Capítulo doce:
Estaba sentada en una de las butacas mirando mi móvil. Estaba concentrada en las canciones que iba corriendo mi reproductor. Estaba todo en silencio, una paz enorme. Aunque, no estaba sola. James leía unos guiones para su próximo monólogo. Sus ojos lindos brillan con la luz de los reflectores. Sus delicados dedos rozaban el papel como si fuera el cuerpo de una mujer.
Vacilaba la idea de acercarme y decirle que quería ayudarle. Pero, mis valores se resumieron en miradas.
Susurraba suave, fino y delicioso para mis oídos. Me estaban enamorando de lo que escuchaban.
Elevaba sus brazos, mostraba la musculatura debajo de ellos. Repicaba los zapatos en el suelo, su rostro se dibujó serio mientras pronunciaba sus diálogos.
Le miraba de arriba a abajo, con unas ganas de que me tomara enserio o ser la chica que le gusta. Pero, era imposible eso de que me amara. Todo indicaba a que solo era su amiga, una cercana. Pero, nada quita el hecho de que soy solo su amiga.Sus ojos me regalaron una inocente mirada, de esas que te devoran el alma y llevan al cielo. Luego sonrió, una sonrisa leve e inocente que demostraba afecto ligero. Mordí mi labio por impotencia, quería que me dejara jadeando de dolor por causar tanto placer.
Quería que sus dedos se adueñaran de mi piel. Deseaba que sus dedos caminaran mi espalda mientras estábamos acostados en mi cama desnudos. Aspiraba a que me quisiera y pusiera en todas las poses que existen en el Kamasutra. Que recitara poemas eróticos en mis oídos, mientras que su mano deambulara por mi cuerpo. Que me regalara besos fogosos y miradas picantes como chiles en nogada. Que me hiciera gemir y gritar su nombre, que no sea solo mi imaginación.
— ¿Todo está bien?— preguntó Patrick interrumpiendo mis pensamientos morbosos—. Tienes cara de zorra. Chupa un limón.
—¿Serio?—mi rostro cambio, quería disimular un poco mis deseos por James—.¿Qué haces aquí?
—Es mi teatro— afirmó haciendo una mueca graciosa—. ¿Qué haces aquí tú?
—Solo vine a ver a James ensayar, quería aprender un poco más—mentí con la última parte, solo quería devorarlo vivo a besos.
—Eres graduada de una universidad. No molestes con eso de que vienes a aprender. Además, yo sé que te gusta James, se te nota zorra— bajé mi rostro esbozando una sonrisa—. Da igual, puedes quedarte a verlo. Yo me voy, te dejo a cargo de cerrar la puerta central.
James hablaba alto, de momento su voz se puso ronca. Miraba a todos lados fingiendo que estaba aturdido. Su monólogo se trataba de un chico que escapaba de su hogar y se encontraba una cabaña antigua. Su ropa era vieja, parecía un vagabundo perdido en las calles de Nueva York.
—Estoy cansado—dijo casi susurrando sentándose en la silla, apoyando su brazo derecho a la mesa—. Pero de vivir. La vida es una y es muy corta ¿de qué sirve vivir si no eres feliz?
Preparaba en un vaso refresco y le echó un polvo blanco, supuestamente era veneno. Se acostó en el suelo y eso dió fin a la obra.
Pasado un rato él solo arreglaba los detalles que se habían movido. Estaba un poco sudado y su sonrisa no se eliminaba de su rostro. Apreté mis puños y con mucho valor me le acerqué. Iba a hablarle, aunque fuese como la amiga que el trata de tener.
—¿Quieres ayuda?—pregunté fingiendo timidez.
—No, tranquila—su voz estaba noble. Aunque, no quitaba lo varonil y fuerte que era—. ¿Cuándo iniciamos los ensayos de la obra grande?
—Dependemos de Patrick, no somos capaces de irle a la contraria—dije divertida.
— ¿Qué harás hoy?—preguntó dejando a un lado su quehacer.
ESTÁS LEYENDO
Bajo reflectores ©️[REEDITANDO]✔️
RomanceAmor, teatro y mucho romance. Esta novela es basada en esos amores que se alejan y en los reencuentros se prende de nuevo la magia de quererse. Te invito a que la leas❤️✔️