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Una semana, dos, tres...un mes.

Ya son dos meses enteros desde que Evans se fue a Inglaterra.

Hace una semana mis padres tuvieron que viajar por trabajo pero sería por una semana, corto tiempo según ellos. A mi no me importa cuanto tarden.

Sigo llendo a clases y por suerte hoy es viernes, mañana no tendré que tomar los libros. Bueno, debería, los exámenes están aproximándose y supuestamente debería estudiar desde ahora para no hacer lo que el resto hace, que es estudiar el día anterior, pero a quién voy a engañar.

Mi celular suena y veo el nombre de Verónica en la pantalla.

—Hola Verónica

—Hola chiquita ¿Estás bien?

—Si—respondo intrigada.

Verónica lleva prácticamente durante todo un mes llamándome y siempre preguntando cómo estoy. Me es raro pero igual su llamada siempre me termina animando.

—Verónica...—quisiera poder hablar con ella de lo que me pasa, de hecho no le he dicho a nadie.

—Dime, háblame de lo que quieras, te escucho.

—Sobre Evans...¿has sabido algo?

—No. Nada de nada.

—Le extraño. No imaginas cuánto extraño el hecho de tan solo está cerca de él y poder verle.

—Te paciencia, él de seguro...

—Le he escrito cientos de veces—le interrumpo—no responde tampoco a los mensajes de voz.

—Tal vez no es que no quiera...

—No duermo apenas en las noches. No tengo ganas de nada.

—Mañana cuando vengas para los análisis de sangre te llevaré a desayunar.

—Ni hambre tengo.

—Ya verás. Te vas a animar.

—Entonces espero ese desayuno como cosa buena.

—Es tarde. Las once de la noche. La verdad temía llamar y que estuviera durmiendo pero quería saber cómo estabas.

—Mi día a sido como cualquier otro sin Evans. Aburrida y solitaria.

—Nos vemos mañana, ahora mejor trata de descansar.

Nos despedimos y luego de dejar el celular a un lado pienso que tal vez ese desayuno con ella me anime y pueda pensar en algo más que no sea Evans.

Bueno, intentaré dormir ahora.

***

Sábado en la mañana y estoy en el hospital. Apenas llegué busqué a Verónica y está me llevo al laboratorio, adónde extrajo sangre de mi brazo y la Vi dejando el frasco a un lado con una nota, bueno no una nota normal, más bien cosas que yo no entiendo y ellos saben.

—Bueno ya podemos ir a por ese desayuno.

Junto a ella caminando me doy cuenta que vamos en sentido contrario a la salida.

Mi Doctor Es Un Prodigio [#PGP2023] PAUSADAWo Geschichten leben. Entdecke jetzt