Capítulo 10.

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"So much drama in one night

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"So much drama in one night..."

La adolescente abrazaba con fuerza al adolescente.

Fue la primera persona que se le pasó por la cabeza llamar después del accidente de su tío. Ella no dudó en ir y no tardó en llegar.

No decían nada, solo se abrazaban y se escuchaba únicamente los sollozos del castaño, mientras ella le acariciaba el pelo esperando que eso le transmitiera un poco de paz. Y así fue.

—Ha sido mi culpa. —habló después de un rato— Todo ha sido mi culpa. —las palabras se entrecortaban por culpa de las lágrimas—

Ella le aferró más a su cuerpo. Ella mejor que nadie sabía lo que era perder a alguien delante de tus narices y que tu hayas dejado que aquello pasara.

—Soy un maldito monstruo. Podía pararlo.

—Entonces, te hubiera matado.

—Mejor.

Aquella palabra... Esa maldita palabra fue como si le clavaran un puñal poco a poco.

Le recordó cuando su pequeño hermano se enteró de la muerte de su melliza, suplicaba para que ella volviera y él se fuera... Eso era un gran déjà vu.

—No digas eso. —suplicó intentando que su voz sea firme— Estoy aquí, estoy justo aquí y no me pienso mover nunca.

—Siento haberte llamado. Seguramente estabas con Sam y...

—No lo sientas. —le cortó— Necesitabas a alguien y aquí estoy. No pienso dejarte solo.

Volvió a poner el mensaje que su tío le dejó, para así hacer que su llanto fue mayor. Quería arrebatarle el móvil y decirle que dejara de hacerse más daño, pero sabía que lo necesitaba. Si su madre le hubiera dejado algo... Ella lo escucharía o leería una y otra vez sin parar.

Después de una hora, aproximadamente, le sonó el móvil. Lo cogió.

El chico le dió su espacio mientras ella hablaba, pero no pasó por alto el miedo en su rostro.

—¿Estás bien? —preguntó una vez colgó—

—Me tengo que ir. —habló con la voz entre cortada— Nos vemos.

Sin decir nada más, se fue de esa casa como si de una estrella fugaz se tratase, se despidió de May rápidamente y corrió como nunca lo había hecho hasta su "hogar".

Las piernas le dolían, el corazón latía con fuerza, y las lágrimas caían sin cesar. El pelo lo tenía todo desordenado, pero eso era lo de menos en ese momento.

Un coche de servicios sociales vió.

—No... No, no, no. —apenas podía respirar cuando entró en aquella casa casi rompiendo la puerta— Sam. —habló con dificultad—

ꜱɴᴏᴡ ᴏɴ ᴛʜᴇ ʙᴇᴀᴄʜ - ᴘᴇᴛᴇʀ ᴘᴀʀᴋᴇʀ (ᴀ.ɢ)Where stories live. Discover now