Lunes 26 de marzo

Parte 1

Lunes 26 de marzo de 1984

El día comenzó como cualquier otro lunes, salvo que no lo era, por lo menos para cinco típicos adolescentes, quienes tenían que tomar una decisión que cambiaría sus vidas para siempre...o por lo que resta de su tiempo en la escuela.

El cerebro, la princesa, el caso clínico, el deportista y el criminal. Cinco integrantes de grupos sociales totalmente distintos, que al final eran más parecidos de lo que pensaban.

Se podría decir que Alison Reynolds era la más nerviosa por ese lunes. El día anterior se sorprendió con una llamada de Clair, invitándola a un día de compras, luego del sábado no estaba de humor para pasar el día con sus amigas, otras princesas hipócritas que solo se fijaban en la apariencia y estatus social de las personas, necesitaba la compañía de alguien real. Pero aunque le hubiese dado más tips de belleza y le haya cambiado el guardarropas, no significaba que la reconociera como amiga al día siguiente.

Alison salió del coche de su madre, quien arranco apenas cerrada la puerta, y en seguida pudo notar las miradas. Bajo la cabeza y miro su atuendo, llevaba puesto un par de pantalones de mezclilla, suelto pero aun así acentuaba su delgada figura, atado con un cinturón negro a la altura de la cintura, una blusa blanca parecida a la que llevaba el fatídico sábado y unos simples zapatos negros. Deseo no tener esa diadema en la cabeza y poder ocultarse bajo su espeso cabello negro.

-Hey Ally.- una voz tímida la saco de sus pensamientos.- me atrevo a adivinar que Clair metió sus narices en tu guardarropas.-dijo Brian riendo entre dientes.

-¿Qué puedo decir?, ella es muy insistente cuando quiere serlo.- sonrió de medio lado, contenta que alguien había cumplido su promesa de seguir siendo amigos.- ¿Qué clase tienes ahora?

-Historia, ¿tu?

-Lo mismo.

-Genial, vamos juntos a clases...si estás bien con eso claro.- por primea vez desde que comenzó la conversación el rubio se sintió dudoso de si su presencia era grata para la morocha.

-Por su puesto.- asintió la joven, agradecida de no tener que enfrentar las miradas sola.

Al entrar en la escuela eran muy conscientes de los susurros y las miradas que recibían a su paso, pero no los amedrento en absoluto, después de todo para Allison era muy reconfortante estar acompañada de un amigo, no dejaría que los dramas de la secundaria arruinaran eso.

De repente dos grandes brazos pasaron por los hombros de ambos jóvenes y la cabeza de John Bender apareció en medio de ellos.

-Hey, hey, hey.- dijo con una sonrisa.- ¿Cómo están mis perdedores favoritos?

-Suéltalos John.-exclamo una nueva voz, apareciendo al lado de Allison.- estas atrayendo miradas.

-No, querida, esas miradas se deben a que el cerebrito y el criminal están en compaña de la princesa y una chica caliente, que te aseguro que todos piensan que es nueva en la escuela.- las chicas rodaron los ojos y Allison se sacó el brazo de Bender de encima, riendo por la ironía de lo antes dicho, probablemente John tuviera razón y nadie la reconocería como la chica rara que se sienta al fondo del salón.

-Bueno, cleptómana...-comenzó a decir John, siendo interrumpido por un codazo de Clear.

-No la llames así.-regaño.

-¿Prefieres que le diga ninfómana?- pregunto Bender con inocencia, provocando una sonrisa de Allison.

-Creo que cleptómana está bien.- dijo aun con una sonrisa torcida en la cara.

-Bien, como estaba diciendo antes de que intentaran romperme una costilla, creo que nuestra pequeña Allison ya provocó su primera pelea entre hombres, oh mi corazón se llena de orgullo.- limpiando una inexistente lágrima de su ojo.