Sweet sweet scent

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    ─Es que no lo entiendo, no es para nada justo... ─reprochó entre dientes intentando encontrar una mejor posición y así no incomodar al castaño. Mantenía el rostro hundido en la curvatura del cuello contrario, olfateando cómo si su vida dependiera de ello.

    Taehyung suspiró, afianzando el agarre que sus manos llevaban hace ya varios minutos, usando la yema de sus dedos para acariciar la cintura de Jeongguk... Le habló sin abrir los ojos. ─Solo debes esperar un poco más Jeongguk-ah, trata de no pensar mucho en ello ─Movió su cuerpo encima del mullido colchón, buscando más calor en la fricción que la piel de su mejor amigo y la suya crean.

    ─Es fácil para ti decirlo cuando te presentaste como alfa a los quince hyung... ─Dejó de oler al mayor y colocó la cabeza sobre el pecho de este, oyendo los tranquilos latidos de su corazón─ Yo ya tengo diecinueve y aún sigo esperando... ─Suspiró irritado aferrándose al abdomen del castaño en un fuerte abrazo.

    Tae abrió sus párpados para poder observarle, pestañeando un par de veces antes de formular aquella pregunta sin estar seguro de cómo el menor la tomaría ─¿Me podrías explicar nuevamente por qué es tan importante? Quiero decir... No es lindo Gukie, vivir con un celo mensual, dolores, aromas fuertes que tendrás que soportar porque si... ─Vio al mencionado alzar la cabeza y fruncir el ceño, mostrándole sus ojos tristes al cruzar miradas.

    ─Yo... ─Taehyung se detuvo un momento antes de seguir, usando una de sus manos para acariciar el mentón de su amigo─. Yo solo deseo lo mejor para ti Jeonggukie, no quiero verte sufrir ni soportar dolor.

    Jeongguk se dejó hacer por el contrario, apoyando el peso de su cabeza en los dedos del mayor para poder continuar charlando ─Ya no quiero sentirme excluido, no hay ningún amigo nuestro que sea beta... sus calendarios de celos, los supresores, el poder sentir las emociones de los demás mediante su olor... Hyung, yo sé que soy un Omega... no me preguntes por qué pero lo sé, lo siento adentro de mí ─Movía la boca por inercia viéndose realmente lindo ante los ojos del mayor, el cuál no dudó ni un segundo en acariciarlos provocando que se sonroje─. Solo... Necesito saber qué hacer para poder despertar a mi lobo.

    Agachó la mirada mientras se mordía el labio inferior, jugando con uno de los collares que reposaban sobre el ancho pecho desnudo de Taehyung, específicamente el que le había regalado en su cumpleaños hace unos tres años.
    El mayor agarró la nariz contraria entre su pulgar e índice, generando la reacción esperada en el menor, riéndose cuando Jeongguk puchereó en respuesta al ya conocido gesto ─¿Recuerdas que siempre hacía esto cuando éramos pequeños para que dejaras de llorar? ─Vio como el pelinegro movía su cabeza a modo de afirmación, quedándose perdido en las gentiles facciones de su rostro, fallando su intento de ser sutil─. No quiero que estés triste bebé... ─Acurrucó el menudo cuerpo contrario aún más encima suyo, escondiendo la cabeza de este nuevamente en su cuello para sentirle lo más cercano posible─ Si te pones triste yo no podré estar tranquilo Jeonggukie, no hagas que hyung se preocupe...

    El azabache agradeció tener el rostro tapado, de esa forma su amigo no podía ver el potente sonrojo que se colaba por sus débiles mejillas. ─Yo... yo ya estoy grande hyung, no necesitas cuidarme cómo cuando éramos niños ─susurró haciéndose más pequeño arriba del castaño, susurrando sobre la piel color miel, palpando con sus labios lo tibia que se sentía ante el tacto.

    ─Sé que ya estás grande Jeonggukie ─Sonrió agarrando lentamente la mano izquierda contraria, dejando un casto beso sobre el dorso de esta─, pero me gusta cuidar de ti, o al menos pensar que eso hago... ─Acercó sus labios hacia la lacia cabellera que le incitaba a tocarla, murmurando sobre las hebras de cabello azabache mientras llenaba sus fosas nasales del delicioso aroma de su shampoo─. Si te incomoda yo dejaré de hacerlo, bonito, solo debes decírmelo.

Oh, that coffee scent of yours!Where stories live. Discover now