08

87 11 0
                                    










FRÍO VIENTO GOLPEÓ EL ROSTRO DEL MAYOR DE LOS BLACK'S, su postura se mantenía recta mientras su brazos descansaban sobre su pecho aúnque intentará prestar atención siempre había algo que lo distraía y a la vez lo aburría claro está que amaba su trabajo por varias razones, entre esas la atención que las mujeres le daban los tratos exclusivos que el ministro de Londres le daba, las buenas oportunidades que sus sobrinos y hijo tendrían en un futuro al salir de Hogwarts, y entre otras cosas que lo hacían feliz trabajar como Auror.

Pero también estaban sus consecuencias, los peligros que le encantaban vivir en persona experimentar la adrenalina y superar tantas cosas con la familia, también le aburridas juntas ineseriamente que el ministro hacía con algunos ministros conocidos para saber sobre la organización y lo que pasaba en cada ciudad por ende el debía de estar ahí por si algo llegase atacar a su jefe.

Y ahora estaba en Rusia representando a su ministro, sentado juntó a personas estúpidas que hablaban de cuan ricos eran y que detestaban a unas tal personas que ellos lo llamaban sangre sucia o Muggles, detestaba ese absurdo sobrenombre.

–Señor Black —Llamó a su lado una mujer.

El nombrado giró su cabeza, sin ninguna explicación y observó a la mujer. Era rubia de ojos negros y de tez blanca, al parecer también era un Auror específicamente el de el Ministro Kusloz.

—¿Si? —hablo sin importarle si lo llegarán a escuchar.

—eh escuchado mucho de usted y déjeme decirle qué admiró su determinación por el trabajo y por su familia, eh estudiado casi todo sobre usted, como maneja los hechizos, el buen manejo que tiene con la escoba, y como es que todo el mundo le tienes miedo enserio es increíble —susurro la rubia mientras se inclinaba un poco para que Sirius escuchará.-

—mi familia se sustenta de mí y yo sustento del trabajo, así que es una balanza en la que tengo que estar en el medio para que ambas cosas funcionen —le explicó mirando al frente, observando cómo debatían sobre algo de desinterés suyo.—al parecer es usted una gran fan de los Black's

—esto último es un poco cierto y supongo que es un poco difícil conllevar todo el peso de la familia y el trabajo —miro a un punto fijó algo cansada.—sabe amó esto de ser Auror pero me han asignado un hombre con poco sentido común y en lo único que piensa es a qué hora estare abriendo mis piernas para que el entre, y lo mejor es que me toca protegerlo de todo aquel que intente dañarlo —se acodo en su silla mirando en dirección al black.—y es que por mi lo dejó morir pero no puedo darme ese lujo porque tengo una hija a la cual tengo que mantener, tiene 16 y estudia en Туолкаг es la mejor de su clase y en verdad estoy muy orgullosa de ella...

Sirius miró todo su alrededor viendo como todos totalmente ignoraban como la mujer parloteaba sobre como detestaba el trabajó tanto como el casi llegaba a hacerlo, a decir verdad de algún modo le gustaba saber que esa mujer tenía los mismos problemas que él y que ella tenía la libertad y la confianza de contárselos a alguien que admira y desconoce a la misma vez.

—le pido una disculpa por haberle contado estás cosas que a usted no le interesan —se disculpo la de ojos negros, colocando sus manos en su regazo y sonriera.

—¿Cuál es su nombre? —ignoro lo que había dicho.

—Aeria, Aeria Tuasloz —se presento amistosamente estrechando manos con el hombre.

—levantese, iremos a tomar un café —Sirius se levantó estirando su mano a Aeria

Ella la tomó algo dudosa.—eso no sería una falta de respeto hacía los ministros

THE BLACK BROTHERS AND THE DOPPELGÄNGER حيث تعيش القصص. اكتشف الآن