Pov T/n:
Volví corriendo y le dije a Zio Matteo lo que decía la nota.
—Tengo tanto que tengo que hacer—. Mi mente estaba corriendo con todo lo que tendré que lograr antes de abordar el barco.
—¿Cómo qué, querida?—
—La lectura de los testamentos se realizará al final de la semana y si la casa me quedó a mí, entonces debo venderla. Tengo que informar al personal de su último día y sus pagos finales también. Me aseguraré de que estén bien atendidos.—
—Si obtienes esta casa, ¿puedo comprártela?—Preguntó. Sé que vive en un apartamento y quiere ampliar su familia.
—Sí, creo que es justo. ¿Requerirás al personal si deciden seguir siendo empleados tuyos?—
—Sí, los necesito. Confío en ellos y necesito personas en las que pueda confiar.—
Olvidé que ahora es el subjefe de Don Rusconi.
Hablamos un poco más e incluso me dijo que me llevaría al muelle el día que necesitaría abordar el barco.
—No puedo ir a Inglaterra, pero ¿pueden Finn y tú venir aquí de visita?—
—Puedo intentar volver y visitarte, pero te escribiré.—
—Solo para que lo sepas T/N, me preocuparé por ti. Sé que tienes a Finn a tu lado, pero sus hermanos... Sabía lo que estaba insinuando.—
—Sí, sus hermanos también me preocupan, pero tengo que volver a casa. Small Heath, no importa lo horrible que se vea y lo mal que huela, es mi hogar.—
Sabía que esto era cierto. También sabía que quería que me quedara aquí en Mahattan ya que soy el último vínculo con su hermana, mi madre.
La lectura de los testamentos pasó y yo como ya sabía, me dieron la casa y todo en sus cuentas bancarias. Bueno, casi todo, algo fue para la iglesia y algunas organizaciones benéficas.
Hubo tres testamentos en total que se leyeron ese día. El de mi padre y el de mi madre, que eran un testamento combinado, así como el de mi Nonna y Nonno one y Zio Luca.
Le vendí la casa a mi Zio Matteo e informamos al personal que él compró la casa y que si deseaban quedarse, podían hacerlo.
Solo quedaba uno y ella se iría pronto de todos modos para ir a estar con su hijo y su familia.
Pasé mis últimas semanas en Estados Unidos con amigos y familiares. Simplemente sabían que me iba de Estados Unidos y regresaba a Inglaterra.
No les dije por qué me iba, ya que eso solo causaría una pelea masiva y no quería irme en malos términos.
La mañana en que debía irme, me levanté y ya había desayunado. Estaba vestido con mi sombrero y guantes puestos. Me aseguré de tener el boleto en mi bolsillo mientras me sentaba en el asiento del pasajero del automóvil.
Me despedí del personal cuando terminaron de cargar el automóvil. Tres de ellos nos seguirán para ayudar a cargarlo todo en el barco.
