35- Real

298 47 5
                                    

Para cuando la pareja despertó, era medio día, y el olor a comida llegaba hasta la cama que compartían

Oups ! Cette image n'est pas conforme à nos directives de contenu. Afin de continuer la publication, veuillez la retirer ou télécharger une autre image.

Para cuando la pareja despertó, era medio día, y el olor a comida llegaba hasta la cama que compartían.

La abuela había cocinado suficiente para un ejército, aunque sólo serían tres los que deberían terminar toda la comida.

Changbin no llegó sino hasta que ya habían casi terminado el primer plato, cargando una bolsa de plástico, dió un suspiro cansado, dejando su abrigo sobre el sillón antes de acercarse ala mesa.

— ¿Dónde estabas? — preguntó Chris, cuando el pelinegro se acercó hacia la cocina-comedor, para ver las ollas de comida.

— Tu amigo me debía un celular— respondió, sonrió cuando la abuela le pasó un plato con generosa cantidad de arroz frito con kimchi.

Chris rodó los ojos cuando entendió que su "amigo" era Hwang.

— Pero me tardé más en buscar uno para ti— dijo Changbin, comenzando a comer.

— ¿Me compraste un celular?

El pelinegro asintió, saboreando la comida con gusto.

— Pero no se pueden tener los celulares en la mesa, come y después te lo muestro— su hermano sonrió con burla.

Chris frunció el ceño.

— No me des órdenes como si fueras el mayor.

— No empiecen sus peleas de hermanos por los años que no se vieron ahora— interrumpió Felix.

— Hazle caso a tu señora— dijo el pelinegro con una risita, ganándose una mirada fulminante por parte de Chris y Felix.

— El que come en silencio come dos veces— dijo la abuela, los demás entendieron la indirecta y se callaron, terminando su comida.

Se irían ese mismo día a Australia, y por más que ofrecieron repetidas veces a la señora de ir con ellos, ella se negó.

Se despidió con el mismo cariño con que los había recibido, y agitó su mano en el aire hasta que el auto no pudo verse más entre los árboles.

Diferente a la noche anterior, la entrada al terreno de los Lee estaba cubierta de reporteros, paparazzi y gente curiosa, obligando a Changbin a bajar la velocidad para pasar entre ellos, aguantando las ganas de pisar el acelerador con cada golpe que recibían sus vidrios polarizados.

Con la pareja sentada en los asientos traseros, Felix permaneció con una mueca molesta en el rostro, y Chris sintió lo que casi parecía odio a la muchedumbre.

El viaje hacia Australia fue tan tranquilo que la pareja terminó durmiéndose, con Felix apoyando su cabeza sobre el hombro de Chris, y este acomodando la propia sobre la de su omega.

Changbin los miró con una sonrisa tierna todo el camino, y al llegar a su destino, no pudo evitar tomar una foto antes de despertarlos.

Al ver el auto frente a la casa, varias personas lo reconocieron, aunque no todas sabían lo que significaba.

Delta | ChanlixOù les histoires vivent. Découvrez maintenant