Capítulo XIX: La Otra mitad

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En la ciudad de Natori, prefectura de Miyagi, una serie de explosiones hacen temblar las cercanías y enormes columnas de humo se pueden ver desde kilómetros.

Una horda de al menos 500 infectados se mueven entre corridas y jadeos a través de calles desiertas y autos a los costados que no entorpecen su andar. Los edificios, al ser de aspectos simples y naturales, se mantienen como si nunca hubiera ocurrido el paso del tiempo. Desde lo alto de un edificio, de al menos 20 pisos, una mujer de fina figura cubierta por un abrigo de capa y capucha puesta que oculta su cabeza y una máscara en el rostro apunta con un arma a distancia. Cuidadosamente aprieta el gatillo de su arma y desde el cañón sale una feroz explosión que absorbe con la posición y por como la sostiene.

Entre el medio de esa horda, una explosión destruye a los infectados y provoca tal onda expansiva que los enemigos alrededor son empujados contra automóviles, paredes y hasta son arrastrados contra el suelo, dejando rastros de carne putrefacta, órganos negros y extremidades.

Detrás de esa mujer un hombre se le acerca y ella saca velozmente un cuchillo y extiende hacia atrás la mano con el objeto:

-Te he dicho muchas veces que no te acercaras así. -advierte la mujer.

-Quería darte un susto, pero siempre estas a la defensiva. -dice el hombre con cierto tono cómico.

-El día que baje la guardia será cuando esté muerta. -responde ella.

-¿No vas a bajar a comer? Está anocheciendo y los evolucionados están por salir a cazar.

-Descuida, seré yo la que los cace.

-No lo dudo, pero al menos descansa. Come algo y regresa.

-¿Sabes algo de los demás?

-¿Te refieres al resto del equipo? Aún esperamos alguna comunicación.

Solo queda una hora hasta que el sol se oculte por lo que ella decide hacer caso a su compañero y lo sigue hasta el quinto piso, donde se reúne con el resto del equipo conformado por el investigador Mikael Ishinoki, la mecánica Elizabeth Shaw, el can y un muy importante elemento de la Shield Force Betum, la cabo y espadachina Kana Shibata y quien lleva el liderazgo, la francotiradora Neora Hekari:

-Por favor Kana ¿podrías pasarme las verduras? Están sobre esas cajas junto al televisor. -dice Elizabeth mientras revuelve la hoya con caldo.

-Claro que sí. -responde la chica que no tiene más de 14 años de edad siendo la más joven del equipo.

.¿Que tal la vigilancia Neora?-pregunta Elizabeth cuando ve acercarse a la francotiradora a la cocina.

-Todo en orden. Solo hay hordas perdidas. -responde y se recuesta en el suelo con claros rasgos de agotamiento por estar horas en la misma posición.

-Tendrías que descansar un poco. -le dice Kana mientras sostiene en sus manos las verduras.

-Lo tendré en cuenta. -responde amablemente.

Mikael baja las escaleras del edifico y en la entrada del lugar encuentra a Betum, un perro pequeño de la raza pekinés, vigilando que no se acerque ningún enemigo o infectado.

Difícil es creer que un pequeño can de ese tamaño y actitud tan relajada como la de olfatear su trasero y testículos, pero quienes lo subestiman no hacen más que esperar un nuevo nivel de dolor. Cuando el investigador llega a donde el perro, este lo huele y parándose se voltea y corre con la lengua afuera y actitud de felicidades. De un salto se acomoda entre los brazos del policía quien le acaricia detrás de la cabeza:

-¿Me extrañaste pequeño? ¿sí? Eso...que buen chico. -lo deja en el suelo y saca del bolsillo un trozo de zanahoria. El favorito del pequeño perro-Mira que te traje. -le muestra la zanahoria y rápidamente de un salto le arrebata el alimento-¡Oye es un poco más paciente!-se exalta al ver que casi pierde un dedo.

Después de eso suspira y desde la distancia la puerta y no ve peligro alguno, pero le resulta triste que Betum vuelva a vigilar durante la noche en ese oscuro, frio y solitario sitio en el edificio.

En su bolsillo vibra su aparato de comunicación, entonces lo saca de allí y coloca en el oído ya que mantienen cualquier dispositivo en el más bajo volumen posible solo para evitar que los infectados invadan o los evolucionados ataquen:

-Aquí Mikael de la Shield Force.

-Soy yo Mikael, Ryoma.

La comunicación tiene interferencia, pero se escucha lo suficientemente claro para que Mikael comprenda:

-¿Capitán? ¿pasó algo por allá?

-De eso quería hablar con ustedes.

-Si, espera un momento que regreso con los demás.

-¿Está todo en orden?

-Todo en orden es solo que estamos apostados en un edificio. Estamos a punto de cenar.

-Eso es bueno. Cuídense, coman y descansen.

Una vez dicho eso, Mikael regresa a la cocina para que los demás miembros puedan escuchar la comunicación y todo lo que Ryoma pueda decir. Se reúnen alrededor de una mesa larga de madera que aún conserva pegado el polvo y tierra de hace tiempo:

-Supimos que los novatos se están esforzando bastante y lograron cosas. Esperamos conocerlos lo más pronto posible. -dice Elizabeth.

-Son grandes chicos y bastante talentosos. No hay duda de que ayudaran mucho al equipo. -responde Ryoma.

-Ryoma, no creo que esta comunicación sea solo para saber cómo estamos. Además...no estamos siendo ubicados por parte de los funcionarios ¿cierto? -dice Neora.

-De eso quería hablarles. Conseguimos que los funcionarios aceptarán una operación que llevará mucho tiempo y además tendremos que viajar para ello.

-Eso ¿Qué significa? -pregunta Mikael.

-Volverán con nosotros. Para ser preciso...nos reencontraremos en un punto concreto.

Mikael, Elizabeth y Kana festejan muy alegremente con la noticia, pero Neora mantiene la seriedad y pregunta:

-¿Qué han descubierto? Porque una operación que nos lleve lejos, debe de ser muy importante. Sobre todo, porque el gobierno busca disolver a toda costa a la Shield Force y se les ocurrió dividirnos.

-No puedo dar muchos detalles. Al final, seguimos siendo vigilados. No por algo estos aparatos fueron entregados por ellos y nos obligan a recibirlo.

-Danos las coordenadas y por la mañana partiremos. -pide Neora.

-La ciudad es Omitama en la prefectura de Ibaraki. Nos reencontraremos en 1 semana.

-Entendido. Cambio y fuera.

-Tengan mucho cuidado. Cambio y fuera.

Todos piensan positivamente al poder reencontrarse con sus compañeros a excepción de Neora, quien se siente inquieta ya que Ibaraki no es un territorio considerado como libre de infectados o evolucionados peligrosos:

-¿Estas bien?-pregunta Elizabeth.

-Ibaraki...esa prefectura me preocupa. -responde Neora.

-¿Te refieres a ese suceso? Creo que ya lo ha superado. Ella es fuerte.

-¿Crees que estamos siendo irresponsables con ella?

-Todo lo que ha hecho hasta el momento es porque quiso. Además...-ambas miran a Kana, quien juega con Betum de manera despreocupada- ha perdido a toda su familia cuando escaparon de la gigantesca horda cuando buscaban refugio en la carretera.

Shield Force: Emergency Zombie (Temporada 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora