El secreto de Foolish

Dejándole con las ganas.

Se habían reunido en la casa del amante del morado para ponerse de acuerdo en algunas construcciones que querían hacer en el servidor, solo que había cierto problemita que parecía hacerse más y más grande gracias a que su atención dejo de estar en sus palabras (las cuales hacía un gran esfuerzo por entender) para pasar a los labios ajenos que lucían bastante tentadores y es que para Vegetta era casi imposible poder mantener la decencia cuando tenía a semejante Dios frente suyo.

- Vegitta?, Are you ok?- preguntó Foolish tomándole del rostro queriendo asegurarse que no tenía fiebre o algo por el estilo, ya que era bastante obvio que tenía la mente en otro lado.
Incluso creyó que le estaba aburriendo con tanta charla, sabía lo molesto que llegaba a ser cada que platicaba con alguien de sus proyectos y no había forma de detenerlo a menos que él mismo se diera cuenta que estaba acabando con la paciencia ajena.- You need something?

Lo vió asentir y no tuvo ni tiempo de decir algo más ya que unos labios tomaron los suyos con desesperación mientras unos brazos envolvían su cuello en busqueda de contacto, logrando que perdiera el equilibrio y terminarán cayendo sobre aquella mesita en medio de la sala, llevándose con ello sus planos que ahora pasaban a algo sin importancia.
Vegetta debajo de él con una mirada bastante coqueta que le incitaba a continuar con el beso un poco más.
¿Y quién era él para negarse?
Tenían bastante tiempo para terminar sus proyectos y unos besos no se le niegan a nadie.

No saben como es que siempre solían terminar en esta situación, pero de todas formas no les molestaba para nada.

Vegetta había enredado sus piernas al rededor de la cadera de Foolish evitando que siquiera pensara en alejarse.
Soltando leves jadeos cuando los dientes del rubio rozaban sus labios causándole algo de daño, el cual claramente le fascinaba, parecía haberle tomado un gustito especial al sabor metálico de la sangre.
No era de sorprenderse que tuviera un lado masoquista que había aumentado apenas comenzó a salir con el semi dios.
Aquellas manos tan grandes, su diferencia de altura y la forma en que le cargaba con facilidad y terminaba empotrándolo contra la pared cada que se besaban eran su debilidad.
Saber que quizás podía obtener más de él había logrado aumentar la temperatura de su cuerpo.

- Vegitta- susurró Foolish apretando el agarre en la cintura del moreno. Sintiendo como estaba a muy poco de perder la cordura y ceder totalmente a sus más bajos deseos y sabía que eso no era posible, no aún.

- Please... more- Gimió frotándose contra él como desesperado. No sentía vergüenza al mostrarse en un modo tan sumiso, la erección bajo su ropa comenzaba a doler y si tenía que rogar lo haría con todo gusto.- Fuck me, follame... I need you

Parecía que andar de hormonal le daba un inglés bastante bueno porque aquella pronunciación era de las mejores que había tenido hasta el momento.

Tomo aquellas manos e hizo que las colocará sobre su pecho desnudo.
¿En qué momento la ropa estaba desapareciendo?
Oh claro.
Tuvo la gran idea de rasgarla para ahorrar tiempo.
Y no es como si fuera de andar completamente vestido, sus atuendos solían ser más ligeros por comodidad y en este caso, para poder pasar directo a lo que necesitaba desde hace meses.
No quería tener que alejarse ni un milímetro de su novio solo para deshacerse de la molesta tela que evitaba un contacto más íntimo entre ellos.

Gimió con fuerza cuando sintio a Foolish  chupar y morder sus pezones como un crío en busca de alimento.
Paseaba la lengua como si degustará el más exquisito dulce y el roce de los dientes mandaba corrientes eléctricas por todo su cuerpo.
Enredo sus dedos entre las rubias hebras haciéndole saber lo bien que se sentía con esas atenciones, solo que no le parecía justo ser el único que disfrutaba. Con algo de dificultad puso entre medio de sus cuerpos su mano derecha frotando sobre la ropa aquel miembro ya erecto y listo para entrar en acción, teniendo algo de húmedad en la punta llegando a manchar un poco sus pantalones por lo excitado que se encontraba.
No sabía si prefería tenerlo en su garganta o dentro suyo llenandole con fuerza hasta hacer un cream pie.

Los gruñidos del mal alto no se hicieron esperar y siguió masturbándole intercalando el ritmo hasta que aquella respiración se escuchó pesada y los besos habían llegado a su cuello dejando varias marcas que tardarían días en borrarse.
El movimiento de caderas del rubio le hacía entender que no era suficiente, necesitaba el toque directo entre su piel.
Solo que al momento en que metió sus manos, un chillido captó su atención y el dolor invadió su parte baja.

No tuvo tiempo de siquiera reaccionar, ahora estaba semi desnudo en el frío suelo sin entender que sucedió.
¿Acaso Foolish lo había empujado?

Parecía como si su toque le quemara y en vez de solo alejarse decidió aventarle con fuerza logrando que cayera de la mesita y ni oportunidad tuvo de meter las manos para amortiguar el golpe.

- Y-yo lo siento. Irme yo... I have to go!- le vió huir cubriéndose la entrepierna con ayuda de su capa.

¿Eso fue todo?

Ya se estaba cansando de que cada vez que intentaba pasar a tercera o incluso cuarta base, el rubio siempre salía corriendo.
Dudaba que fuera virgen y los nervios le hicieran una mala jugada, porque a como solía desenvolverse, claramente había una experiencia que él buscaba probar también.

- ¿Hay algo malo conmigo? - vio su reflejo y no podía entender nada.
Tenía una figura de ensueño que hacía caer a cualquiera, incluyendo Dioses y más (como podía verse al tener cierta historia con cierto angelito/demonio en el pasado).
Unos ojos preciosos que podrían hacer ceder hasta al más vil, unas piernas fuertes que podrían ahorcar a quien fuese y que decir de su pecho con su famoso six pack que había sido lo que más atrajo al híbrido la primera vez que le vio sin armadura.

¿Por qué Foolish no parecía querer aprovechar?
¡Que se abría de piernas frente a él!
Y cada que intentaba pedirle una explicación solo obtenía excusas.

Iba a descubrir que demonios le pasaba a su novio como para no querer follarle con fuerza contra cada rincón de la casa.
Pero lo haría después, ahora tiene que arreglar cierto problemilla que no parecía querer desaparecer ni con un baño de agua fría.