Cuarenta Días En El Bosque

Capítulo 3.

Aslie

Andrea había abierto la puerta de mi habitación interrumpiendo lo que sea que Alex me iba a hacer. ¿Debería molestarme? En parte sí ya que se rompió el hermoso momento en el que estábamos, por Dios, iba a besar a mi crush de toda la vida. Aunque también debería agradecer, no sabría cómo nos trataríamos después de esto, estoy segura que no será lo mismo, hay que desastre.

- Ammm, ¿interrumpo? -preguntó.

No, claro que no, nomás jodiste mi bello momento con mi amorcito.

- No tranquila. ¿Que pasa? -dije con una sonrisa.

- Es que Tom nos llama a todos al salón, quiere anunciar algo. Si quieren le digo que no pueden bajar.

- No, no, no. Ya Alex se iba ¿no Alex? -dije mirándolo con súplica.

- Si, bueno vamos a ver qué quiere Tom. -dice levantándose del asiento tendiéndome la mano. La cual acepté.

Ya sentados todos en el salón Tom comenzó a hablar.

- Bueno como ya saben este es el día número uno que llevamos aquí, o sea nos quedan treinta y nueve días juntos, no recuerdo si les dije que iban a haber ciertas reglas, pero bueeeno, después me di cuenta que era demasiado estúpido así que no, el caso es que tengo una súper idea. -dijo Tom con entusiasmo.

- Cuéntala hombre -dijo Javier.

- ¡Llamaré a todos nuestros amigos del colegio para que vengan y haremos una grandiosa fiesta! -gritó Tom.

- ¿En serio? -pregunté a lo que él asintió.

- Tom, eres el mejor. -dijo Andrea.

- Lo sé perra. -dijo y le lanzó un beso.

- Vale, ¿cuándo será? -preguntó por primera vez Alex.

- Mañana en la noche, ya verán, va a ser la mejor fiesta de la historia.

- Ya. -dije.

Después de que todos me hicieran una mueca por mi negativo comentario, tomamos palomitas y nos acomodamos en los sofás para ver una peli.

- Buscando a Nemo.

-Bob esponja.

- Cincuenta sombras de Grey. -propuso Javier.

- Javier ¿qué carajo? ¿a ti que te pasa? -dijo Andrea.

- Hay no sean amargados, que asco de vida tienen. -dijo con un patético intento de parecer indignado.

- Ya basta, yo voy a elegir la peli, par de inmaduros -dijo Tom.

- Idiota -dijimos todos a la vez.

Nos decidimos todos ignorando las quejas de Tom para ver "Fantasma". Yo estaba en un sofá con Alex, tenía mi cabeza apoyada en su hombro, más a gusto no podría estar, otro sofá estaba habitado por Javier y Tom y el último solo por Andrea, así lo decidió ella.

Eran las cuatro de la mañana, solo quedábamos yo y Alex despiertos, creo, levanté un poco mi cabeza y error, también estaba dormidito como un bebé. Sonreí y me volví a acomodar en su pecho. 

Alex

Le estaba enseñando a jugar Xbox a Tom en la habitación de Aslie, ella estaba con Javier y Andrea en el salón invitando a todos para la fiesta que habrá esta noche. La verdad es que me asombró que Tom me pidiera esto en vez de estar ayudando en su propia idea.

- Este de aquí es para disparar, ¿okey? Y este para avanzar más rápido, y este de acá es la mirilla. ¿Vas entendiendo algo? -le estaba señalando los diferentes botones del mando.

- Claro, claro, es fácil. -dijo mirando hacia el televisor nervioso.

- Emm, vale. -dije.

Horas de juego más tarde y de que asesinara a Tom como trescientas veces bajamos a por comida. No vi a ninguno en el salón por lo que supuse que estaban en sus cuartos arreglándose.

Aslie.

Estaba en el cuarto de Andrea porque ella me había pedido ayuda con su ropa. Le dije que colocara el vestido negro corto que tenía y unos tacones, aceptó agradeciendome y entrando al cuarto de baño.

Cuando fuí a el mío los chicos no estaban jugando así que me fue más fácil arreglarme, pero antes tenía que ducharme. Después de una larga y relajante ducha estaba envuelta en una toalla escogiendo que ropa ponerme, me decidí por un abrigo corto y un pantalón holgado, mis zapatillas, un simple maquillaje y el pelo suelto. Aún era temprano así que me puse una ropa más cómoda antes de usar la otra. Bajé a por comida y me encontré a Alex tomando agua y a Javier en su celular en la barra.

- Hola. -saludé.

- ¿Que tal todo? ¿Cuántos vienen? -preguntó Alex.

- La verdad vienen muchos. -dije emocionada.

- Y más con los que acabo de invitar. Por cierto, todo está bien, aquí hay varias bebidas fuertes, la música la traerá Jacob, un amigo que es como DJ y pues ya más nada, cerraremos todos nuestros cuartos por si acaso y supongo que lo que queda es esperar. -explicó Javier.

- Vale -dijimos Alex y yo al unísono.

Ya solo quedaba una hora para que comenzara todo, y escuché voces desconocidas así que supuse que estaban llegando, entré a mi habitación para arreglarme lo mejor posible.

Estaban tocando la puerta de mi habitación, le dije que pasara y era Andrea, madre mía.

- Querida permíteme decirte que estás demasiado guapa, Dios, estás echa una Diosa -dijo tomando mi mano y haciendo que de una vuelta.

- ¿Yo? Pero si tu estás echa una hermosura, ya sabía que ese vestido te iba a quedar de muerte. -dije sonriendo.

- ¿Te ayudo? -dijo viendo que estaba por plancharme el cabello.

- Claro. -dije tendiéndole la plancha.

Alex.

Ya estaba listo, me miraba en el espejo de mi habitación y bastante guapo que era ¿no?

¿Qué estoy diciendo? Soy patético.

Alguien estaba abriendo la puerta de mi habitación y era Tom. Se me quedó mirando más de lo normal pero no le di importancia.

- ¿Ya estás? -preguntó entrando por completo.

- Emm, si ya. -dije tomando mi celular y saliendo de la habitación.

Ya afuera se escuchaba la música, y pude ver a varias personas, estoy seguro que faltaban muchos más, porque aún no es la hora de comienzo. Iba a ver si Aslie estaba lista cuando alguien tocó mi hombro.

- ¡Hola Alex! -chillaron por detrás.

Diosito de mi vida dime que no es ella por favor.

Me volteé y efectivamente, era ella.

- Hola de nuevo Meredith.

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