𝗪𝗘𝗜𝗥𝗗𝗢, skephalo

░۟◌༵🧁- ', [ capítulo 15] ꒱

—¿Realmente quieres saber dónde estaba el 29 de abril? —preguntó el pato, desafiante, ganándose una bofetada de su alfa, que lo derrumbó en el suelo.

—Eres una puta barata.

—¡Al menos me quito el olor de otros alfas antes de encontrarme contigo! —”Otros alfas” no existían, sólo era Wilbur.

Aquella tarde, Quackity había llegado a la oficina de Schlatt, queriendo anunciar que quería separarse de él, cuando empezó a oler unas feromonas muy dulces, típicas de un omega, por lo que se apresuró a llegar y abrir la puerta sin previo aviso, encontrando a una linda omega en el escritorio y a “su” alfa.

—¡¿Qué carajos es esto?!

El alfa, en lugar de mirarlo arrepentido o negar todo, lo miró con una sonrisa burlona.

—Buenas noches a ti, pumpkin.

—¡¿En serio?! —le gritó a él, luego se volvió a la omega. —¡Tú vete de aquí, zorra!

La omega tomó sus cosas y se fue. Y ahora se encontraban ahí, casi agarrándose a golpes. El pato desde el suelo miraba a su alfa, o próximo ex alfa, con odio.

—¿Desde cuándo?

—Oh, incluso desde que nosotros formalizaramos, flatty patty.

—¡No me llames así! Nos separamos en este mismo momento —dijo con rabia.

—¿Sabes que no dejarás de ser mi omega hasta que yo muerda a otra? —sonreía con fanfarronería—. ¿Y qué crees? No lo haré.

—Entonces te demandaré.

—¿Y a quién le van a creer? ¿Al alfa que no ha mordido a otro que no sea su omega? ¿O al omega que está desafiando a su alfa? Eres un omega, Alex, no ganarás…

Quacity salió apresuradamente de ahí y tan pronto se subió en su coche, condujo hasta la casa de su mejor amigo, Bad. Tocó la puerta con desesperación, rompiendo a llorar tan pronto como escuchó pasos dirigirse hacia él.

—¡¿Quackity?! —preguntó Bad, dejándolo pasar. —¿Qué pasó?

—Schlatt… se enteró de lo mío con Wilbur… —Bad se quedó callado y Quackity comprendió, Bad estaba dividido entre que no le gustaba que Quackity fuera infiel y entre estar feliz porque su amigo encontró a su destinado. —Y me dijo que me era infiel desde antes de la mordida.

—¡¿Qué?! —Bad se sentó a su lado en el sillón. —A ver, explícame qué pasó…

Quackity le contó desde que salió de su casa, sospechando y sobrepensando por haber encontrado la camisa de su alfa lleno de un aroma a cerezas y alcohol —y él definitivamente no olía así—, así como para decirle que ya no quería ser su omega, hasta el momento en el que amenazó al alfa con una demanda, pero éste le dijo que no ganaría.

—¿Qué vas a hacer?

—Llamar a Rubén y pedirle que me defienda… luego decirle a Wilbur…

—Haz que Wilbur te muerda —dijo Bad. —No podrán meter el cargo de la mordida si tu alfa (que es Wilbur en este caso) te ha mordido.

—Pero… él no ha mordido a nadie, ¡no sé qué hacer, Bad! ¡Mi vida se está yendo a la mierda!

—No se irá a la mierda, pato. Todo estará bien, te lo aseguro.