Cap. 1

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Narrador

Apenas eran las cinco y media, alguien iba más que feliz mientras caminaba para encontrar se con alguien. Busco el lugar acordado, el cual era en la muralla que tanto caracterizaba a Parfaedia, con los faros que no se encendían hace años.

Ella se quedó ahí, esperando hasta ver como un muchacho, no mucho más alto que ella llegó. En su rostro no reflejaba nada, prácticamente, lo único que parecía tener, era cansancio.

Xxx: ¡Machiatto! ¡Me alegra tanto verte!- intentó acercarse a él para abrazarlo, pero él muchacho de pelo café, casi negro, la alejó con la mano- ¿Que pasa?- pregunto.

Machiatto: Latte, mi único motivo para venir aquí, es simplemente para decirte algo, y es que, yo ya no quiero seguir en esta relación, estoy cansado de ti, y de esta relación. Simplemente, ya no, hace meses conocí a alguien mucho mejor que tú, así que, solo vengo a decir te que, esto acaba aquí y ahora- con sus manos en sus bolsillos se dio la vuelta, para irse del lugar, dejando a Latte sola.

Latte, que apenas podía procesar que era lo que había pasado, miró como Machiatto, se iba alejando de ella. Lágrimas comenzaban a asomarse en sus ojos, apenas podía estar parada. Se sentó en el piso, y comenzó a pensar en cada una de las palabras que Machiatto le había dicho "Estoy cansado de ti" "Conocí a alguien mejor" "Esto acaba aquí y ahora", esas palabras resonaban una y otra vez en su cabeza. Mareada por lo recien sucedido, se paro, comenzó a caminar, respiraba de forma enfermiza, no noto el que ya había llegado a su casa, todo el camino lo sintió tan rápido. Al estar frente a la puerta, miró hacia atrás, viendo que había recorrido un camino de más de cuarenta y cinco minutos sintiéndose casi muerta.

Entro a su casa y cerró la puerta tras ella. Subió a su cuarto y se miró al espejo, vio como la ropa especial que había escogido para esa día se arruino, no solo por las manchas de tierra que tenía, sino también por el horrible momento que presenció con esa ropa. Tomo una caja y comenzó a meter todos los regalos que Machiatto le había dado. Las cartas las rompió, las sudaderas que ella le había quitado las metió, los collares, anillos, todo, lo metió metió a esa caja, todo incluyendo la ropa que tenía puesta, se puso otra cosa, y saco la caja, la iba a poner cerca de un basurero. Se iba acercando al basurero hasta que alguien la llamo. Latte volteo y miro a una niña, era hija de unos vecinos que vivian al lado de ella.

Niña: Uhmmm, buenas tardes señorita Latte, ¿que tiene en esa caja?- pregunto curiosa.

Latte: ¿Esto? Nada en específico aunque...- se detuvo a pensar- Aquí adentro hay algunos collares y anillos, algo de ropa, si quieres puedes sacarlas cosas y quedarte las.

Niña: ¿En serio? ¡Gracias!- Latte le extendió la caja y la niña la tomo son una sonrisa de oreja a oreja.

Latte sonrió y se metió a su casa, subió a su cuarto viendo el desastre que había hecho. En otras ocasiones lo hubiera ordenado, pero no era una de esas ocasiones. Lo unico que hizo fue meterse a la cama, poco a poco comenzó a llorar amargamente, ahogaba sus lágrimas en sus almohadas mientras sentía que todo a su alrededor se derrumbaba.

...

En otro lado de la cuidad, las luces llamaban la atención de todos los que pasaban por ahí, el lugar estaba repleto de detectives junto a sus parejas, o acompañantes, justo ahí, en la parte más alta del lugar, alguien estaba tomando aire fresco, sentía que en cualquier momento se desmayaria por la falta de aire. Miraba como la noche comenzaba a surgir. Sonreía de forma tranquila, era raro que él lo hiciera, pero esa vez, era diferente, él tenía algo entre manos.

Xxx: ¿Que haces aquí?- pregunto una figura que sigilosamente se puso tras él- bien sabes que esta reunión es más importante para ti que para mi, después de todo, tu ere él detective, Almond.

Diamante en bruto (Almond x Latte) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora