I'm coming out

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Una Semana Santa sin armario

Marzo pasó rápido entre citas con Adri, quedadas con las de la uni y trabajos. La verdad que todo lo que descubría de él hacía que me gustara aún más, siempre tenía algo nuevo que contar o siempre le pasaba algo y eso hacía que fuera siempre interesante estar con él.

Con las de la uni todo iba genial, habíamos terminado varios trabajos que teníamos y nos pusimos a mirar cosas para irnos de vacaciones en verano todos juntos. Iban a ser mis primeras vacaciones con mi grupo de amigas por primera vez, lo que lo hacía más especial todavía.

- Vámonos a Torrevieja - dijo Isa.

- No por dios que es muy feo - rió Carla.

- Mmmm ¿Valencia? tengo una casa allí - propuso Ariadna.

- A mi no me gusta porque hay mucha gente en verano - dijo Carol - ¿Por qué no vamos a Lanzarote? - propuso.

Carol era de allí, nos contó que su padre trabajaba en la radio y que todo era muy barato porque no tenían los mismos impuestos que en la península. A ella le encantaba irse a Lanzarote cuando podía para pasar largas temporadas, muchas veces se llevaba a Guille que prácticamente se había convertido en parte de la familia.

- Pues vayamos a Alicante, tengo una casa que está literalmente al lado de la playa y no suele haber mucha gente - dijo Claudia.

- ¡Me parece genial! - dije.

- A mi también me convence el destino - dijo Carol.

- Por mi encantada - dijo Ari sonriendo.

- Contad conmigo - dijo Carla.

Isa y María se quedaron en standby porque no sabían qué iban a hacer con sus entornos, el resto nos pusimos a buscar ofertas de buses. Más tarde saldría el viaje del que ya te hablaré porque trajo tela.

Llegó semana santa y yo me iba a ir al pueblo. Antes de ello quedé con Adrián para despedirme, ya que no le iba a ver en todas las vacaciones.

- Estarás bien sin mí ¿no? - dije riendo.

- Oye no te pases, que seas mi novio no significa que seas el aire con el que vivo - dijo.

- Bueno, pero sí que me acerco un poco a ser con el que vivirás - sonreí abrazándole.

Él me correspondió el abrazo - Espero que me eches de menos, eh - dijo.

- Pues claro, además, me voy al pueblo, no a un sitio perdido de la mano de Dios - reí.

- Algún día me llevarás ¿no? - preguntó.

- ¡Pues claro! estás más que invitado - dije sonriendo - Por cierto, en verano me voy con las chicas a la playa unos días -

- ¡Anda! qué guay ¿dónde vais a ir? - preguntó.

- Pues vamos a Alicante - respondí.

- Que bien, yo es que odio la playa - rodó los ojos - No soporto la arena, el calor, la humedad, la sal, hay mucha gente, estás siempre pegajoso, fatal - rió.

Todo lo que no te pude decirWhere stories live. Discover now