6-UNA FIESTA Y UN REENCUENTRO.

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-Will, ¿podemos hablar?- Tommy toco la puerta de Wilbur esperando una respuesta del contrario.

-Entra...

Tommy entro notando inmediatamente lo triste y pesado qué era el ambiente en ese lugar.

-Carajo...Will...nunca te había visto tan mal desde que murió mamá...¿Pasa algo?

-No...- pasaban mucha cosas, cosas que Wilbur quería hablarlas hacia la gente y pudiera ayudarlo, pero sentía que estar enloquecido con un desconocido no era realmente un problema.

-Mientes, Wilbur este lugar es un desastre, ¿qué te pasa? Estas muy raro y me asusta verte así.

-No pasa nada...estoy un poco cansado.

Tommy no tenía como ayudar a su hermano si el no le decía nada, pero podía animarlo.

-Vamos hombre no estés tan triste, vamos a salir, hagamos cosas, hay una fiesta y Tubbo me invito.

-No quiero.

-Conocerás gente nueva, puede que te alegres, solo dos horas eso te pido, dos horas y si no funciona en nada nos vamos.

Wilbur miro a su hermano, el rubio sonrió pero por primera vez la alegría de su hermano no lo contagio. Asintió sin muchas ganas y la sonrisa de Tommy se amplio aun más.

-Vamos, vístete te espero abajo.- Tommy salió de la habitación dejando solo a Wilbur.

Este se levantó de su cama, abrió las cortinas dándose cuenta que ya era de noche, ¿como pudo estar tanto tiempo en su habitación y no poder darse cuenta que ya obscurecia? Estaba realmente mal.

Se vistió, se peino un poco frente al espejo y se puso sus lentes. Bajo viendo a su hermano y sus amigos.

-Vaya...hace tanto no te vemos, estas horrendo.-Clay o mejor conocido como Dream un chico con un suéter verde, cabello rubio obscuro y un extraño gorro le hablo primero.

-Miente, te ves muy bien Wil.-George, el novio de Dream se apresuró a hablar para que Wilbur no se sintiera peor de lo que estaba.

-No es necesario que hablen, ya vámonos- Wilbur salió antes que todos, los demás lo siguieron, Tommy se apresuró quedando alado de su hermano y sirviéndole de guía.

Llegaron a la fiesta, el lugar no estaba tan lleno pero gracias a Dios había la gente necesaria para que Wil no se sintiera asfixiado y también para que la fiesta no fuera aburrida.

Las personas se acercaron a saludar a Wil y a su "pandilla" Wilbur intento poner su mejor sonrisa y saludo a todos con una gran y agradable sonrisa, era interesante ver como la gente nisiquiera notaba que esa no era la sonrisa verdadera de Will, si no una "máscara".

Estuvieron un buen rato, charlando con amigos, bebiendo y pasándola bien. Para Will había pasado una eternidad pero en realidad sólo había pasado una hora. Wilbur le prometio dos horas a Tommy así que solo debía soportar una hora más y largarse de ahí.

Escucho en timbre de la casa retumbar, su cabeza dolía por el alcohol qué había tomado solo para mantenerse ocupado. Escucho más voces desconocidas, escucho que gente entraba y salía de la casa.

-¡Quackity!- la voz de su hermano fue tan fuerte como para lastimar a Wilbur, el chico cerro sus ojos intentando qué las luces de fiesta no le dieran directo en los ojos.

-¡Tommy!- una segunda voz sonó igual de fuerte y volteo muy molesto a pedirles que se callaran, sus ojos no distinguían las caras por las luces y porque estaba mareado pero definitivamente pudo verlo.

Wilbur se quedo viendo como su hermano saludaba al chico que había estado buscando por todas partes, saludo a los chicos que habían estado con el pelinegro la última vez. No podía creerlo, qué pequeño el mundo, había estado buscando al chico por todos lados cuando fácil y sencillamente el chico estaba pegado a su hermano.

Sonrió de oreja a oreja y se aserco a su hermano.

-Tommy, ¿quienes son tus amigos?

Tommy sonrió notando qué el ánimo de su hermano desprendía, talvez era por el alcohol pensaba.

-Solo conozco a uno pero te los presentaré a todos, el es Rubius, Vegetta, Alexby, Fargan, Staxx, Sapo peta y este de aquí.- el chico dirigió a su hermano hasta donde estaba el pelinegro y sonrió- el es Quackity, Quackity el es mi hermano Wilbur.

El castaño no podía creerlo, porfin el chico volvia a estar a su lado, su corazón desprendía una enorme alegría y saltaba como loco, estaba emocionado. Era feliz otra vez.

La felicidad que se había ido con el chico regresaba a el y lo hacía sentir emociones que le encantaba. Emociones que necesitaba y que no dudaba en compartirlas con el.

¡GANATE AL PATO! (Luckity TNTduo) Where stories live. Discover now