XXIII

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El día en que lo conoció, fue algo inesperado, nunca se hubiera imaginado que la persona que le pregunto donde estaba la estación de tren se convirtiera en alguien tan especial para el. Pasaron cosas buenas y malas juntos, Lumine siempre sentía la necesidad de proteger a Kody aun que tuviera que arriesgar su vida, al principio lo hacía porque quería conservar su trabajo, pero con el tiempo ese sentimiento fue cambiando.

Jamás sabrá cuál fue el momento en que se enamoró de Kody, ¿quizás fue cuando le dijo que se podría quedar si quería? ¿O fue la vez que lo llamo por primera vez por su nombre y le dio ánimos para poder luchar? ¿O quizás fueron esos lindos ojos verdes como las esmeraldas qué atraparon por completo a su débil corazón? No sabe, pero lo que sí sabe es que su amor por el crece cada vez más. Ante los ojos de Lumine, el pelinegro siempre será aquella persona honesta y amable que era antes, aunque no lo demostrara mucho.

Simplemente para Lumine se le era difícil no enamorarse de Kody, era su hermoso cabello oscuro como una noche llena de paz o como un gato, al igual que su personalidad distinta que a veces le costaba entender pero con el tiempo se fue acostumbrado y la fue amando, y también era las sonrisas que este le dedicaba a Lumine, eran sonrisas diferentes a las otras que el pelinegro tenía, porque esa sonrisa era especialmente para el, esa sonrisa hablaba por el y reflejaba el más profundo y sincero amor que le tenía a Lumine. Por eso que el alma del peliblanco se apagó cuando la sonrisa del pelinegro también lo hizo.

Fue mucho lo que pensó el peliblanco que ni se dio cuenta cuando Aiden se fue de ese lugar dejándolo a él junto al pelirrojo que se mantenía en silencio.

Elijah no sabía que decir, sabía que Lumine estaba destrozado y estaba procesando todo lo que le dijo Aiden, era algo difícil, pero bueno tanto como para Kody y Lumine. El pelirrojo estaba pensando una manera de romper el silencio incómodo entre el y el peliblanco, pero no sabía cómo hacerlo para que sonara divertida, pero no burlesca, ya que casi siempre que intentaba arreglar las cosas con chistes las empeoraba más.

— Lumine— dijo casi en un susurro el pelirrojo.— Se que es algo difícil de hacer, pero como dijo Aiden es lo mejor para ti y Kody.— deposito su mano en el hombro del peliblanco en un intento de apoyo, pero este solo se permanecía quieto en su sitio sin ninguna expresión en su cara.

Elijah iba a decir algo más, pero fue interrumpido por el peliblanco.

— Sabes...— El solía decirme lobo tonto cuando se me caía algo o hacía algo tonto, no lo decía con crueldad.— mostró una sonrisa débil.—Pero.... ahora el me lo dice como si yo fuera la peor cosa del mundo jajaja.....— el peliblanco estaba intentando contener las lágrimas mientras hablaba con un nudo en la garganta.— No se cuando cambio todo, solíamos ser el y yo contra el mundo, pero el ya no me necesito y ahora ya no me ama, todo es mi culpa.— se le comenzaron a resbalar las primeras lagrimas por sus mejillas, Elijah al ver a Lumine así no pudo evitar que a el también se le escaparan algunas.

— Toda mi vida e tenido que actuar como alguien mayor, tuve que sobrevivir solo muchas veces y no pude disfrutar mi niñez. Y ahora no podré disfrutar lo poco que me queda de adolescencia ya que me tuve que comportar como si estuviera casado, quedándome en casa esperando que el llegue y estar solo todo el día.— Solo quisiera poder vivir mis diecisiete; salir, ir a fiestas, ir a la escuela y no tener que actuar como si tuviera veinticinco.—

Elijah solo tenía ganas de abrazar al peliblanco, le dolía mucho ver así, estaba intentando aguantarse las lagrima ir brotaban por sus mejillas, pero solo lograba que salieran más. El pelirrojo sostuvo con ambas manos la cara de Lumine para poder secarle sus lágrimas, por el acto el chico de ojos azules lo miro sorprendido y agradecía que mostrara su generosidad aunque no fuera con palabras.

