capítulo O3.

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Desde aquella tarde en la que Seungmin le había confiado su secreto, Minho se encontraba meditando más de lo normal

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Desde aquella tarde en la que Seungmin le había confiado su secreto, Minho se encontraba meditando más de lo normal.

Él había estado enamorado de su amigo desde la primaria, pero Seungmin parecía no darse cuenta. No sabía si su mejor amigo se hacía el ciego o simplemente lo ignoraba, por que Minho a veces era algo obvio. Tal vez era debido a que siempre fue algo tímido en general.

Nunca tuvo el valor suficiente para declararse al pelinegro, aunque muchas veces estuvo a punto de hacerlo, pero nunca se atrevió. Temía la reacción de su mejor amigo al enterarse que siempre estuvo enamorado de él, temía que Seungmin se alejara de él y que la amistad que tenían desde hace años se fuera al caño.

Lo que más le molestaba eran las parejas que había tenido su mejor amigo. No soportaba ver a Seungmin de la mano de otro, mucho menos besando a otro, un sentimiento de posesividad se adueñaba de él cada vez que lo veía en brazos de otro.

Sí, Minho era posesivo, pero muy reservado. Lo que más deseaba era poder decirle sus sentimientos a Seungmin, abrirle su corazón, hacerle entender que él podía hacerlo feliz. Pero su mejor amigo parecía ciego, nunca entendía las pocas indirectas que Minho tenía la valentía de soltarle de vez en cuando.

―¿En qué piensas Minhonie? ―el amor de su vida interrumpió sus pensamientos.

―En nada Seung... últimamente mis profesores no paran de dejar exámenes... estoy exhausto, eso es todo.

No le gustaba para nada mentirle a Seungmin, pero por obvias razones no le iba a decir lo que estaba pensando realmente.

Eres un tonto, se reprendió mentalmente.

―Tranquilo Minhonnie, pronto acabará el semestre ―lo reconfortó su amigo mientras se sentaba a su lado en el pequeño sofá que poseían―. Además eres muy inteligente, tienes todas las materias en sobresaliente. Sé que te va a ir muy bien.

Su mejor amigo empezó a acariciar sus cabellos, observándolo con aquellos hermosos ojos que el rubio amaba tanto. Podía sentir el suave tacto de sus dedos en sus hebras, amaba la sensación que le provocaba su mejor amigo cada vez que hacía aquello.

―¿No tenías que salir esta noche con Jisung? ―dijo como pudo, intentando despejar su mente ante aquella placentera sensación que le provocaba Seungmin con su simple tacto.

―Sí, me invitó al cumpleaños de su primo. Está cumpliendo 35 años ―le respondió con un tono soñador, haciéndole entender a Minho lo que en realidad planeaba hacer.

―¿Intentarás algo con él? ―no entendía por qué razón preguntaba aquello, ya que sabía que si la respuesta de Seungmin era afirmativa, se iba a molestar bastante y pasaría el resto de la noche de mal humor.

Eres un masoquista Minho.

―Si tengo la oportunidad, sí. Jisung me dijo que le gustaban los veinteañeros. Además me mostró una foto suya ―dijo mientras le enseñaba una foto de aquel sujeto en su teléfono.

Minho admitía que el tipo era bastante guapo, y eso lo hizo enojar aún más. No quería que Seungmin se fuera a revolcar con aquel hombre. Tan sólo imaginarse aquella escena le provocó unas tremendas ganas de prohibirle al chico que fuera a aquella fiesta. Pero obviamente no lo haría, ya que ellos sólo eran mejores amigos y Minho no tenía derecho de celarlo.

―Así que supongo que no volverás esta noche... ―dijo en un tono de voz bajo.

―Si logro mi cometido, lo más probable sea que no. Ya veremos ―Seungmin tenía esa pequeña sonrisa soñadora mientras observaba aún la foto de aquel tipo y mordía inconscientemente su labio inferior.

Minho quería borrar aquella sonrisa con su boca.

―Está bien, yo... supongo que me quedaré solo entonces ―dijo en un tono lastimero, intentando que Seungmin sintiera pena por él.

―Ay Minhonnie ―los labios de su mejor amigo formaron un pequeño puchero, aquel puchero que le provocaba a Minho unas inmensas ganas de besarlo―. Te diría que vinieras con nosotros, hasta Jisung me dijo que te invitara, pero sé que no te gustan mucho las fiestas...

―¿Por qué dices eso? ¿Piensas que soy aburrido?

Los ojos de Seungmin se abrieron como platos al sentir la leve molestia que transmitían las palabras del rubio.

―No Minhonie, yo no dije eso. Es sólo que sé que las fiestas no te gustan mucho...

―Quiero ir.

―¿Qué? ¿Enserio?

―Claro que sí.

Minho sabía que se arrepentiría luego de aquello, pero en aquel momento poco le importaba.

―Wow, eso sí que es un gran cambio. Pero es una buena idea, así podrás despejar tu mente, tal vez puedas hasta conocer a alguien...

Sí, claro, Minho sabía perfectamente que aquello no ocurriría. Aún así le asintió a su mejor amigo.

―¡Genial! Le diré a Jisung que vendrás con nosotros.

Aquella sería una interesante noche para ambos.

Aquella sería una interesante noche para ambos

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gracias por leer<3

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