FUGITIVOS #2

1.8K 99 8
                                    

Era la hora de comer, Cuatro y yo llegamos juntos al comedor. Era bastante bonito, una cúpula gigante abierta rodeada de mesas y con un árbol gigante en el medio

No podría pertenecer a esta facción, pero admito que me trae mucha armonía y paz este lugar

Los cordiales sonreían y compartían la comida. Algunos de ellos estaban en la cocina, repartiendo el menú principal

Un hombre nos repartió los platos

—Sé feliz— nos dijo con una estúpida sonrisa

Yo asentí con la cabeza para darle las gracias

—Ojalá tener la paz mental que tiene esta gente. Que envidia— comenté a Cuatro mientras cogíamos una pieza de fruta

—Te veo un poco más relajada, creo que podrías adaptarte bien a este lugar— respondió con una sonrisa

—Eso intento, pero no es para mí. Con toda la felicidad que cargan parece que estén drogados las veinticuatro horas del día

Escuché como Peter se acercaba a nosotros mientras vacilaba a los cordiales para colarse en la fila

—¿Una felicidad patológica y una pasividad total? Me encanta este sitio— comentó cuando llegó a nuestro lado —Gracias, sé feliz— agradeció a una cordial que le sirvió su comida

—Con tu sentido del humor podrías trabajar como el payaso de Cordialidad— bromeé

—Me encanta tomarles el pelo, es tan fácil... Por cierto Jenny, me encanta tu pelo. Estás cada vez más irresistible— halagó guiñándome un ojo

—Gracias Pet, tú sigues igual de mugriento, te sentaría bien tomar una ducha

—Solo si es contigo— siguió coqueteándome, ante la mirada que le echó Cuatro, Peter levantó las manos en señal de rendición —Tranquilo hombretón, no intentaré nada. Además, debemos estar unidos ya que oficialmente somos fugitivos

Es cierto, Peter también era un fugitivo tras ayudarnos, según Jeanine nosotros fuimos los causantes del ataque a Abnegación, ahora toda la ciudad nos busca, incluido a Peter. Él ya estaba escondido en el tren cuando nosotros entramos. Nos dio un susto de muerte, al igual que nosotros a él cuando lo vimos

—Toma tu comida y largate— le exigió mi novio, con brusquedad

—Está bien, Jenny cuando te canses de capitán amargado dímelo y nos tomamos esa ducha— dicho eso agarró su bandeja y se marchó a molestar a otra parte

Miré a Cuatro y comencé a reírme

—¿De qué te ríes?— preguntó con el ceño fruncido

—No te pongas celoso, Peter no te llega ni a la suela del zapato— le dije burlandome un poco

—¿Celoso de Peter? Porfavor Jenna, ponme un reto más complicado

—Está bien, ¿Que tal Caleb?— contesté pensativa, él me miró confuso —Es listo, me atrae mucho la inteligencia, tal vez podría...

Antes de seguir hablando, Cuatro me agarró del brazo para atraerme hasta su cuerpo. Una vez pegados el uno al otro el me susurró en el odio

—Nadie puede darte lo que yo te doy, Fiera erudita

Lo miré a los ojos y nos observamos por unos segundos. Después estallé a carcajadas, a lo que él no pudo evitar reírse también

—Cuatro, no estaría con nadie más, ni Caleb, ni Peter. Te quiero a ti

—Lo sé, solo protejo a mi novia de moscas pesadas

Íbamos a besarnos, pero un gran estruendo y un grito nos sacó de nuestro momento

Fiera erudita | Tobías EatonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora