CORAZÓN AMARGO

Rencor

El corazón y la carne palpitan muchas veces amargamente, tal es así, que en el mínimo desequilibrio emocional, desatan un sin fin de palabras que desembocan en un caos de sentimientos encontrados, recubierto de penumbras, y desencanto, cada palabra trae pesadez y quebranto, desilusión, odio, culpabilidad y falta de perdón. Señalando errores pasados, buscando entre las sombras del ayer el porqué sigue tan presente el sabor a rencor. Una ilusión recubierta de promesas infieles, avivan aquel sentimiento que se aferra al 《no pienso perdonar》,《no puedo olvidar》.
La falta de perdón erguida, fielmente acompañada por su infaltable amigo orgullo, quien tomara partido en la vida, como si dé el mismo se tratará. Tapara las heridas con capas y capas de rencor, dejándote en claro que ya no duele, que si no piensas en aquel hecho, pronto sanaras. Mientras tanto las inevitables conversaciones acerca del tema, te recordaran por años aquello que todavía duele como el primer día, pero claro, los años han pasado y la frialdad ha tomado partida en el asunto. Hasta que llega alguien a decirte que tu ya no eres el mismo, que tu esencia y diseño realmente es ternura, que detrás de tu semblante rígido, se esconde un niño/a que sólo quiere amar y ser amado, que en tus ojos se ven tristezas antiguas, que si o si necesitas soltarlas para poder aferrarte a las alegrías. Que has vivido a medias, y que te has perdido de vivir sano y entero por tener heridas sin curar. Que te has cerrado al amor por aquellos pocos que no te supieron valorar...
Pero, toca tu pecho, eso que sientes es vida!!! Es una nueva oportunidad para alzar tus ojos al cielo y reconocer que quizás todo lo que no pudiste soltar o perdonar solo/a, lo harás tomado de la mano de tu creador, Dios.