CAPITULO 2

200 12 7
                                    

El ruido de la alarma me recordó que amanezco otro día en el planeta tierra, dormí menos de una hora, pero tengo que ir a la escuela.

Tengo los horarios de sueño super cambiados, a la noche en vez de dormir suelo quedarme llorandole a la galería de mi celular o también a veces trato de mirar pelis, o series para distraerme, por eso duermo toda la tarde.





- buen día - saludé a mi mamá cuando llegué a la cocina

- hola mi vida - me saluda con el beso en la frente que siempre acostumbra a darme - te preparé el café con leche, te hago tostadas?




Siempre tomo café con leche antes de ir a la escuela, solía comer también, pero ahora de pedo que digiero bien el café, una comida me caería demasiado mal.





- no ma, así esta bien, gracias - le respondí mientras me sentaba en el desayunador para tomar lo que ella me había preparado

- hoy a la tarde vamos a ir al médico, no puede ser que estés comiendo tan poco, te vas a terminar enfermando - sentándose en frente mío

- estoy bien mami, no exageres - después de tomar un sorbo de café

- no exagero nada, y vas a ir te guste o no, y también vas a ir al psicólogo - sigue insistiendo mientras desayuna ella también

- no voy a ir de ningún psicólogo ya te dije mil veces

- colabora un poco Maria por dios! todos queremos estar bien, dejate ayudar - su tono ya se había elevado

- cuantas veces te tengo que decir que nadie me puede ayudar? - parandome - sabes muy bien que nadie me puede ayudar, deja de insistir te lo pido porfavor, estoy harta de estas conversaciones de mierda






Terminé de tomar el café de un sorbo bien grande y me fui, ella no dijo nada, solo miró lo que hacia.

Caminé hasta la escuela mientras algunas lágrimas paseaban por mis mejillas, cuando fui llegando me saqué las lágrimas y entré maldiciendo otro día mas en el infierno.
...






- profe - dije levantando la mano - puedo ir al baño?

- si - respondió la profesora de Filosofía





Me pare inmediatamente y caminé lo mas rápido que pude hacia mi destino, tengo una licuadora en la panza, tomar ese café con leche rápido y angustiada no fue buena combinación.

Apenas llegué al inodoro vomité y sentí como el mundo empezó a girar, tiré la cadena y me pare como pude, salí del baño y me apoyé en la baranda de los pasillos para tomar un poco de aire.





- estas bien? - escuché una voz a lo lejos, pero cuando giré a mirar noté que en realidad estaba a centímetros





No pude contestarle y me desvanecí en los brazos del chico, cuando me desperté estaba en dirección, recostada en un sillón que tienen ahí.





- que pasó? - pregunté confundida mientras me sentaba

- hola - me saludó una señora dulcemente, lo único que pude hacer fue sonreirle con boca cerrada - te desmayaste

- *suspiro* me duele la panza - apoyando mi cabeza en mis manos

- ya llamamos a tu mamá, esta viniendo a buscarte - pasando su mano por mi espalda en forma de tranquilización

- gracias - dije débil, ella me sonrío

- yo soy psicóloga sabes? los directivos me contaron lo que paso con tus...

- bueno no se meta - dije muy bruzcamente sin dejarla terminar de hablar - p-porfavor - noté que la forma en que lo dije sonó muy feo

- esta bien, pero si queres hablar, estoy - dijo mientras volvía a pasar su mano por mi espalda




No le pude decir nada, solo le sonreí en forma de agradecimiento, creo que me entendió, o eso espero.

Después de un rato por fin llegó mi mamá.






- no me digas nada porfavor - dije mientras me subía al auto

- ya estoy cansada de decírtelo - respondió mirando al frente

- yo también estoy cansada

- de que? que te quiera cuidar? - se le corto la voz en las últimas palabras

- de estar viva





Noté su mirada unos segundos en mi, pero no me giré a mirarla, solamente hice fuerza para que no cayeran mis lágrimas pero algunas no las pude retener, después de un ratito arrancó el auto y se dirigió a casa, solo me bajé yo, ella tenía que ir a trabajar.

Entre a mi casa, me dirigí a la pieza, se escuchaba la música al palo de mi hermano en la habitación de al lado, así que fui enojada a retarlo, eran las 8 de la mañana.





- q-que haces? - me quedé helada al abrir la puerta

- que haces vos enferma!? como mierda vas a entrar así!!? - se levantó de la silla y vino enojado hacia mi

- que mierda haces Juan Manuel? - sentí como se me cristalizaron los ojos

- de alguna forma me tengo que olvidar que mi vida es una mierda no? - sus ojos también se cristalizaron

- me estas jodiendo!? - lo empujo - egoísta de mierda! - grite mientras mis lagrimas no paraban de caer - peleo todos los putos días con mis ganas de meterme un tiro, sabes por que? por mamá - lo vuelvo a empujar - y vos drogandote Juan Manuel me estas jodiendo!!!?





No me reconocía ni yo misma, mi voz cada vez se elevaba mas y mis lágrimas no paraban de caer, cada vez que podía lo volvía a empujar.





- después me decís depresiva a mi? con que cara? imbecil! por lo menos afronto lo que me pasa y no trato de olvidarmelo pegada a una botella de vodka o un paquete de merca





Quise empujarlo devuelta pero agarró mis brazos.





- afrontas lo que te pasa? te la pasas llorando, todo el día tirada en la cama, nisiquiera comes Maria! yo con una linea me olvido de todo y soy un poco mas feliz, por lo menos por un rato

- te odio - soltandome de su agarre - te odio, te odio, te odio - repetí mientras mis lágrimas seguían cayendo e iba dejando puños en su pecho





Me intentó tranquilizar pero no pudo, porque me alejé yo misma.





- no entendes que no tenemos de donde agarrarnos? - mis tonos de voz ya eran mas bajos - no nos sigas hundiendo




Me fuí del cuarto antes de que quiera decirme algo, me tiré en la cama y repetí el loop en el que vengo hace meses.

DESAFIANDO AL DESTINOWhere stories live. Discover now