Capítulo 7

41.8K 2.5K 300
                                    

Capiítulo 7


—Bebe... —susurró Emma con cautela colocando su mano en mi hombro— vámonos.

Levanté levemente la cabeza y miré a Ismael quien me miraba sin expresión alguna, hizo una mueca y estiro su brazo.

Me tallé los ojos y tome la mano de Ismael, me impulsó hacia arriba y me rodeo con sus brazos, tal vez pensaba que podría caerme o algo así ya que no me soltó en ningún momento.

Entré en los asientos de atrás y aprovechando que ella e Ismael irían adelante me recosté y cerré los ojos tratando de dormir, estaba tan cansada y mañana comenzaría una nueva vida, en otro país, en otro continente, y a pesar de eso..., estaría cerca de Joseph.

—Alice... lo que pasó ahí... —comenzó a decir Ismael

Lo interrumpí rompiendo en llanto, Emma lo miro con dureza haciendo que se encogiera de hombros y siguiera concentrado en el camino, sentí como acariciaba mi brazo para después volver a su lugar.

Al llegar a mi casa, Ismael bajó primero que nosotras para tocar la puerta, Emma giró a verme y sonrió de medio lado.

—Llegamos... Alice, promete que esto no te afectará en tu viaje a América.

—¿Cómo puedo prometer eso? —Susurré, aún no había dejado de llorar.

No me pudo contestar, bajó del auto y giró para abrir la puerta de donde yo me encontraba, Ismael regreso para ayudarme a bajar y tomándome fuertemente de la cintura mientras yo escondía mi cara empapada en su cuello me guió hacia la entrada.

—¿Alice? —Escuche la voz de mi hermano algo soñolienta, se podría pensar que ya estaba dormido, incluso ya llevaba su pijama, la pregunta sonó confusa, como si no supiera quien se encontraba frente a él.

Después de unos segundos abrió los ojos llenos de sorpresa y bajo los pequeños dos escalones de un brinco para envolverme en sus brazos, cuando estuve rodeada por mi hermano por completo, me aferré a su camisa y comencé a llorar con tanta fuerza que podía sentir como el pecho se me comprimía. Marcelo acaricio mi cabeza con ternura y beso mi frente con cariño.

—Alice... perdóname, fue mi culpa.

Emma soltó un pesado suspiro y mirando a Marcelo dijo.

—También de nosotros, sabíamos que no era buena idea asistir sabiendo que él estaría ahí.

Negué con la cabeza soltando un leve gemido y envolví el cuello de Marcelo con mis brazos.

—Ya no más... no quiero volver a escuchar que hablan de él —susurré— quiero dormir.

Marcelo me soltó por un momento sujetándome solamente por la cintura para abrir la puerta, escuché un leve agradecimiento hacia Emma e Ismael por traerme a lo que ellos simplemente asintieron, Emma se acercó a mí y depositó un beso en mi mejilla.

—Nos vemos mañana, iremos al aeropuerto a despedirte bebe.

Sentí el roce de una mano extra en mi espalda y supe de inmediato que era de Ismael, asentí con la cabeza y me hundí más en el pecho de mi hermano.

Podrían pensar que éramos lo típico de los hermanos, que siempre peleábamos y nos llegábamos a gritar un "te odio" Pero no, Marcelo era mi mejor amigo, el único que siempre había estado ahí para mí, el que siempre me protegió de todos, ¿qué haría yo sola en Estados Unidos sin él?

Entramos al interior, Marcelo se estiro un poco para cerrar la puerta y acto seguido paso un brazo bajo mis rodillas elevándome en el aire, el otro brazo me sujetaba por los hombros, me acurruque en su pecho y cerré los ojos mientras él comenzaba a subir por las escaleras.

Eres tú. © (EN EDICIÓN)Место, где живут истории. Откройте их для себя