Capítulo 20

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Sunghoon.

La adrenalina del partido aún no había abandonado su cuerpo, llevaba casi cuarenta minutos dando vueltas en su cama, pero el sueño no aparecía ¿No debebería estar agotado después del día que había tenido? Tal vez estaba así por la emoción de haber ganado.

Pero Sunghoon sabía que no era eso, o al menos no del todo. Lo primero que rondaba en su cabeza era que Sunoo y Ni-ki estaban comportándose distinto ¿Ya estarían saliendo? Sunghoon se lo preguntaría luego a su amigo. 

Lo otro en lo que pensaba era Jake. Claro.

Jake lo había ido a ver. A Jake no le gustaba el quidditch, pero había asistido a ese partido de todos modos y luego lo fue a visitar para felicitarlo. 

Y por último, lo que tampoco lo dejaba dormir era saber que había dejado su escoba en la carpa de quidditch. Sunghoon no había querido hacerlo, pero después de que Hyunjin llegara y de que Jake se fuera, se había quedado un poco distraído pensando en el Hufflepuff, por lo que cuando sus compañeros de equipo lo convencieron para ir a celebrar, no prestó mucha atención a sus cosas y ahora no se podía quitar eso de la cabeza ¿Y si algo le pasaba? ¿Y si se la llevaban? No quería pensar en que alguien pudiera hacer algo así, después de todo estaban en Hogwarts, pero eso no quitaba el hecho de que no todos allí fueran buenas personas.

Después de quince minutos más sin poder dormir decidió hacer algo al respecto. Tal vez esa no era su más brillante idea ya que podría perder puntos para su casa, incluso podría terminar castigado de nuevo, pero no podía quedarse allí. Sabía que con el asunto de Ni-ki y Sunoo no podría hacer nada hasta el siguiente día, y con Jake hasta quién-sabe-cuándo, pero si podía hacer algo por su escoba.

Se levantó de la cama y se cubrió con su capa de invisibilidad mientras se ponía unas pantuflas. Salió con todo el cuidado que pudo de su habitación y luego de la sala común, quedando por fin en los pasillos del colegio, donde estaba prohibido circular a esas horas. Definitivamente, era una mala idea, pero ya estaba allí, ¿Por qué no terminar con la misión?

La capa de invisibilidad lo cubría totalmente, pero de todos modos, Sunghoon avanzaba con cuidado, intentando no hacer ningún ruido.

Cuando llegó frente a las grandes puertas de roble fue el problema, obviamente estaban cerradas y, aunque no lo estuvieran, Sunghoon no podía abrirlas sin despertar a, como mínimo, medio colegio. Por suerte él conocía otra salida, una que había descubierto gracias a Yunjin, cuando de más pequeños deambulaban por el Castillo de noche.

Caminó lentamente hasta el salón de pociones. En verdad esperaba no encontrarse con la gata de Filch, sabía que los animales podían ver a través de la capa y también que al portero le encantaría castigarlo. Una vez parado frente a la sala, caminó un par de metros más hasta que encontró la gran pintura de un bosque, sabía que detrás hallaría una puerta. Estaba por correr el cuadro cuando escuchó voces acercándose y se quedó quieto en su lugar, demasiado nervioso como para moverse.

–Severus, ya hablamos del asunto, se hará lo que el profesor Dumbledore dijo– Sunghoon reconoció esa voz, era McGonagall y parecía estar algo molesta. Mayor razón para no moverse, pensó.

–Lo sé Minerva, pero ambos somos conscientes de qué es lo que está ocurriendo detrás de esos asesinatos. ¿No crees que deberíamos tomar medidas?– dijo Snape, el tampoco parecía muy feliz, aunque como nunca lo estaba, era difícil saberlo.

Sunghoon se congeló en aún más en el lugar, esperando que su respiración no lo delatara. Cientos de imágenes se reprodujeron en su mente de golpe, el Bosque Prohibido, Jiseo, la luz verde, las máscaras, el cuerpo del niño...

The darkest hours [Harry Potter- Adap. JakeHoon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora