Just You And Me || Charles Leclerc

24

Pov de Charles

Hasselt, Bélgica

Estoy estacionado frente a unos departamentos mientras espero a Charlotte.

Ayer por la mañana me llamó diciéndome si podíamos hablar de nuevo y yo acepté, obviamente.

Hoy por la madrugada llegue a Hasselt y eso causó un gran revuelo en noticias, que afirman que mi llegada es por la pequeña Verstappen y es cierto, pero no tengo tiempo para noticieros chismosos.

Veo como la puerta de la recepción se abre y me apresuro a salir del auto.

Charlotte me ve y me regala una sonrisa mientras se acerca a mi.

Estoy frente a la puerta del copiloto.

—Hola.— me saluda, se acerca a mi y me da un pequeño abrazo antes de entrar al auto.

Le cierro la puerta y me subo por la puerta del piloto.

—¿A donde quieres ir?— le pregunto.

—Donde sea pero necesito estar lejos de Joshua y Hunter.— me dice con una sonrisa.

—¿Joshua y Hunter?

—Oh si, estoy viviendo con unos compañeros de la universidad ahora.— me explica. —También tengo una compañera, Eli.

—¿Te fuiste de casa de tus padres?— le pregunto sorprendida.

—Si... Fue algo repentino, pero estoy bien.

—Me alegra.

—¿Y como te está yendo después de el accidente?— me pregunta.

—Bien, ya no me duele el codo tanto.— le informo.

Llegamos a la cafetería y ambos nos bajamos.

Al entrar la atención de todos va directamente a nosotros.

—Al parecer tenemos admiradores.— me susurra Charlotte al oído antes de seguir caminando hacia una mesa.

Nos sentamos en la mesa y ella pide algo de desayunar.

—¿Puedo preguntar algo?— le digo mientras ella observa su celular.

—Claro.

—¿Qué pasó realmente entre tu y tus padres?— le digo, ella me mira y su cara cambia repentinamente.

—Mi padre, me culpa del accidente entre tú y Max.— me dice. —El día del hospital... Me insultó de una manera que no me gustaría recordar.

—No creo que sea solo eso...— le digo y ella aparta la mirada.

—Ellos me obligaron a decidir entre tú y ellos cuando terminamos.— me dice.

—¿Qué? ¿Qué ellos que?

—Yo tuve la culpa lo sé, pero...— mueve la cabeza en negación. —No sabía que hacer.

—¿Te das cuenta que tu familia es una manipuladora, egoísta y rencorosa?— me digo

Ella funce los labios y ladea la cabeza.