CAPÍTULO 22-Quiero decir que te quiero a plena luz

375 46 0
                                    

Jimin y yo nos habíamos
conocido hace más de 8 meses,
yo había cumplido años un mes
después de conocerlo en la oficina
de mi padre, que eran literalmente
7 meses, solo 5 meses más y sería
un años, era realmente increíble lo
rápido que el tiempo pasaba, por
cumplir un mes juntos nuevamente
Jimin me había invitado a
cenar a su casa, yo quería ir a un
restaurante pero el que vieran un
hombre casi 30 con un adolescente
sería un poco extraño, por eso Jimin decidió contratara un Chef privado para que nos hiciera la cena.

Yo ya estaba listo para que Jimin
pasara por mí, me sentía bastante
emocionado, porque sería una cena
romántica y lo más importante
dormiríamos juntos, me encantaba
dormir con él, era algo bastante
reconfortante. Un auto se estaciono
en la entrada y salí corriendo, mis
padres no estaban en casa así que
no habia por que poner una excusa
para salir tan arreglado, así que salí
y subí al auto me acerque a darle un
beso en sus labios y luego empezó
el viaje.

-¿Cuánto tiempo estarán tus padres
fuera?

-Una semana,en la que tal vez podamos estar juntos.

-Ponte esto sobre los ojos.

-¿Qué?

-Solo póntelos-Yo hice caso y me
tape los ojos con el antifaz que me
había dado, sabía que sería algún
tipo de sorpresa.

El viaje fue algo largo, la verdad
diría que un poco más de dos
horas, Jimin hablo muy poco y
yo sentía que el tiempo pasaba de
manera muy lenta y que un silencio
me invadía más que nada porque
él solo me hablaba en oraciones
cortas y muy tardadas en contestar.

-Llegamos, pero aun no te quites el
antifaz.

-Ya era hora, este viaje se me hizo
eterno.

-No seas exagerado,solo fueron dos horas y media,pero te encantará.

Escuche una puerta abrirse,
una puerta pesada, y luego pise
alfombra, era muy obvio que no
estábamos en su casa, escuchaba
ruidos bastante agudos, dos
segundo después mis ojos vieron
luz, pero yo miraba bastante
borroso. Mis ojos se ajustaron y
pude ver bastantes mesas, pero
todas estaban solas, el lugar estaba
completamente solo.

-¿Dónde estamos?

-Estamos en Jihwaja

-¿De verdad en Jihwaja?
¿Cómo conseguiste reservación?
Es casi imposible obtener reserva,
ni mi padre que es uno de los
hombres más ricos ha podido reservar.

-Alguien me debía un favor, así que
el lugar es todo nuestro.

Jihwaja era uno de los
restaurantes más prestigiados
del mundo, había una lista de
espera de dos años para poder
comer en este lugar, había venido
anteriormente cuando tenía como
13 años y fue la cena más rica de mi
vida y ahora tenía el lugar solo era
para dos personas.

La cena fue bastante amena
el primer tiempo fueron unas
pequeñas tapas de jamón serrano,
luego una sopa de pepino, el
plato fuerte fue un filete bastante
delicioso acompañado de vino
tinto, luego una pasta y por último
un postres delicioso, podría repetir
toda la cena sin ningún problema,
era exquisito.

-Espero que te haya gustado la
sorpresa.

-Me encanto, de verdad muchas
gracias.

-Quiero que sepas que soy capaz
de hacer lo que sea por ti, porque
de verdad me gustas y quiero que
tengas todo, quiero que seas el
hombre más feliz y quiero que te
sientas cómodo conmigo. Sé que
te he presionado bastante este
último mes, pero de verdad no
quiero que vivamos escondidos,
quiero que nos podamos amar en
cualquier lugar sin miedo, quiero
poder besarte donde se me dé
la gana, poder andar de la mano
sin miedo a lo que pase o a lo que
digan, quiero decir que te quiero a
plena luz, que la gente se entere de
que estar enamorado no es pecado.
Porque realmente quiero tenerte
en cada momento de mi vida y yo puedo hablar con tu padre sin ningún problema, no me importa perder mis acciones, porque ni todo el dinero del mundo me hará sentir tan feliz, como me haces tú.

Mis ojos estaban llenos de
lágrimas y mi cara tenía una
sonrisa dibujada en el rostro por
aquellas hermosas palabras que
me estaba diciendo- De verdad
me sorprendes mucho, yo también
quiero pasar mis días contigo y si
hablaremos con mi padre sobre
nuestra relación en cuanto regrese,
yo también quiero poder tomarte
de la mano todo el tiempo y no me
importa lo que digan, ya no me
importa tu edad yo solo sé que te
quiero como no tienes una idea.

Los dos estábamos llorando, pero
con una sonrisa en el rostro él se
levantó de su silla, se acercó y me
beso en los labios, un beso salado
por las lágrimas, pero fue el beso
más lleno de amor que me había
dado, de verdad estaba dispuesto
a hacer todo por él, sabía que sería
difícil, pero era algo que se tenía
que intentar.

Trajeron una botella de Champagne
y Jimin solo dio un sorbo porque
tenía que conducir, yo salí con
la botella en mano y me la iba
bebiendo en lo que duro el viaje.
Me sentía tan feliz de que los dos
daríamos un paso bastante grande
y contárselo a mi padre era algo
grande porque podría salir bien o
muy mal y era obvio que los dos
queriamos que saliera bien. Mi
padre no me preocupaba tanto
porque sé que no le tomara mucha
importancia, pero mi madre era
lo que me preocupaba porque
ella no lo aceptaría, pero era algo
que estaba decidido a hacer sin
importar las consecuencias, mi
amor por Jimin era más grande que cualquier problema que nos pudiera traer.

Llegamos a la casa de Jimin
era evidente que después de
aquella noche la pasáramos juntos,
bajamos del auto me tomo de la
mano y caminamos hacia la puerta,
entramos y justo el en recibidor él
me tomo de la cintura me alzo y
luego me beso, me sentía tan feliz.

-Es increible que estemos por hacer
que nuestras vidas cambien por
completo, solo espero que esto
salga bien Jimin.

-Saldrá bien Jungkook, creme saldrá
bien.

-¿Podemos bañarnos juntos?

-Podemos hacer lo que tú quieras.

-Bañarnos con ropa interior y que
sea un baño en la tina, con muchas
burbujas.

-Me parece perfecto.

el socio 𓍢 ִֶָ  jikook Donde viven las historias. Descúbrelo ahora