🌸 Patitas suaves y ronroneos 🌸 || Haikaveh

Capítulo XI

Por la ventana se logran ver los copos de nieve cubriendo el pasto y las casas del vecindario, un hecho que para Kaveh significa ser perezoso todo el día mientras se cubre con una manta.

Sin embargo, esta afuera.

En el frío.

Esta aquí muriendo de una hipotermia y no ve por qué no armar una pequeña bola de nieve y arrojarla a la cara de Alhaitham. Es tan tentador, la cara de Alhaitham literalmente dice "golpéame" mientras se encuentra lamiendo la nieve del suelo para después ofrecerle un poco.

"Tiene una sensación extraña en la lengua, deberías probarla Kaveh".

Asqueroso es lo único que se le viene a la mente, Alhaitham insiste tendiéndole un poco con la mano. Enserio piensa que Kaveh se va a transformar solo para probarlo. Iluso.

"Aleja esa cosa de mi cara". Puede ver los ojos de venganza sobre él, pero lo ignora.

Antes de seguir jugando por allí se asegura de que el gato gris se encuentre bien cubierto, ajusta el abrigo y bufanda de Alhaitham quien solo lo mira quieto en su lugar mientras hace el papel de madre sobreprotectora.

Aprovecha que Alhaitham hace cosas de gato bandido sobre el pasto, enterrando algo de dudosa procedencia, y Kaveh se dedica a hacer una pequeña pila de bolas de nieve. Después de un buen rato, cuando tiene una buena cantidad de municiones sonríe satisfecho y decide que es momento de usarlas.

Busca al gato bandido con la mirada y lo encuentra sentado sobre el suelo terminando de enterrar su objeto misterioso, bastante concentrado para parecer sospechoso, admite que le da curiosidad saber qué podría guardar un gato que solo sabe vomitar bolas de pelo sobre la cara de Kaveh mientras duerme para en la mañana decir "Es un regalo de buenos días, aprécialo", pero no es un "aprécialo" amable, es un "aprécialo o dejare el doble".

Con eso en mente lanza la primera bola de nieve, admite que se le paso la mano porque Alhaitham cae de cara sobre el suelo y no se levanta hasta al menos veinte segundos despues.

"Oh, ¿cómo pudo resbalarse mi mano?" dice riendo Kaveh antes de entrar corriendo a casa para refugiarse donde Cyno cuando nota que Alhaitham se levanta del suelo con una cantidad abismal de nieve sobre sus manos.