MARDY BUM [Alex Turner X Oc]

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Pov's Madison

Mis padres terminaron de tomarme fotos con la toga.

Alex estaba con un ramo de rosas blancas, sonreí y dejó un beso en mi mejilla, mis padres nos tomaron las fotos y después Alex me tomó fotos con ellos. Mis amigos se acercaban muy felices y me abrazaron. Andy dejó un beso en mi frente, Matt en mi mejilla y Jamie en mi cabello.

Me tomé fotos con las flores de Alex, el cual por primera vez en su vida había llegado temprano, tuve que llamarlo como 20 veces antes de la ceremonia y al final sí llegó con los chicos y nos pusimos a disfrutar un rato del buffet.

Tuve que volver a reunirme con mis compañeras porque la directora daría unas palabras. Todas estábamos vestidas igual y teníamos el mismo sentimiento. Estábamos todos los 5to por lo que nos habíamos juntado por sección para que se vea más ordenado.

Mientras nos encontrábamos reunidas, vestidas con nuestras togas y birretes, escuchando las palabras emotivas de nuestra querida profesora y directora, una sensación de melancolía y tristeza comenzó a invadir mi corazón. Era como si el peso del tiempo se hiciera presente de repente, recordándonos que la etapa más hermosa de nuestras vidas estaba llegando a su fin.

Miré a mi alrededor y vi los rostros familiares de mis compañeras, cada una representando un vínculo único y especial que habíamos construido juntas a lo largo de los años. Quería abrazar a cada una de ellas, aferrarme a esos momentos compartidos que ahora se desvanecían en el pasado, como hojas llevadas por el viento de la vida.

En ese momento, me di cuenta de lo mucho que había crecido durante estos años en la secundaria. Habíamos superado desafíos, celebrado éxitos y aprendido lecciones valiosas que nos acompañarían en nuestros futuros caminos. Pero también sabía que este era solo el comienzo de un nuevo capítulo, donde cada una de nosotras tomaría su propio rumbo, siguiendo sus sueños y aspiraciones personales.

A medida que las lágrimas amenazaban con empañar mis ojos, me aferré a la esperanza de que, aunque nuestras vidas tomarían diferentes direcciones, el vínculo que compartíamos como compañeras de clase nunca se rompería. Porque cada risa compartida, cada lágrima derramada y cada momento de camaradería había dejado una marca indeleble en nuestros corazones, un tesoro que llevaríamos con nosotros a lo largo de nuestras vidas.

Y así, mientras nos despedíamos de la secundaria y nos preparábamos para enfrentar el futuro con valentía y determinación, supe que siempre llevaría conmigo el recuerdo de estos años, llenos de amor, amistad y crecimiento. Porque aunque la etapa más hermosa haya terminado, siempre llevaré conmigo el alma de mi querida secundaria, un lugar donde los recuerdos florecen como flores en primavera y el espíritu de la juventud vive eternamente.

Al finalizar las palabras, todas tomamos nuestros birretes con una sonrisa y miles de recuerdos.

Nos dimos un abrazo grupal y las vi llorar porque ninguna quería despedirse, todas ya habían entrado a distintas universidades, sí o sí teníamos que separarnos. Al separarnos, abracé a Matilde con muchas fuerzas mientras lloraba y yo me hacía la fuerte porque nadie aquí me había visto llorar, no me gustaba.

Cuando terminó todo, miré a mi papá y corrí hasta sus brazos para abrazarlo, él sí estaba llorando. Le di un beso en la quijada porque no llegaba a su mejilla y él sonrió. Miré a mi mamá la cual me miraba con orgullo y sonreí.

Finalmente, la etapa más bonita para cualquier adolescente, había terminado.

Me acerque a Alex el cual me estiró su mano y la tomé, me abrazó con fuerza y dejó varios besos en mi mejilla. Solo por hoy lo dejaba ser muy empalagoso.