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Rubius hizo una rabieta de esas que ni siquiera Vegetta podía calmar, actualmente estaba encerrado en su habitación, en el pasillo estaban los tres chicos tratando de hacerlo salir pero se negaba rotundamente.

— Rubius ya salte de ahí, ahorita te cocinamos algo de comer — Insistió el mexicano tocando la puerta.

— No, a menos de que me consigan otro pastel hecho por Missa — La voz que emanaba desde el interior de la habitación pareciera la de un niño berrinchudo.

— Ya estás grande para estas boludeces! Salí ahora o traigo a mi papá — Amenazó el argentino.

— ¡Anda ve y tráelo! Para que te regañe por quitarle las cosas a tu otro padre —

Parecía que no había manera de hacerlo salir pues cada que el hacia una rabieta nadie lo sacaba de ahí hasta que consiguiera lo que quería.

Spreen no era la persona más paciente y ya estaba listo para derrumbar la puerta a golpes si era necesario, pero fue detenido en seco cuando por debajo de la puerta se resbaló un papel pequeño con unas coordenadas y unas palabras que decían "Casa Missa".

Esto fue interpretado de inmediato por el argentino que sin mediar palabra salió con espada en mano para ir a las dichosas coordenadas dejando solos en casa a los otros tres integrantes.

¡🌷!

Mientras tanto Missa ya había despertado y aún estaba dentro de su hogar arreglando su cofre para tener más espacio, fue cuando de la nada escucho como alguien toco su puerta.

Pensó que se trataba de Rubius nuevamente así que se puso su máscara y abrió la puerta, así notando que no era el hibrido de hace rato. Era alguien más.

— ¿Hola pequeño, como te llamas? — Se escuchó la voz de un hombre, parecía intimidante y no le daba buena vibra al mexicano.

— H-hola, s-soy Missa... ¿Necesita algo? — Hablo nervioso mientras miro que detrás había otra persona.

Ambos hombres con armadura de diamante encantada y espadas igual de poderosas parecían buscar a alguien.

— No te esteis nervioso, me llamo 8cho y el es mi amigo Jokki — Señaló al hombre detrás de el que solo saludo con la mano.

— Estamos buscando a un híbrido, se llama Rubius... ¿Lo haz visto por aquí cerca? — Preguntó Jokki.

Missa negó con la cabeza mientras bajo la mirada, pues dentro de su hogar aquel hibrido había dejado su suéter blanco aún sucio por la sangre y la tierra.

Sabía que si les mentía podrían tomar represalias contra él, pues era de los que aún tenía sus 3 vidas. Trago saliva y sonrió nervioso mostrando así que tenía una bella sonrisa a pesar de la situación.

8cho le miro intrigado y se acercó a su rostro tratando de quitarle la máscara para verle bien, cosa que hizo que el muchacho retrocediera así entrando a su casa y el mayor también, una vez dentro noto al lobo que dormía sobre el dichoso suéter de Rubius.

Esto hizo que le mirara con enojo pues le había mentido. Tomo a Missa de la barbilla para que lo mirara a los ojos.

— Así que Missa... ¿Me dices que ese suéter no es de Rubius?... —

— S-solo vino de paso y se fue... No sé a dónde — Trato de explicar el de cabello largo.

Mientras tanto Jokki entro al pequeño hogar de Missa notando al lobo sobre el suéter, este mismo gruño a ambos pero Jokki fue más astuto y lo tomo por el cuello inmovilizándolo, así con su mano libre tomo el suéter mirando que este estaba cubierto de sangre.

Una sonrisa maliciosa se formó en el rostro de ambos. Pues parecía que estaban contentos con el resultado de algo que habían hecho.

— Así que la leyenda del gaming también sangra JAJA! — 8cho soltó una risa burlesca.

Missa que miraba todo se removió queriendo irse lejos de ese lugar, pero ahora ambos hombres tenían su atención puesta en el.

8cho como pudo le quitó la máscara dejando ver un rostro y labios finos al igual que unos brillosos ojos cafés que hacían juego con los mechones de cabello que se quedaban sobre su rostro.

— Pero que chaval tan más guapo — Exclamó 8cho mientras observaba con detenimiento su rostro.

— Es una lastima que estés tan solo en este lugar tan peligroso, podrían atacarte los animales — Jokki tomo la mano de missa notando que está era igual de delicada que el resto de el.

— E-estoy bien solo, me puedo cuidar por mi cuenta —

Jokki y 8cho rieron unísono por lo que dijo el muchacho. Pues era obvio que no podría cuidarse solo.

— Vamos Missa, ¿Por qué no te unes a nosotros? Nosotros de verdad podríamos protegerte — Explico 8cho.

Este aún sostenía el rostro del chico, esperaba una respuesta pero Jokki se adelantó así amenazando al lobo que tenia tomado por el cuello con la espada de diamantes que traía consigo pidiéndola cerca de donde estaba el animal dispuesto a atravesarlo con esta.

— ¡A-acepto! ¡Acepto! Solo no lo lastimen. — Finalmente menciono con desesperación ante la presión.

Ambos hombres rieron y liberaron al lobo que fue directo a brazos de Missa, le advirtieron que solo tenia 5 minutos para recoger sus cosas e irse con ellos, algo así como un secuestro consensuado.

Los 5 minutos pasaron y el pelinegro salió con una pequeña mochila donde solo llevaba materiales y comida, a su lado iba el lobo así estando listos para irse.

Los españoles hacían bromas sobre el menor argumentando que se veía tan pequeño como para ser un hombre o directamente que parecía tan frágil como una mujer. Estas bromas hicieron que Missa se cubriera el rostro con su mascara y bajara la mirada mientras descendían por la montaña.

8cho en un intento de desaparecer todo rastro del menor se dio la vuelta y en un tiro certero con una flecha de fuego comenzó a quemar la casa que frente a ojos del pelinegro esta se redujo a cenizas lentamente, así quedando solo el recuerdo de su gran esfuerzo y de todo lo que se sentía orgulloso.

¡🌻!

Así emprendió su viaje junto a sus dos "Captores" que cumplieron su promesa de protegerlo de todo peligro como mobs y demás inclemencias del tiempo como la lluvia acida o la radiación en el suelo.

8cho en todo momento ayudo al muchacho a cruzar ríos o zonas escarpadas, lo cargaba o recibía los impactos de flechas de los esqueletos, siendo parecido a un "Escudo Humano" para Missa.

Fue hasta que llegaron a su base la cual parecía una fortaleza, daba miedo solo verla. Una vez dentro le asignaron la habitación mas pequeña al menor.

Hasta el momento Missa entendía que en el equipo solo eran ellos dos pero notaba que había mas habitaciones.

La noche se aproximaba y dejo a su mascota dentro de su habitación para ir a la cocina y preparar algo para cenar, noto que había de todo así que hizo un pastel nuevamente pues tenia ganas de algo dulce como lo que le había preparado a Rubius.

Ahora que lo pensaba ellos buscaban a Rubius pero no sabia porque y eso le causaba intriga pues...

¿Rubius les había hecho algo malo a ellos dos para que lo quisieran matar ?

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- Ale Minamoto!

ᴇɴᴛʀᴇ ᴇʟ ᴅᴏʟᴏʀ ʜᴀʏ ᴀᴍᴏʀ |ᴍɪssᴘʀᴇᴇɴ|Where stories live. Discover now