Capítulo 6

878 69 0
                                    

Chloé Mikaelson

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Chloé Mikaelson

Estaba tumbada en la cama mirando el techo, después de mi ataque de nervios Klaus me había subido a la habitación.

Me puse el pijama y me obligó a tumbarme en la cama, estuve ahí todo el rato hasta que fingí que me había dormido dejó un beso en beso en mi cabeza y se fue.

No quería pensar en eso así que hice lo posible para dejar mi mente en blanco, quito la sabana de mi cuerpo y me pongo de pie.

Camino hasta la ventana y me quedo mirando hacia fuera, inconscientemente mi mano viaja hasta la marca.

Cierro los ojos cuando siento un pequeño ardor, camino hasta la cama y me tumbo, unos minutos después La puerta es abierta, Klaus asoma su cabeza.

-Puedo?- pregunta asiento y me siento en la cama- te traje chocolate caliente- me entraga la taza y se sienta a mi lado, tomó un sorbo.

Los dos nos quedamos en silencio, pero no era incómodo, sabía que tenía muchas preguntas pero no estaba lista para hablar y menos con el.

-No se que es lo que pasó- empieza a hablar haciendo que le mire- pero quiero que sepas que estoy aquí para ti para lo que necesites- dice y muerdo mi mejilla interior para no derramar que las lágrimas que se acumulan en mis ojos, al ver que no digo nada suelta un suspiro y se pone de pie- te dejo para que descanses.

Sin pensarlo me pongo de pie y lo abrazo fuerte sintiendo las lágrimas bajar por mis mejillas, al principio se queda parado sin moverse pero al cabo de unos segundo siento como me devuelve el abrazo.

Y por primera vez en veinte años olvido todo y disfrutó de la paz y me siento protegida y que mientras este aquí con el nadie podrá hacerme daño.

Siento como su mano acaricia mi cabello con cariño.

-Lo siento cariño- dice y suelto un sollozo sin poder contenerlo- dime que puedo hacer por ti- dice y me separa de el para limpiar mis mejillas- que te pasa Chloé?- pregunta y lo único que hago en negar y me vuelve a abrazar.

•••

Klaus se quedó conmigo hasta que me quede dormida, pero la paz no duró mucho.

Me desperté sintiendo un ardor en la maldita marca, quito la sabana y me pongo de pie, aun es de noche y al ver el reloj veo que son las cuatro de la madrugada.

Siento un presentimiento al ver desde la ventana, sin dudarlo me pongo una pantuflas que envientro tiradas en la cama y con el pijama salgo de la habitación.

Bajo las escaleras haciendo el menor ruido posible, salgo de la mansión y la brisa de la noche golpea mi cara.

Camino sin rumbo fijo hasta que llego al cementerio, hago una mueca pero sigo caminando, mis pisadas son lo único que se escucha en el silencioso sitió.

La fina tela de mi pijama hace que mi piel se errice y me arrepiento de no haberme puesto algo encima.

Llegó hasta el centro del cementerio y me quedo parada sin saber a donde ir, no entiendo lo que me esta pasando.

Primero la marca, después tirarme de un puente y ver a Liam y ahora estoy en el cementerio sola a altas horas de la noche sin saber porque.

Todo esto era muy confuso.

Me tensó sl escuchar unos pasos detrás mia, cierro los ojos al sentir como una opresión corazón y ahí es cuando su característico olor llega a mis fosas nasales.

-Ali- abro los ojos al escuchar su voz.

Mi respiración se vuelve más rápida y siento como si me corazón fuera a salir de mi pecho.

Armandome de valor me tiro despacio cuando mis ojos chocan con los suyos, un torbellino de emociones me asaltó.

La sorpresa se apoderó de mi ser, una ola gigantesca que me dejó sin aliento, mi corazón, que había estado sumido en el dolor, de repente latía con una fuerza desbordante, como si quisiera escapar de mi pecho y reunirse con él.

La incredulidad me paralizó por un instante mis ojos se abrieron desmesuradamente mientras mi mente luchaba por procesar la imagen delante mía.

¿Era posible? ¿Podía ser él realmente? La esperanza, que había sido una débil llama a punto de extinguirse, ahora ardía con el brillo del mediodía.

Pero con la esperanza también llegó el miedo, el temor a que fuera una ilusión, un espejismo cruel.

Y luego, la alegría. Una alegría pura y desenfrenada que brotaba desde lo más profundo de mi alma, una alegría que no conocía límites ni razón.

Las lágrimas, que brotaron sin previo aviso, no eran de tristeza, sino de un alivio abrumador.

Era él. Estaba vivo. Y en ese momento, nada más importaba.




Hola amores, como estáis?, espero que bien.

Después de mucho tiempo porfin puede terminar de escribir este capítulo, se que he desaparecido por mucho tiempo pero la vida es muy cruel y digamos que mi vida parece una maldita novela dramática por lo cual me quita todo mi tiempo y creatividad😮‍💨, bueno nos os quito tiempo con mi dramática vida. 🫡

Como podéis ver este capítulo este lleno de emociones.

Espero que os guste el capítulo y me dejéis en comentarios que es lo que pensáis y vuestras teorías. 🫣

No olvidéis votar y comentar.

Con mucho amor Avani. 🫶💕





𝓜𝓲𝓴𝓪𝓮𝓵𝓼𝓸𝓷Donde viven las historias. Descúbrelo ahora