II

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Al día siguiente, todos nos levantamos temprano, hicimos nuestras tareas matutinas para después ir a desayunar.

Al terminar el desayuno, la Hermana María nos da un descanso de una hora para después empezar con las clases diarias, así que aproveche ir a despertar a alguien.

-merlin...- dije mirando mi cama -Merlin ¿Aún estás dormido?-

-¿Que hora es...?- dijo aún con sueño, después se escucho un fuerte golpe bajo la cama -AY!!!- al parecer se golpeó.

-sal a desayunar, te traje pan con mermelada y una manzana- me senté para esperar, hasta que por fin salió del escondite.

-buen día- dijo bostezando.

-buenos días-

Merlín empezó a desayunar lo que le traje de la cocina, hablamos de cosas triviales mientras esperaba para comenzar mis clases, después de unos minutos sonó la campana del convento, ya era hora de despedirse.

-ya te tienes que ir- dije en tono triste, no quería que se fuera mi nuevo amigo -la hermana María puede verte-

-vaya...- él también estaba triste -no creí que así fuera nuestro adiós-

Ambos nos reímos levemente, espere a que todos se fueran al salón para poder salir con Merlín.

Al ver que ya no había nadie, salimos de la habitación hasta llegar a la entrada, creo que será la última vez que veré a mi amigo.

-bueno- dije rascandome la nuca -creo que es un adiós-

-no- dijo Merlín mirándome -es un hasta pronto, tengo la sensación que nos veremos en el futuro- me reí al escuchar eso, aunque espero verlo otravez algún día.

-que positivo eres Pendragon-

-ya verás que en el futuro seré un gran héroe, todos me conocerán y así podrás encontrarme-

-¿Ah si? Pues yo también seré un gran héroe para que no te metas en problemas- dije pellizcandole la mejilla.

-ay!! Ya sueltame- dijo quitándome la mano y sobandose el mejilla, me reí a tal acción.

-bueno, hasta pronto, Merlín-

-hasta pronto... Tadashi-

Ambos nos dimos la mano para despedirnos, enserio no quería que se fuera, pero él a diferencia de mi, tiene una familia.

Él se alejó del convento, movió la mano de un lado a otro despidiéndose y yo respondí del mismo modo, después siguió caminando hasta que no pude verlo de lo lejos que estaba.

Se que lo conocí recién, pero me sentía feliz al estar a su lado, como si volviera a estar con mi familia en San Fransokyo, creo que...me recuerda mucho a Hiro.

Ya era el primer domingo del mes, todos nos portabamos bien ese día, ya que queríamos ser adoptados por alguna familia.

Aunque no es de sorprenderse que prefieran adoptar a los más pequeños que a los grandes, aunque no me molestaba.

Todos estábamos en el salón de música cantando para los adultos, todos estaban murmurando sobre a quien adoptar, pero sentí que uno de ellos fijaba su mirada en mi, mire a todos los espectadores y era un hombre con traje elegante y guantes blancos, parecía el sirviente de alguien.

Sin importar mucho la mirada que tenía hacia mi, seguí con el coro con los demás niños para no estropear el show.

Al terminar, todos hicimos una reverencia y nos aplaudieron, ahora tocaba esperar para saber quién será adoptado.

Ya de noche, todos preparábamos las camas para ir a dormir.

-ay Jhon, otravez tienes mi oso de felpa!!!- decía Emma gritando.

-solo prestamelo, me hace compañía cuando voy al baño en la madrugada - dijo Jhon defendiendose.

Sacudí mi cabeza de un lado a otro sonriendo, me acerqué para solucionar el problema, pero alguien había entrado a la habitación.

-muy bien niños- era la hermana María -sera mejor que se vallan a dormir, mañana será un gran día-

-si Hermana María- dijimos todos al sumiso.

-buenas noches mis angelitos-

-Buenas noches-

-oh, Tadashi- dijo la monja captando mi atención -ven un momento a mí despacho-

La mire confundido por un momento ¿Ahora que hice?.

Salí de la habitación con la hermana María, ella apagó la luz y cerró la puerta, caminamos hacia su despacho ¿Me pregunto si hice algo malo?

Al llegar al despacho ella abrió la puerta, hizo seña de que entrara e hice caso a este gesto, al ella entrar cerró la puerta y se senta detrás de su escritorio.

-¿Hice...algo malo?- dije nervioso ¿Será que descubrió lo de Merlín?

-Tadashi- dijo mirandome muy seria -¿Que piensas sobre...ser adoptado?- ¿Que? ¿Para eso era?

-bueno...- dije rascandome la nuca -seria extraño que me adopten aún yo teniendo 11 años, digo no se que decir-

-lo suponía- dijo ella sacando unos papeles bajo del escritorio -Tadashi, se que es algo duro hablar sobre este tema, sobre todo para mí porque sería un adiós- ella me acerco los papeles y yo los recibí, al leerlos era algo sorprendente, me habían adoptado.

-hermana María- dije en tono triste, la monja empezó a llorar de tristeza, ya eran 11 años en los que estuve a su cuidado.

-f-felicidades Tadashi, el día de hoy te adoptaron- empecé a llorar también al escuchar esto, me sentía feliz y a la vez triste -vendran a buscarte dentro de dos semanas, así que...-

Antes de que prosiguiera, la abrace con mucha fuerza, no quería irme pero tampoco podía quedarme para siempre.

-la voy a extrañar- dije aún llorando, con ella pude sentir tener una madre otravez.

-yo también te voy a extrañar hijito- dijo también abrazándome, pensé que esto nunca me iba a pasar, irme del orfanato para estar con otra familia, estaba asustado respecto a esta nueva experiencia.

Ya habían pasado las dos semanas para irme, estaba haciendo mi maleta con las pocas cosas que tenía, entre ellas el collar que elegí antes de venir a este mundo.

Al terminar de prepararme, mire por última vez la habitación, se sentía raro irme del convento, es como si me hubieran echado de una casa.

-adios habitación- dije para luego agarrar mi maleta e irme de la habitación.

Caminé hasta la entrada, vi a todos los niños llorando y al mismo hombre de la última vez, así que por eso me estaba mirando ese día.

-te extrañaremos Tadashi- dijo Emma abrazandome.

-te prometo no mojar más la cama- dijo Jhon llorando.

-jeje, descuiden, prometo escribirles cartas- dije para después abrazar a ambos -a todos les escribiré cartas, incluyendo a usted, Hermana María-

-te extrañaremos mucho Tadashi- dijo la monja secándose las lágrimas.

-ya es hora de irnos, joven Tadashi- dijo el hombre dirigiéndose hacia mi.

-emm ¿Joven Tadashi?- dije confundido -¿Usted no es mi padre adoptivo?-

-el amo Vice lo espera en la mansión Wolfgang, él me encomendó a buscarlo para llevarlo a su nuevo hogar- así que si es un sirviente, al parecer me adoptó un millonario -ya debemos irnos-

-oh...si- abrace por última vez a mis compañeros para despedirme, agarre mi maleta y caminé hacia la carreta que me llevaría a mí nuevo hogar.

Al subir a la carreta, vi por la ventana como se despedían de mi en el orfanato, poco a poco nos íbamos alejando del lugar hasta que no pude ver el convento de lo lejos que estábamos.

Amaba estar en el convento, tenía buenos recuerdos ahí... además, pude conocer un gran amigo.

Una Vida En Otro Mundo (Tadashi x Merlín) yaoi.Where stories live. Discover now