Diario 1

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Querido diario...

Ay, a quien engaño, nadie nunca va a leer esto, lo más probable es que muera. Bueno, esta libreta la encontré abajo de la cama de esta celda, a la que me transfirieron hace como 4 días. Recuerdo que me gustaba mucho escribir cuando estaba con mis padres. No te preocupes no soy huérfana bueno almenas eso creo. Espero no serlo. No sé si soy huérfana porque llevo encerrada en un instituto más de 3 años. No es un instituto de película. No me pongo falda ni tengo un romance adolescente. Es como una cárcel, bueno es una cárcel duermo en una celda y la comida es asquerosa. Sabes que creo que no estás entendiendo muy bien retrocedamos 3 años.

Mis padres fueron de compras y me dejaron sola en casa estaba practicando una canción en el piano, pues, estaba a punto de entrar al grupo de alabanza de mi iglesia. Escuche que la ventana que está cerca de la puerta de entrada de mi casa estaba crujiendo. Honestamente, no soy una persona que tenga mucho miedo en general. Pensé que serían esos niños molestos, siempre me molestaban y asían travesuras porque mi familia era cristiana. Así que salí enojada, predispuesta a ponerles un alto. Al ver hacia la ventana se vio una bestia de dos o tres metros de altura, con la espalda algo encorvada parecía como si un cuerpo muerto hubiera estado abajo del agua por algunos días. Este cuando me vio rompió la ventana por completo y en peso a perseguirme. Corrí al cuarto de mis padres, me puse en contra de la puerta. Esta cosa comenzó a golpear la puerta, creo que en uno de esos golpes quede inconsciente. Recuerdo levantarme por ligeros momentos parecía que me estaban transportando. Desperté en un lugar muy frío grité, después escuché algo con un acento algo raro:

—Tranquila.

—¿Hola?

—Hola, soy Olivia y sé un poco de español.

— ¿Felicidades? Yo sé inglés.

—Perfecto mi español es muy malo.

En eso se nos acerca un hombre que hablaba en inglés con un asentó parecí ruso y nos dio un par de rebanadas de pan, el pan estaba duro. Estoy casi segura de que la idea no es que fuera pan tostado.

—¿Sabes algo de por qué estamos aquí? —le pregunté.

—No sé, ni idea.

—Qué edad tiene yo tengo 14.

—Somos de la edad —dijo Oliv con entusiasmo.

Si te soy honesta no recuerdo lo que nos dijimos, pero entiendes el punto. Ella se hizo mi amiga esa noche. Al siguiente día, ese mismo señor de la noche anterior nos llevó en desayuno no recuerdo bien que era. Seguro que era algo asqueroso. Después de comer. Los guardias sacaban a uno por uno de las celdas y los llevaban a la zona de enfermería. Cuando fue mi turno, entre y había un tipo que era intérprete y me hicieron un chequeo general y me hicieron preguntas como: ¿tiene asma? ¿Problemas en el corazón? ¿Alergias?. Preguntas de ese estilo. Después de esta me acostaron en una camilla y me pusieron uno esos aparatos par tomar los signos vitales. El doctor sacó una hielera con tubos de color azul. Preparo una inyección y me la puso en el brazo, la inyección ardía demasiado era como si me estuvieran inyectando fuego. Después me pudieron una pusieron de metal. Cuando llegue a la celda logro ver que Olivia estaba temblando.

—Que te pasa porque estás temblando.

—sentí como si todo mi cuerpo se haya congelado por dentro— dijo un poco confundida.

—lo contrario a lo que yo sentí.

—¿En serio? Sarely no estés bromeando.

—sí, ¿de qué color era la vacuna que te dieron?

—¿color? No tenía color.

— la mía era azul.

—¿azul?

— sí.

En eso llega un hombre y nos lanza unos libros de como aprender ruso, y todo el rato la pasamos aprendiendo. Pues un hombre pasaba cada 20 minutos a preguntarnos cosas sobre los libros. Después de esto no nos alimentaron en todo el día, asta la noche. Nos sacaron de la celda y nos llevaron a un comedor. Cuando llegamos había muchísimos niños. Nos mostraron dónde estaba la comida y nos sirvieron. Nos sentamos en una mesa, en esta había otras personas, pero la mesa era muy larga y no había necesidad de socializar. Después se nos la cercaron unos muchachos, uno era pelirrojo se llama Erik y el otro era moreno y con él peló bastante rizado se llamaba Thomas. Hablamos un poco. Entre la conversación nos dimos cuenta de que eran nuestros vecinos de celda.

Después de que termináramos de comer se escucharon por unas bocinas, una vos de un hombre, que daba una aviso el cual explicaba la razón por la cual estábamos en ese lugar. Resulta que un hombre llamado Alex Weber que era un pirómano, amante de la guerra y cuál quiere otra cosa mala que se te ocurra. Pues este señor causo la tercera guerra mundial a causa de estos moustros horribles que él creó. Pero, pues con la tercera guerra mundial no cumplía su cometido y opto por secuestrar cientos de niños e inyectables sueros que les den superpoderes. La inyección azules telequinesis, la transparente invisibilidad, verde fuerzas, roja inteligencia, un poco de todo, el ejército perfecto para destruir el mundo.

Prácticamente, los últimos tres años de mi vida los he pasado encerrada, intentando controlar mi habilidad. Cómo ya dije esto no es un instituto de superhéroes, es una cárcel de entrenamiento para asesinos.

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⏰ Last updated: May 17, 2023 ⏰

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Hasta la última gotaWhere stories live. Discover now