La fiesta por la coronación de un nuevo sultán se llevaba acabo, mujeres de todos los países estaban presentes, bailaban, bebían, comían y se divertían a más no poder, no parecía que acababa de pasar un luto nacional, no, parecía un nuevo comienzo.—¡Atención, Valide Halime sultan, su alteza Dilruba sultan están aquí! - todas se detuvieron de lo que hacían y se acercaron a hacer una reverencia, una hermosa y joven mujer apareció, cabellos rubios y piel blanca sedosa, Esther quedó encantada con tal vista, una mujer hermosa con toda la palabra.
—Continúen con la fiesta, diviértanse a más no poder - ante las palabras de la valide todas respondieron contentas.
Esther se sentó con el grupo que había llegado con ella y en su idioma natal comenzaron a contar anécdotas y a reír, era un momento tranquilo en donde podía olvidar su triste vida nueva.
—Madre - la mirada de Dilruba estaba en un punto fijo, Halime dejó su copa de lado y la miro esperando a que hablara —Hay tantas mujeres aquí, todas hermosas pero sus rostros no demuestran determinación.
—Eso lo se - respondió la mayor llevando su copa nuevamente a sus labios.
—Hablaré con Menekşe - Halime asintió y siguió disfrutando de la música.
Un nuevo día se alzó, Esther se levantó temprano más de lo normal y se acercó a Gönka kalfa, ella les daría sus tareas del día.
—Esther, ve a servirle a Mahfiruz hatun, ayuda a que sus cosas estén listas lo antes posible - Esther asintió y siguió al grupo de mujeres, al ingresar todas realizaron una reverencia y se dispusieron a ordenar las cosas de la mayor.
—Tengan cuidado, esas cosas fueran regalos de Handan sultan cuando era una kadin -las mujeres asintieron.
Esther la observo brevemente, era hermosa, muy hermosa, su joven rostro se notaba cansado y triste.
—Oye tu, ven - Esther miro detrás de ella y no había nadie, a pasos lentos se acercó a Mahfiruz —Quiero que guardes las cosas del armario en aquel baúl, son valiosas así que ten cuidado - Esther asintió y se acercó al armario.
Ahí adentro había ropa de bebé, ropa que estaba echa bola y desordenada, la toma toda y se sentó en el suelo para doblarla con delicadeza.
Aquel detalle no pasó desapercibido por Mahfiruz.
—¿Cuál es tu nombre?
—Esther alteza - Mahfiruz asintió.
—Pareces llevar tiempo aquí, ¿como es que aun sigues manteniendo ese nombre? - Esther negó —Pareces una buena muchacha, ¿De donde eres?
—De Austria, mi familia era de origen noble - Mahfiruz asintió.
—Pareces un hermoso laurel, lastima que te marchitaras aquí como yo - un suspiro salió de sus labios —Defne, así se llamaba la amada de Apolo el dios del sol, Defne en turco significa laurel - la joven se levantó y realizó una reverencia.
—Gracias - Mahfiruz asintió y se puso de pié.
—Cómo consejo jamás te enamores, aquí eso no es posible, luego de cumplir la edad adecuada te casarán con un paşa, toma todo su dinero y vete lejos, este lugar es un infierno. - Mahfiruz coloco su velo y salió, seguido de ella sus criadas personales y sus pertenencias, Esther ahora llamada Defne quedó con los pensamientos revueltos.
Tal vez Mahfiruz tenía razón.
Capítulo dos aquí, espero les guste.
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Jaula Dorada | Mustafa I
Historical FictionEsther fue secuestrada por piratas y vendida al mejor postor. Su vida daría un gran cambio y con ello su dulce personalidad se iría. ¿Será Esther capaz de vencer el mal? ¿O vivirá para siempre en una jaula dorada? Portada por @Cleopatragraphics Proh...