Capítulo 4

11 2 0
                                    

Resultaba que la habitación del tal Aidan no era la misma que la de Thomas, sino la del lado. El me ofreció algo para tomar, pero no le acepte ni un vaso de agua, no entendía cómo podía ser tan amable conmigo, el debería odiarme, es decir, si yo fuera él no lo podría ni ver. Luego recordé que era mi hermano, una gran persona, amable con todo el mundo, a todos les caía bien, no era el Sr. Perfecto, por algo no puede quedarse con la custodia de Alexandra ¿verdad? pero siempre admire de Thomas su forma de pensar, completamente diferente a la mía.

Los abogados tenían razón, el lugar era una porquería, había cajas de pizzas arriba de la mesa, ropa en la cocina y una parte de la alfombra estaba mojada, no quería saber con qué.

—Lamento el desorden— dijo como si estuviera apenado —de todas formas, en el pasillo mencionaste algo de Alex, ¿que era?—.

Sabía que el había escuchado mis palabras en el pasillo, pero yo tampoco tenía ganas de hablar sobre eso, así que solo le seguí la corriente.

—¿Me acompañarias a recoger a Alex del Instituto?— .

Llegue aquí solo esperando alguna foto para reconocerla, pero si Thomas me acompañaba todo seria mas fácil y menos incómodo.

—Lo lamento, en veinte debo estar en el trabajo—.

Yo también debería estar trabajando, le quise responder, pero no lo hice.

—Tal vez si hablo con Bruno...—.

Lo interrumpida levantando mi mano, señal de que pare, no necesitaba nada de ese inútil.

—No gracias, puedes mostrarme una foto— dije suspirando.

—Claro, debo tener una por aqui—.

Se levantó a buscarla, suerte con encontrarla, pensé.

Volvió con un porta retrato plateado y me lo extendió. Yo lo recibí y admiré la foto, eran Alex y Thomas en el patio de su casa, tal vez ahora mi casa. Le presté atención a mi hermana, a pesar de que su cabello negro estaba recogido en una cola de caballo, eran tan largo que le llegaba a la cintura, su sonrisa comenzaba en sus ojos, tal como los recordaba, tenia la misma separacion de sus dientes delanteros que tuvo siempre, seguramente seguia negandose a usar ortodoncia, pero la verdad no le quedaban mal, su piel era mas blanca que la de Thomas y la mia, lo que hacia que se viera brillosa. La foto fue tomada antes de que nuestros padres murieran, lo notaba por la forma en que sonreían, ambos estaban sentados con las piernas cruzadas, abrazandose el uno al otro, parecia que estaban incomodos pero tambien parecia no importarles. Esas sonrisas me hicieron imitarlas, pero al mismo tiempo me provocaron envidia, hubiera deseado estar en la foto, pero el hubiera no existe.

Le devolví el portaretrato a mi hermano y me levante del sillón en el que me había sentado.

—Bueno, si quieres podemos hablar cuando salgas de tu trabajo—.

No se por que dije aquello, solo sentí que debía hacerlo.

—Wow, ¿de verdad quieres hablar conmigo? ¿despues de 8 años?—. Vi en sus ojos que quería decirme mas de lo que su boca había soltado.

— Has lo que quieras Thomas— y sin más que hacer allí, salí de aquel lugar.

× × ×

Pude llegar al colegio de Alex, St. Josep, mi antiguo colegio. Había llegado quince minutos antes, me estacione justo en frente del edificio, para ver a los alumnos salir.

Pasado el tiempo necesario pude oír la a veces odiosa y otras veces gloriosa campana, un montón de adolescente salieron a través de la gran puerta. Conté hasta diez y baje del auto, me apolle en el, tratando de parecer tranquila pero la verdad lo había hecho por el mareo que me dio de repente.

Empecé a buscar a mi hermana, noté que desde donde estaba no iba a encontrarla fácilmente, por lo que con mis piernas temblorosas, pude llegar hasta la acera de frente y por suerte -o no tanta- alcancé a verla.

Estaba rodeada de unas cuatro chicas y unos tres chicos, ellos reían pero Alex parecía estar concentrada en otra cosa, buscaba a algo o alguien, seguramente ella sabía que yo pasaría por ella.

Me había cansado de verla haciendo nada, y como no queria parecer una loca gritando su nombre y sacudiendo mi brazo - como la señora que lo estaba haciendo a unos metros- decidi acercarme a ella.

Mis piernas seguían temblorosas, pero las pude controlar. Unos cuantos empujones en mi contra pero pude llegar hasta su grupo. Solo uno de los chicos pudo verme, y su boca se abrió levemente al sonreír, de me hacia conocido pero no quise prestarle mucha atención al pobre.

— Alex, es hora de irnos— le dije al fin, llamado la atención de ella y del resto del grupo.

—¿La conoces?— le susurro la chica desarreglada y mas vestida que estaba a su lado, como si yo no la hubiera escuchado, no le dije nada por el hecho de que era una niña y no me iba a bajar a su nivel.

Alex se me quedó mirando, alucinada, pero al ver que mi rostro no cambió de expresión, dejó de hacerlo. Saludó a sus amigos y vino a mi lado, nos dirigimos a mi auto, en el camino -no me pregunten por qué- puse mi mano en su hombro, sabia que no era una gran muestra de afecto, pero vi la pequeña sonrisa que se formó en sus labios, eso de alguna manera, me hizo sentir bien.

# # #

Espero que les haya gustado
El reencuentro de los hermanos Klett fue raro, pero así es Cassie.
Comenten
Voten
Y eso...
Besoos!!

Вы достигли последнюю опубликованную часть.

⏰ Недавно обновлено: Jun 01, 2015 ⏰

Добавте эту историю в библиотеку и получите уведомление, когда следующия часть будет доступна!

Pesado EquipajeМесто, где живут истории. Откройте их для себя