Nuevo comienzo

•02 •

Irina

La semana avanza con rapidez, y el crudo invierno cada vez se hace más presente, eso significa que las festividades se acercan. Eso me da un poco de tristeza.

Me acerco a la oficina del señor Shepard y golpeó.

—Adelante—escucho. Para mi sorpresa Dean Winchester se encontraba ahí, hoy era martes. Que extraño, pensé.—Hola Irina.

—Buenas tardes, quería avisarle que ya me voy—le recuerdo—Mas tarde le envío el informe contable.

—Dale, muchas gracias—me responde—Que salga todo bien, cualquier cosa me avisas.

—Gracias—murmuro y salgo de la oficina, no sin antes haber cruzado mirada con Dean, tiene algo que no puedo explicar. Hace que se me erize la piel.

Conduzco hasta el centro para asistir a mi turno.

—Irina Harrison—escucho mi nombre, es una señora de mediana edad. Parece amable. Entro a su consultorio y tomo asiento.—¿Cómo te encuentras?

—Bien, no me puedo quejar—expreso. Asiente y toma una planilla.

—¿De cuánto tiempo estás?—me pregunta.

—Dieciséis semanas—le respondo. Hace unas preguntas más para completar su planilla y le entrego mi historial médico. Teresa será mi obstetra.

—Bueno, eso es todo. Te daré las órdenes para laboratorio—me dice—Ahora haremos la ecografía de control y veremos si deja ver qué es.

Los nervios se apoderan de mí, al igual que la emoción.

Me recuesto en la camilla y observo.
Escuchar su corazón latir, me hace lagrimear.

—Felicidades mamá, es un varón—me dice.

Teodoro Harrison.

Después de sacar dudas en la consulta, y sacar mi turno para laboratorio. Logre tener su permiso para volver a hacer ejercicio, claramente uno muy ligero.

En el trabajo usaba camisas muy sueltas, porque sino era muy evidente mi embarazo. Sólo Shepard lo sabía.

Me inscribí en un gym del centro. Después de consultar con un instructor. Decidi solo correr en la cinta, a un ritmo leve.

Casi después de media hora, me empecé a sentir observada.

Entonces, mi mirada se encontro con Dean. No lo podía creer, de todos los gimnasios, de verdad tenía que venir a este.

—Mira Irina, él es Dean. Uno de nuestros mejores instructores—me dice Logan, el que me asesoro.—él puede ayudarte mejor con tu entrenamiento.

—Claro—murmuró.

—Irina empezó hoy, esta embarazada asi que su entrenamiento tiene que ser cuidadoso—le explica Logan.

—Ya veo—responde.—Yo me encargo, gracias Longan.

Mi respiración se empieza a agitar cuando se acerca más. ¿Qué te pasa Irina?. ¿Serán mis hormonas?.

—¿Estás bien Irina?—me pregunta. Asiento—¿Hace cuánto estás trotando?

—Hace media hora—logro responderle. Lo veo pensar.

—Deberias parar—murmura—Tienes que tomar un descanso.

Cedo finalmente, me siento en una banca. Y me alcanza mi botella.

—Gracias—le digo. Asiente.

—¿De cuánto estás?—pregunta, su pregunta me parece un poco personal pero igual le respondo.