-𝘾𝙍𝙐𝙎𝙃- t! male reader🌨

Ran Haitani♡

𝙍𝙖𝙣 𝙃𝙖𝙞𝙩𝙖𝙣𝙞

Parejas: Ran × M!Reader (base), Rindo × M!Reader.

Cw: De angst a smut a angst, tirones de pelo, humillación (tanto sexual como no), burlas, un poco de masoquismo al final (?).

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Suspiras, cerrando la puerta detrás de ti, desabrochas tu chaqueta, mientras escuchas algunos sonidos apagados. Tú, sin quitarte los zapatos, vas a la habitación de donde provienen los sonidos y miras por la rendija de la habitación. Solo te ríes amargamente al ver la imagen frente a ti y te das la vuelta, cerrando la puerta detrás de ti. Saliendo de la entrada de la casa, te sientas en la acera, mirando un charco en el camino.

Has estado pensando durante mucho tiempo que podría estar engañándote. Y estabas pensando en volver y hacer un escándalo, pero ¿por qué te humillarías, hmm? Solo tómalo y escríbele que estás rompiendo y que retomarás las cosas un poco más tarde. Lo hiciste, tu mano se deslizó sobre el teclado del teléfono plegable, escribiendo la frase "Estamos rompiendo, diviértete más con tu perra". Suspiras de nuevo cuando una risa histérica se escapa de tu garganta, seguida de una risa tranquila, y luego lágrimas. Tu cabeza descansa sobre tu mano y tus dedos juegan con los cordones de tus zapatillas. Una figura se cierne frente a ti, pero no prestas atención, sigues llorando y ocasionalmente riéndote de tu estupidez. La mano de alguien tira de tu cabello, obligándote a mirar hacia arriba.

- M/n, ¿qué pasó? - la pregunta la hace una persona que se ve borrosa en tus ojos por las lágrimas, pero reconoces estas trenzas de dos tonos.

- Ran, él... Me engañó. - hablas en un tono sorprendentemente monótono, aunque las lágrimas todavía brotan de tus ojos.

- ¿Eh? El que? - sus ojos morados se agrandan mientras procesa la información. - ¿Tal vez no deberías sentarte aquí? Vamos.

No te resististe cuando lo sentiste tirando de tu mano y llevándote a algún lado. Miras hacia la habitación donde la luz todavía está encendida. A una habitación que alguna vez fue tuya. La mano y la mirada desaprobadora e inquieta del Haitani mayor te tiran hacia atrás. Para ser honesto, no sabes cuánto caminaste, solo miraste tus pies todo el camino y ocasionalmente hacia adelante a la figura de un chico más bajo cuando apretaba tu mano para que te apresuraras. Una puerta que se cerró de golpe detrás de ti te sacó de tus pensamientos.

- ¿Bien? ¿Cómo estás? - preguntó, sin mirarte, quitándose las botas y tú seguiste su ejemplo, quitándote también los zapatos.

- Estoy... No lo sé, pero ¿qué debo sentir? - Había una ironía en tu voz que hizo suspirar a Ran.

- Yo tampoco lo sé, pero...  - Desvió la mirada hacia el sofá. - Siéntate ahí y espera.

Te encogiste de hombros, sentándote en un suave sofá, que era claramente más cómodo que el asfalto. Tu espalda se inclinó hacia atrás y tu cabeza se elevó hacia el techo. Mirando el techo, comenzaste a pensar en todos los momentos que insinuaban su traición. Y honestamente... Había bastantes de ellos. ¿Tal vez simplemente no querías creer en todo esto? Todo es posible. Pero ahora es la realidad, lo has visto y oído todo tú mismo. Y una mano fría en tu hombro es prueba de ello.

- Aquí tienes. Tómate un trago, debería calmarte. - te dio una taza de té humeante y se sentó a tu lado, sin pensar cambiando de canal a la televisión.

Inhalaste la fragancia, oliendo a lavanda. Que rico, té para calmarse. ¿Pero no estabas tranquilo? La gota que cayó en la copa refutó tus pensamientos y con un suspiro comenzaste a beber. Por el rabillo del ojo, viste que los labios del chico más joven se separaban en una sonrisa. Y rápidamente te lo bebiste todo, poniendo la taza sobre la mesa de café.