Lo que esconde el corazón ━━━ [Una vez más, hacia la luz]

━━━ 003.

―Cuanto tiempo sin verte Brissey.

La mencionada volteo hacia atrás con confusión que fue borrada al ver a Luminas, el rey de los espíritus. Una sonrisa se posó en sus labios antes de abrazarlo con fuerza ignorando todo a su alrededor.

Ni siquiera noto a su prometido, ni a su cuñada que estaban allí.

―Rune, te he extrañado tanto. ―Los ojos de la princesa heredera se llenaron de lágrimas. ―No tienes idea, de cuanta falta me has hecho.

Luminas fue la luz brillante que la ilumino cuando se estaba dejando llevar por la oscuridad. Fue su más grande apoyo de niña pequeña.

Pero cuando cumplió catorce años, Lums dejo de aparecer ante ella.

―Lo sé, pequeña Briss. ―Le acaricio la espalada con cariño.―Hay muchas cosas que tengo que contarte y también a los otros tontos.

Antes de que la princesa heredera respondiera, sintió como alguien la tomaba de la muñeca con fuerza, jalándola hacia atrás, provocando que fuera abrazada por alguien. Frunció el ceño y ella levantó la vista.

Unos preciosos ojos de color esmeralda se cruzaron con los suyos.

Isis.

―No solo no me tratas con respeto, ahora intentas seducir a mi bella prometida. ―Los ojos del príncipe se desviaron hacia el nuevo papa con furia.―¿Acaso no valoras tu inútil vida? ―Pregunto con frialdad.

El amenazado le lanzo una mirada a Briss, la cual estaba en un shock.

No esperaba ver a Isis aquí, se supone que él estaría entrenando con los caballeros como siempre lo hace.

―Creo que hay un error, príncipe Isis. ―Intervino Brissey antes de que Lums tomara la palabra, conociéndolo, era posible iniciar algo.

Luminas era un espíritu burlón con las personas que no le caen bien y por la cara en que ve a su prometido, es obvio su desagrado hacia él.

―¿Hay un error en lo que ven mis ojos princesa Brissey?

Isis la miro sin ninguna expresión en su rostro. Estaba muy furioso.

―Dime, ¿es normal estar en los brazos de otro hombre al aire libre?

―Y-Yo... I-Isis

 ―Eres mi prometida y tienes que respetarme a mí, el príncipe de este imperio. ¿Qué dirán los nobles de ti? Que eres una cualquiera.

Tanto Brissey como los demás se sorprendieron ante esa última palabra. Aisha nunca se esperó que su hermano le hablara de esa forma a su prometida. Inconscientemente, Briss comenzó a temblar.

―Hermano, no creo que le debes de hablar así a Bris...

―Aisha, esto es entre yo y Brissey, no interfieras.  ―Interrumpió a la menor, sus ojos fríos estaban en su prometida.―Hablaremos cuando lleguemos al palacio y tú, mantente alejado de mi novia, ¿entendiste?

―Lo haré si la princesa Brissey quiere, príncipe heredero.

―¿Estás desafiando mi orden? 

―Y si lo hago, ¿qué pasaría príncipe heredero? ―Se burló Luminas.

Antes de que se iniciara una gran pelea, el emperador y la emperatriz llegaron. El primero frunció el ceño por el ambiente tenso en el aire más no dijo nada pero noto los ojos enrojecidos de su futura nuera.

También vio como su hijo estaba enojado y su hija con la cabeza baja.

¿Qué paso en mi ausencia?

Bien dicen que estando celosos, pueden sacar lo peor de uno.