Tu dulce y tierna voz - [Romeo x Gecko] Pj Masks

[31]: "Haré lo que sea por ti"

—Greg...

Susurró inconscientemente, provocando que ambos se encontraran con la mirada. El tiempo se pausaba gradualmente como si fueran unos segundos eternos en que sus miradas se cruzaron y el rostro del pequeño rubio se tornaba triste. Sabia de lo que se le culpaba y nada era su culpa. Greg volteó su mirada para evitar llorar, pero de la nada, sintió como su mano izquierda era tomada por la de Romeo.

—¿eh...? —La madre del rubio se topó con la escena: Romeo tomando de la mano a Greg. Se arrodilló a la altura de ambos y mencionó amable. —...Greg, cariño, ¿es tu amiguito?

—¡Y-yo lo siento! —Exclamó avergonzado y soltó la mano del más pequeño, quien también se había sonrojado y sentía cosquilleos en su estómago.

—... mamá, si es mi amigo y también es.... —Su voz sonaba temblorosa. ¿Acaso estaba por confesarle que era el niño que le gustaba? ¡¿Ahora?!

— ¡...Soy el que robó la llave!

De inmediato los allí presentes, y sobre todo el director, escucharon esa acusación dicha por Romeo. Éste corrió hasta la enfermería que no quedaba lejos del lugar, ingresó sin tener discreción, buscando con la mirada al Ninja, quien se encontraba en sentado en la silla cerca de la ventana con una venda en su cabeza y comiendo unos caramelos ofrecidos por la enfermera.

—¡Tu...! —Caminó en dirección al Ninja, quien se sorprendió y no pudo hacer nada cuando Romeo le arrebató la llave del bolsillo de su prenda y huyó lo más rápido que pudo, sin prestar atención a los gritos del otro villano.

Llegó hasta el pasillo donde se hallaba el director, dos maestros y Greg con su madre. Se detuvo, respiró hondo y entregó la llave en las manos del director.

—Discúlpeme, yo planee todo. —Mencionó decidido. —...Greg no hizo nada.

El pequeño no aguantó sus ganas de llorar, y antes de que pudiese correr hacia Romeo, el director pidió amablemente que el pequeño científico ingresara a la oficina junto con el maestro que lo había descubierto.

Por otro lado, la secretaría se acercó hacia la madre del pequeño rubio.

—Señorita Leila, ahora el director estará ocupado en cuanto a este asunto, luego la llamaremos para hablar con usted. Pueden retirarse si así gustan.

—Esperaré su llamado, muchas gracias. —Mencionó, mientras tomaba de la mano a su hijo y se retiraban del lugar en dirección al automóvil.

Llegaron a la vivienda. Y en el comedor, mientras le servía una taza caliente de chocolate, quiso entablar conversación con el pequeño.

—Cariño, ¿tienes algo que decirme al respecto? —Preguntó la fémina, mientras acariciaba la cabellera de su hijo. No buscaba obligarle a hablar, pero quería que él sintiera la confianza de contárselo por su cuenta cuando fuese necesario.

—...Lo siento mucho, mamá. —El pequeño dudaba en decir la verdad o no, pero su madre merecía una respuesta, confiaba en ella. —...Ese niño es mi amigo, lo conozco hace poco y... —Jugaba con sus manos en un intento por calmarse. —... me agrada, mucho. ¡Y-y él se culpó a sí mismo, mamá, él no tiene la culpa!

—... ¿Te estás culpando a ti mismo, Greg?

—La verdad es que... ¡P-prometo resolver esto y demostrarte que...! —Su madre detuvo su habla, puesto que lo veía aun nervioso.

—Ya, mi cielo... Hablé con el director y no quiere aplicar ninguna sanción contra ti, todo el año te has comportado como un buen niño que hasta él mismo y tus maestros creen que alguien te obligó a hacerlo...—Acarició su mejilla, sin embargo, Greg aún no se hallaba tranquilo. —Mañana lo resolveremos, ¿ok?

Y antes de que ella se retirara del comedor para preparar la cena, mencionó de repente: —...Y no te preocupes, tu papá no se va a enterar de esto.

Greg se recostó en la silla, mirando su taza de chocolate y suspiró.

Al menos su padre no se iba a enterar de esto y así se salvaría de un castigo mayor.

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Hola. Espero que les guste, y nos vemos en la próxima. Gracias a todos por darme la bienvenida nuevamente jaja uwu 💖✨