Había una vez una joven tailandesa llamada Noy, quien trabajaba en un hotel en Bangkok. Noy siempre había soñado con conocer a un hombre extranjero y enamorarse de él, pero nunca pensó que ese sueño se haría realidad
Un día, llegó al hotel un turista europeo llamado Marco. Marco inmediatamente se sintió atraído por Noy, quien era hermosa y amable. Se conocieron en el vestíbulo del hotel y comenzaron a hablar. Marco estaba impresionado con la simpatía de Noy y su conocimiento de la historia y la cultura tailandesa
A lo largo de los días, Marco y Noy comenzaron a pasar más tiempo juntos. Marco la llevó a conocer los templos más importantes de la ciudad, y Noy lo llevó a probar los platillos más deliciosos de la gastronomía tailandesa. Pasaron mucho tiempo caminando por las calles de Bangkok, aprendiendo el uno del otro y enamorándose cada día más.
Ambos estaban conscientes de que no eran de la misma parte del mundo y que la distancia entre ellos podría ser un obstáculo en su relación, pero eso solo logro unirlos aún más. Después de un mes de conocerse, Marco le propuso a Noy que lo acompañara a Europa por un tiempo. Noy, después de dudar un poco, aceptó la propuesta y comenzaron a planear juntos.
Noy se puso en contacto con su familia y amigos en Tailandia para decirles que se iba a Europa con el hombre que amaba. Aunque había algunas preocupaciones y despedidas tristes, todos en su entorno estaban felices de que Noy pudiera vivir su historia de amor.
Marco y Noy viajaron juntos por algunos países europeos y disfrutaron su tiempo juntos. Marco presentó a Noy a su familia y amigos, quienes la recibieron con los brazos abiertos.
Un año después, Noy y Marco regresaron a Bangkok para casarse en una ceremonia tradicional tailandesa. La familia de Noy estaba emocionada de conocer a la familia de Marco y hacerlos parte de sus vidas . La boda fue hermosa y reunió lo mejor de ambas culturas.
Noy y Marco vivieron felizmente juntos en Europa y Tailandia. A pesar de las dificultades culturales y los retos que enfrentaron por ser de países diferentes, el amor que sentían el uno por el otro fue más fuerte y duradero. Y así, cumplieron juntos su sueño de encontrar el amor en un mundo cada vez más globalizado.
Alexia Rios
