Se negaba a pensar que realmente fuera él, Ro no podría ser Carrwarf.

—No, no es él... Seguro que él está en otro país rehaciendo su vida...— pensaba con el seño fruncido.

Suspiró de forma pesada dándole el retrato a Juan, si realmente era Rodrigo se tenía que preparar mentalmente.

—Es aquí— indicó el jefe.

Los autos se detuvieron de golpe, todos salían con arma en mano. 4 de los 17 policías que iban se quedaron afuera, de esos 4 estaba Iván, por su poca experiencia el jefe decidió que se quedara afuera.
Pasaron 10 minutos, y no habían señales de vida, no se escucharon disparos ni gritos.
Uno de los 4 que estaban esperando se le veía inquieto, Iván sabía que eso se debía evitar mostrar.
De pronto, por la puerta salían los policías con 5 tipos arrestados. A Juan se le veía satisfecho, pues era obvio, habían atrapado a Carrwarf. Todos estaban cabizbajos, Carrwarf trató de forcejear, pero Juan era bastante fuerte, solo se ganó una maniobra simple para dejarlo inmóvil.
Iván estaba pálido... Había visto el rostro de Carrwarf o mejor dicho, de Rodrigo.
Rodrigo miraba a su alrededor hasta que miró a Iván, el cuál lo seguía viendo en shock. Abrió sus ojos como platos.
Sonrió de oreja a oreja y sin un dejo de vergüenza habló.

—¡Ivááán!— gritó de forma "juguetona".

Todos voltearon, Iván estaba realmente nervioso, no sabía que hacer.

—¿Me recuerdas? ¡Lamento no haber ido a la ceremonia de graduación! Hubo algunos problemas...— Rodrigo hablaba como si nadie más estuviera escuchando.

Iván aunque quisiera no podía responder, apretaba los puños y la mandíbula.

—Cállate Rodrigo...— sentenció enojado.