el amanecer caia sobre las gotas de sudor de sus cuerpos descubiertos, las manos de iguro se encontraban ayudando a las caderas de tokito quien estaba sobre el pelinegro autolibricando su entrada con la "espada" del iguro, el liquido libricante caia sobre las blancas piernas del puntas verde mientras ambos soltaban un ultimo gemido al correrse uno dentro y el otro fuera, no notando el amanecer x culpa de la lujuriosa noche q pasaron anteriormente.
tokito tumbado a un lado adormilado trataba de mantenerse lo mas despierto posible, sentia como el pelinegro limpiaba el liquido blanquesino de su cuerpo con un paño, llevo una mano a su mejilla llamando la atencion del contrario quien solo se limito a mirarlo unos segundos y seguir con su trabajo.
mui: iguro tengo sueño
oba: duerme un poco
mui -asiente- pero quiero dormir con iguro a mi lado
oba -se recuesta con muichiro acurrucandose en su pecho-
mui -lo mira-
oba: uhm
mui: tienes un rasjuño
oba: no recuerdo haberme lasti..-
mui -le apreta la nariz ligeramente riendo- caiste
oba -le deja un pequeño rasjuño en la curbatura de la nariz del contrario-
mui -hace puchero con un sonrojo-
oba -lo mira con ternura mientras el contrario le rasjuña el cuello- heh..
mui: contrataque
oba: tks
se quedaron mirando unos largos minutos fijamente, el aire podia sentirse tento, el primero en hacer un movimiento fue el pilar de la niebla. este salto ensima del abdomen del pelinegro enregandose en su cuerpo en un intento de inmovilizarlo, siendo el contrario mas fuerte lo bolteo al lado contrario apartandose.
sus miradas eran de dos felinos a punto de atacarse mutuamente, tokito le lanzo una almohada y se hecho a correr x el pasillo siendo seguido x el iguro q no le perdia pisada, era un simple juego de corretearse para otros, para ellos, era una cazeria q disfrutaban realizar encontrando extrañamente los rasjuños y arañazos q se proporcionaban mutuamente tratando de dominar sobre el otro.
la espalda de tokito choco contra la pared, su respiracion acelerada se mesclaba con iguro estando tan serca de el, sentia sus mejillas arder y un calor subiendo x su abdomen hizo q se encendiera ese furor amoris enredando sus piernas en las caderas ajenas al ser tomado alli mismo pegado en la pared.
sus uñas se clavaban en la espalda del contrario dejando marcas, sabia como hacerle perder la razon mas era lo de menos, esos momentos eran preciados para el ojiverde como para el de ojos eterocromaticos. entregandose mutuamente en cuerpo y alma, las palabras sobraban, los gemidos de ambos en el silencio del lugar lo decia todo.
descubrieron una nueva faceta q ambos disfrutaban... el masoquismo de rasjuñarse y arañarse en su juego de corridas de cazador y presa.
hasta el siguiente capitulo...
