SIETE

15 2 3
                                    

No puedo dejar de mirar el rostro de Liam.
Es una terrible mezcla de emociones, creo que puedo decir que está asustado.
No ha hecho ningún gesto que demuestre asco o enojo.
Pero no parpadea

-Li?

Me acerco unos pasos pero retrocedo porque si lo toco o algo quizás si se asuste aún más
Así que hago algo que no haría jamás.

Me escapo.

Tomo rápidamente mis dos mochilas, el tapper con su comida y una botella de agua y me voy.

Abro el auto temblando de los nervios que tengo, tiro mis mochilas en el asiento de atrás y subo, me cuesta darle arranque a esta chatarra, golpeo el volante.
-dios. Arranca de una vez

*toc toc toc*

-aaaah!!!
Grito

Que imbécil que soy. Me asusté.

No quiero mirar hacia afuera. No lo voy a mirar.
-Arranca chico, vamosss

Dios, se está subiendo a mi lado.

Golpeo mi frente en el volante. No lo voy a mirar.

-Oli. ¿Te puedes tranquilizar por favor?

Niego moviendo la cabeza
Pasa su mano por mi espalda.

-Oli, no te puedes ir en este estado. Trata de relajarte.
No te odio ni me das asco.
Por favor. Respira tranquilo. Confía en mí.

-Vete Liam. Tengo que ir a trabajar.

-Oliver. Mírame. Ahora.

Levanto la cabeza pero mantengo los ojos cerrados. No puedo mirarlo

-Oliver, no pasa nada, por favor, no puedes manejar así, es de noche.

Muevo mi cabeza negando.
Siento sus manos en mis mejillas.

-vamos Oli, sigamos hablando. No puedes decirme algo así y huir.
Soy sólo yo.
Me haces sentir mal, es como si no me conocieras.

Sonrío un poco pero no puedo verlo todavía. Me muero de vergüenza.
Escucho que se mueve y sus manos me sostienen de otra forma.
Y cuando ya quiero ver que tanto se mueve. Siento sus labios sobre los míos.

Ahora abro los ojos tan grandes que se me podrían salir.
Sigue sosteniéndome, tan suavemente mientras me da pequeños besos en la boca.
Parece entusiasmarse porque sus manos me aprietan un poco más y ahora pasa su lengua pidiéndome algo más.
Los ojos se me cierran otra vez y me relajo un poco.
Comienzo a devolverle el beso y escucho un pequeño sonido de placer salir de sus labios.
Y eso me vuelve loco. Se le escapan cada vez más, son bajos, profundos y completamente calientes.

Sus labios son suaves y ásperos a la vez. Tienen un sabor distinto a otros labios que he besado.

Ahora nos estamos besando con otra intensidad, es todo húmedo, sucio y sexi. Mis manos lo traen más cerca tomándolo por la espalda.
Y no paso por alto que es una espalda como la que nunca toqué, dura, grande, siento los músculos con cada movimiento que hace.
No puedo respirar
Me alejo para tomar aire.

-dios, Oliver.

-Liam

Sólo mírame Where stories live. Discover now