— Sabes que Lumine, tienes razón.— dijo el pelirrojo. El lo había pensado por un momento y llego a la conclusión de que a Lumine le faltaban sólo ocho meses para cumplir dieciocho, y el pelirrojo se puso como meta hacer que disfrutara al máximo lo que le quedaba de adolescencia.

Elijah agarró a Lumine de la mano con intención de guiarlo afuera de la casa, pero al abrir la puerta se encontraron con aquella chica de cabello oscuro que recién llegaba de trabajar. Esta los miro sorprendida por el echo de que estén tomados de las manos, pero no dijo nada.

— Oh, Callia llegaste en el momento indicado, justo íbamos a buscarte.— dijo el pelirrojo.— ¿Buscarme para qué?— pregunto la chica.

— Callia pregunta ¿por qué trabajas si solo tienes diecisiete años?— pregunto el pelirrojo.

— Porque entre a la universidad a los quince porque mis padres lo querían así y por eso trabajo.— respondió sin mucho interés.

— ¿Y porque no simplemente disfrutas de tu adolescencia? Ya vives sola, pero aún eres menor de edad.—

— Quise mudarme lo más pronto posible para ya no tener que vivir con mis padres, simplemente no tengo la suerte de disfrutar de mi adolescencia.— ¿Por qué tantas preguntas?—

— Porque hoy mis queridos amigos, los llevaré a disfrutar su adolescencia.— dicho esto agarro a Callia con su otra mano libre y los llevo corriendo para llevarlos al destino que tenía en mente.







—Llegamos.— dijo el pelirrojo deteniéndose soltando las manos de ambos chicos.

— ¿Un parque de diversiones? ¿Es enserio?— dijo la chica.

— Yo se que ninguno de ustedes a ido a alguno antes, por eso los traje para que vivieran la magia de este parque.— dijo con una voz orgullosa ya que el tenía como propósito que al final del día sus dos amigos solo se estén riendo y pasándola bien, en fin de cuentas se lo merecían, todos merecen un rato disfrutando un buen momento.

— Uh, ¡yo quiero ir a ese!— dijo Lumine señalando uno de los juegos.

— Bien, entonces ese será nuestro primer destino ¡andando!— dijo volviendo a tomar las manos de sus amigos.

Callia solo pensaba que no era necesario que los agarrara de la mano todo el tiempo, no eran unos bebés, pero no dijo nada para no arruinar el momento.

Resulta que el juego que escogió Lumine no era ni más ni menos que la montaña rusa, el peliblanco la eligió porque antes había escuchado hablar sobre ella y la gente siempre parecía divertirse en ella, y como nunca se a subido en una quiso probar por primera vez.

Aunque Elijah le tuviera un tremendo pánico a aquel juego, se subió ocultando cada temor que pudiera demostrar, al igual con el juego que eligió Callia que era más atemorizante que cualquier montaña rusa. El pelirrojo solo quería ver a sus amigos felices, y al parecer lo estaba logrando. Y mientras eso se mantuviera así el sería feliz con ellos.

Los chicos les dio hambre, así que fueron a comer a uno de los restaurantes del parque. Los tres se encontraban con la cara pintada ya que además fueron a un puesto de pinta caritas y cada unos eligió un animal, Callia al principio no quiso, pero Lumine la convenció.

— Me veo ridícula con la cara así.— dijo la pelinegra haciendo referencia a su maquillaje que intentaba parecer un gato.

—Te ves alegre que es otra cosa.— dijo el pelirrojo molestando a su amiga, que por parte de ella recibió una queja.

A pesar de todo los tres se encontraban felices en ese momento, Lumine estaba muy agradecido de que Elijah estuviera haciendo todo su esfuerzo para poder sacarles una sonrisa y si que lo había logrado.

Ojalá ese día dure para siempre.

𝒩ℴ𝓉 𝒜𝓃𝓎𝓂ℴ𝓇ℯ (kodime)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora