Monóculo 33

Capitulo 1: El comienzo.

El sol se filtraba perezosamente por las cortinas del modesto departamento en la calle 21, despertando a Tadeo Zhang de su sueño agitado. La noche había sido una sucesión de pesadillas y sueños extraños que le dejaron una sensación incómoda en el pecho. Se levantó de la cama con desgano, sintiendo el peso de las últimas semanas en sus hombros.

Tadeo: (bostezando) Buenos días... o, mejor dicho, buenos días en este extraño juego de simulación llamado vida. ¿Quién necesita una taza de café cuando se tiene un desfile interminable de sueños rotos?

La vida en el bar nocturno donde trabajo no está siendo generosa con mi paga últimamente. Los clientes son escasos y las promesas de las propinas se han vuelto tan escasas como las promesas de los políticos en campaña. Mientras me visto, una sensación de añoranza invade mi mente.

Tadeo: (suspirando) ¿Cuándo fue la última vez que vi a mi familia? Los extraño más de lo que puedo expresar con palabras. Pero aquí estoy, atrapado en esta ciudad llena de extraños, tratando de encontrar un sentido en medio de este caos cotidiano. Al menos..., no estoy solo, al menos tengo a estos dos tontos.

Me gustaría no sentirme como un estorbo...

(...)

Con mi mente sumida en un mar de resignación, me dispuse a realizar las tareas cotidianas. Decidí ir al supermercado para abastecer mi departamento de provisiones básicas. Emprendí el camino, esperando esta vez no encontrarme con mis ex compañeros del colegio. No es que los odie, ni nada. Pero, realmente no me genera ganas de socializar...y menos, cuando no fui de los que tenían un grupo de amigos.

Al llegar al supermercado, navegué por los pasillos, recogiendo los elementos de mi lista de compras con una indiferencia calculada.

¿No les pasa que van a comprar algo y caminan por los pasillos para ver cosas que jamás vas a comprar? Seguro debo tener algún problema, pero no seré el único, creo...

Sin embargo, mi atención fue capturada por un hombre misterioso que parecía seguirme los pasos.

Tadeo: (con una sonrisa burlona) Ah, otro personaje de la serie "Extraños Encuentros en el Supermercado". Debería ganar un premio por atraer a los más extravagantes.

El hombre misterioso, vestido de negro y con un sombrero de ala ancha, parecía estudiar detenidamente los productos que seleccionaba. 

Nota mental: Por favor, deja de ser tan directo Tadeo. No todos son "Lya" que aguantan tu mal humor de la mañana. 

Una de dos: Es un viejo pervertido o, me quiere robar. 

Tadeo: (con una mirada irónica) ¿Le interesa la sección de cereales? Le prometo que hay una gran oferta en copos de maíz. El desayuno perfecto para los amantes del aburrimiento.

Hombre misterioso: (con una sonrisa enigmática) No, no me interesan los cereales. Pero tus elecciones de compras son... fascinantes.

Tadeo: (levantando una ceja) Fascinantes, dices. Bueno, supongo que todos tenemos nuestros gustos peculiares.

Mientras intentaba descifrar al enigmático hombre, mis amigos Duncan y Lya aparecieron en el supermercado, cada uno sumido en su propia ocupación diaria.

Duncan: (con un tono desanimado) Hola, chicos. ¿Qué hacen aquí? ¿Intentando encontrar algún atisbo de emoción en medio de los pasillos llenos de productos enlatados?

Lya: (con una expresión ocupada) Hola, chicos. Estoy en un apuro, solo necesito recoger algunos medicamentos antes de dirigirme al hospital. ¿Han visto la farmacia?