5.EL DUQUE

568 54 3
                                    

Diana de Gales

Miraba a través de la ventana el sol del amanecer apareciendo, mientras dejaba un destello de diferentes colores en el cielo, haciendo que se forme un hermoso amanecer digno de contemplar.

Mire el reloj que estaba en mi mano, el cual marcaba las seis de la mañana con unos minutos. Tome un respiro y volví mi vista hacia el amanecer.

No había podido dormir durante toda la noche, primeramente Harry había tomado un poco de temperatura alta durante la noche, pero fue algo que se paso con paños de agua y lo otro fue la invasión de pensamientos que vinieron a mi, sabía que Carlos no había llegado, seguramente pasó la noche con Camila y durante la noche sólo pude pensar en que finalmente todo esto nunca se podría acabar y que mi vida estaría atrapada en este matrimonio sin amor y lleno de odio.

Cerré los ojos durante un momento al sentir que la vista empezaba a arder gracias a la noche en vela que había pasado, así que opte por tomar otro sorbo del líquido negro dentro de la taza que tenia en mis manos, que al principio cuando me la habían entregada estaba husmeando y había calentado mis manos, pero justo ahora había perdido todo rastro de calor y estaba totalmente frío.

Escuche que las puertas de mi habitación se abrían con el sonido invadiendo la habitación.

—buenos días—dije amablemente pero sin retirar mi mirada del amanecer, que ahora mismo perdía sus colores y empezaba a ser un cielo totalmente azulezco, característico del verano.

—buenos días, alteza—la voz de la que un día fue mi nana se hace escuchar en la habitación.—pensé que estaría dormida.

—siendote sincera no he dormido nada—mencione y finalmente retire la mirada de la ventana.-mucho menos con lo de harry y teniendo en la mente todo lo sucedido ayer.

—Carlos acabo de llegar, lo vi entrando cuando venia para acá.

—seguramente pasó la noche con su amante.

Ella no dijo nada y solo se aseguró de que todo estuviera en orden, aún así sabía que en uno que otro momento ella volteaba a mirarme.

Una vez se aseguró de que todo estuviera bien se paro un poco cerca de la puerta y finalmente el silencio se rompió en el lugar.

—¿quieres desayunar?—preguntó ella, realmente no me apetencia comer, no tenía demasiado apetito.

—no, realmente no tengo apetito, pero si te agradecería una taza de cafe—le dije con una sonrisa.

—no es bueno para tu salud, diana. Pero esta bien, mandare a que te traigan otra taza de cafe—dice ella, fue mi nana durante mucho tiempo así que era casi como una madre para mi.

—te prometo que será la última—digo con una sonrisa.

Ella negó con la cabeza y después se dio la vuelta para salir de la habitación, sin embargo antes de que ella tocara la puerta, se detuvo y volvió a mirarme.

—por cierto, un duque vendrá a verte—ella menciona y en ese instante la miro un poco sorprendida.

—¿a mi?—ella asiente.—¿que duque?

—el duque de Wellington—mi sorpresa crece aún más.

—¿Arthur?—ella asiente por segunda vez.—¿a que hora dijo que vendría?

—a las ocho, así que en menos de dos horas tendremos al duque de Wellington aquí.

Ella termina de hablar y ahora si se da la vuelta y sale de la habitación, lo último que escucho es la puerta cerrarse y el silencio abundar nuevamente en el lugar.

¿ODIO O AMOR?Where stories live. Discover now