EPÍLOGO.

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EPÍLOGO.



La mujer corrió por el largo pasillo, sabía que estaba entregando los papeles tarde y eso incrementó su nerviosismo. 

Al menos agradece que no le tocaba lidiar con su otra jefa, había escuchado durante toda su vida su reputación y ella no se sentía con el coraje suficiente para tener que soportar alguna de sus exigencias y recriminaciones. 

Calmó su respiración justo cuando observó la puerta de su oficina y tocó suavemente. Nadie notaría que hasta hace unos momentos había entrado en un colapso nervioso. 

Respiro profundo y volvió a tocar la puerta una vez más al no recibir respuesta. Volteo su mirada hacia atrás, y entonces tomó coraje y abrió la puerta por su cuenta. 

Sabía que no estaba permitido al menos que la orden viniera desde adentro, pero de todas maneras se arriesgo, cada segundo contaba ya que alargaba su tardanza con los papeles.

Dio un vistazo completo y entonces noto que la oficina estaba completamente vacía. Aquello sí que era raro. 

La mujer golpeó el suelo con un pie, esos papeles debían ser entregados si o si y ella ya estaba en un problema. 

Detestaba ser la nueva y tener que depender tanto de los demás, pero no quedando más alternativas, decidió que lo mejor era consultarlo con su compañera. 

Había estado tan apresurada por salir y ahorrar más tiempo, que impactó con otro cuerpo al querer marcharse a ciegas nuevamente por el pasillo.

-Lo siento señorita, no era mi intención-se disculpó apenada- es que ni siquiera estaba viendo, estaba apresurada por entregar estos papeles-dijo señalandolos.

-Descuida, sé cómo se siente eso-dijo sonriendo. Ella había pasado muchas veces por aquellas experiencias- ¿debes entregarlos hoy?.

-Así es y acabo de salir de la oficina y la señora no se encuentra- se lamentó con temor- no tengo la menor idea donde debo dejarlos.

-Dámelos a mí, yo voy a encargarme de ellos- dijo tendiendo su mano.

-No lo sé, es que la señora…-dijo recelosa.

-No te preocupes, irán a parar en buenas manos-la tranquilizo- ¿o quieres problemas por no haberlos entregado a tiempo?.

-No-dijo negando- se lo agradezco mucho señorita, acaba de salvarme el trabajo.

-Eres nueva, sabrán entender-dijo sonriendo- ahora vete, seguro tienes otras cosas de las que ocuparte.

-Así es-dijo asintiendo- y de nuevo gracias.

-Tómatelo con calma- dijo viéndola irse. La mujer sonrió recordando a ella misma ¿así era como lucía en esos tiempos? Gracias al cielo las cosas habían cambiado.

Avanzó con total tranquilidad por el pasillo, hasta que se detuvo en una puerta similar donde había tropezado con la nueva secretaria. 

Golpeo sutilmente y escucho la voz del lado de adentro dándole el paso. Apenas entro, observo el rojo cabello de la mujer que le daba la espalda, parecía estar buscando algo sin tener éxito.

-¿Señora Cabello?-preguntó la mujer. La nombrada volteo y la reconoció al instante.

-Ariana, ya te he dicho que simplemente me llames Lauren. Pensé que ya habíamos aclarado eso-respondió siguiendo con lo suyo.

-Lo sé, pero de alguna manera me recuerda a viejos tiempos-dijo sonriendo al recordar la joven con la que había tropezado- por cierto, tengo los contratos que necesitaba Camila. Su nueva secretaria acaba de conseguirlos- dijo colocándolos sobre su escritorio.

Enemigas Y Algo Más - Camren AdaptaciónWhere stories live. Discover now