Leave It At That • [ls ; traducción]

Gravity's holdin' me back

Al final, Harry ni siquiera sale a correr. De repente está demasiado... ¿Cuál es la palabra correcta? No abrumado, no conmovido, no, porque parecen palabras negativas, y la situación no lo es. Aun así, sus pensamientos están por toda su cabeza, inestables. Se siente tenso, anhela el ardor relajante de los músculos ejercitados, pero la idea de que lo reconozcan y lo detengan para conversar o pedirle un autógrafo de repente es mucho más aterradora. No quiere enfrentarse a extraños en este momento. No cuando se siente tan desequilibrado.

Se da la vuelta por el pasillo y se va a correr a la cinta de su gimnasio.

El resultado es pobre. Una vez se da cuenta de que tiene que dar algún tipo de respuesta pública a la salida del armario de Louis, quiere hacerlo, necesita mostrar su apoyo porque es jodidamente bueno que Louis haya encontrado el coraje y lo haya hecho, no puede concentrarse en nada más y afecta a la carrera mucho más de lo que debería. Apenas puede estar treinta minutos y termina. No puede estar solo con esa trascendental noticia.

No se ducha. Simplemente llama a su chófer y apenas veinte minutos después está en el apartamento que pertenece a Mitch y Sarah.

—Estoy bastante segura de que tienes una ducha, Harry—, dice Sarah en lugar de saludarlo una vez que observa su apariencia.

—Yo también te quiero —murmura con una sonrisa descarada y la empuja para pasar, ya quitándose la camisa.

—¿Es sobre Louis, entonces? —. Mitch camina alrededor de la isla de la cocina y asiente con la cabeza en lugar de saludar. Tanto él como Sarah están acostumbrados a que Harry invada sus espacios de esa manera. En su etapa de One Direction, dormía en los sofás de otras personas y vivía en los apartamentos de sus amigos durante meses, siempre extrañamente incómodo por estar solo. Ahora es mayor, y más grande, sí, pero no ha cambiado mucho en lo que respecta a esto y la nueva banda también ha aprendido a aceptarlo—. Hemos visto las noticias. Salvaje. Espero que esté bien—, agrega Mitch.

—Necesito hacer algo—, anuncia Harry y hay una nota quejumbrosa, que de alguna manera choca con la vista de la parte superior de su cuerpo fuerte y poderoso: desnudo, bronceado, tatuado, musculoso y sudoroso. Caliente y sexy.

Rock and roll.

—Si por algo te refieres a ducharte...—, comenta Sarah con dulzura, volviendo al sofá donde estaba leyendo un libro antes de que él le interrumpiera la tarde.

—Sí, bien—, Harry agita una mano desdeñosa hacia ella y arroja la camisa sucia sobre su hombro—. Pero, por favor, respeta el hecho de que he venido aquí por apoyo, no para que te burles de mi—, dice dramáticamente y se da la vuelta para ir al baño.

—Este puto niño—, murmura Sarah en voz baja. Es cariñosa y sonríe justo después.

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Duchado y vestido con los pantalones de chándal de Mitch, Harry medio se sienta, medio se acuesta en su sofá, mirando su teléfono con el ceño fruncido.

Niall twitteó "Te quiero, hermano" y Liam envió "Estoy orgulloso de ti". Ambos mensajes provienen de sus cuentas oficiales, pero son tan breves, dulces y honestos que es obvio que fueron ellos, no alguien de relaciones públicas.

Siguen teniendo equipos completos trabajando en sus imágenes públicas, pero no es tan salvaje como lo era durante One Direction. De hecho, pueden usar sus propias redes sociales sin tener a otras diez personas en la habitación con ellos, escribiendo y reescribiendo todo una y otra vez.

Harry se está frustrando, porque ya no le queda nada. Puede escribir lo mismo, parecería perezoso, pero en realidad no hay nada que pueda decir sin que suene extraño o incómodo.