Los Dioses juegan sus cartas sin parar...
Sin embargo, no contaban con su llegada aunque ya supieran de el, ya se hayan enfrentado contra el....oh no, no están preparados.
Aether ha llegado a Teyvat.
LA ULTIMA OPORTUNIDAD DE CAMBIAR EL DESTINO EMPIE...
Paimon: Si. Este es el Reino de los Lobos, donde casi nadie viene
Aether: Ya veo porque...
Dijo mientras observaba restos de carruajes repartidos por el lugar
Paimon: Aunque estemos cerca de la ciudad, como no hay casi intervención de las personas. Este lugar es gobernada por la naturaleza
Aether: Supongo que aquí la ley es del más fuerte
Paimon: Exacto! Incluso los Slimes aquí son gigantescos!
Paimon: Como aquellos de allá!
Aether: ¡...!
El rubio se posiciono adelante de Paimon apareciendo su espada
Aether: Mantente alerta Paimon, yo me encargare de ellos
Slimes por doquier, Aether se estaba enfrentando a hordas de Slimes, grandes y pequeños Algunos se fusionaban para incrementar su tamaño al de un Slime de ocho metros de altura aprox.
Paimon: Por qué hay tantos!?
Aether: Ya decía yo que el encargo "Eliminar Slimes" se miraba demasiado fácil para ser cierto
Aether: Pero no importa, no son rivales para mí
Aether: Vórtice de mil vientos!
Mientras Aether luchaba con los Slimes, tres de ellos se acercaban a una Paimon distraída observando a su compañero
Aether: Paimon, cuantos crees que quedan?
Volteando a ver a su compañera, visualiza a los Slimes que se encontraban a punto de atacarla
Aether: Atrás tuya!
Paimon: Eh?
Al ir a proteger a Paimon, Aether se sorprende al ver un destello electro acercándose a ellos a una gran velocidad
Aether logra agarrar a Paimon y protegiéndola con su cuerpo ante ese destello el cual impacta alejando a los Slimes de alrededor
Aether: (Electro? Lisa...? No, no creo que sea ella)
Cuando el polvo se disipa, revela al causante de esto
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