𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐈𝐕

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Una semana después
Bayaceto
Faltaba poco para que nuestros invitadas lleguen a nuestro palacio.
Madre nos dijo que todos nos reuniéramos todos para recibir a las reinas.
Un señor se puso a anunciar la llegada de las mujeres
-¡La reina Bona Sforza está aquí!
Una mujer mayor, de cabello rubio, con vestido negro, y con un tocado de color blanco, entro por la puerta
-¡La gran duquesa Isabel de Habsburgo, está aquí!
Una chica muy joven, de cabello rubio y largo, con un vestido azul claro con detalles dorados, entro después de la señora mayor
-¡La reina Isabel Jagellón de Hungría y la princesa Catalina, han llegado!
Una mujer con cabello largo y castaño, con un vestido blanco y largo, y con una tiara de color blanco, entro por la gran puerta junto a una joven de cabello rubio, que llevaba un vestido de color rosa.
Las mujeres le hicieron una reverencia a mi padre, y a mi madre. Luego mis padres empezaron ha hablar con las reinas al parecer de asuntos de política.
La duquesa Isabel se acercó hacia mi.
-Hola
-¿Oh hola duquesa, que ocurre?
-¿Como te llamas?
-Me llamo Bayaceto, señorita.
-Un placer conocerte Bayaceto.
-Puedo hacerle una pregunta.
-Claro
-¿Cuantos años tiene usted?
-Tengo
-Oh de acuerdo
-Mmm puedo hacerte una propuesta
-Si, dígame.
-¿Mmm podrías, llevarme a los jardines del palacio?
-Esta bien.
Yo y la duquesa vamos al jardin, ella se quedó enmaravillada.
La duquesa se detiene y me mira.
-¿Te ocurre algo?
Me saca de mis pensamientos.
-Mmm, n-no
-Ven.
Ambos nos sentamos en el suelo.
-Puedes decirme que te ocurre, yo no sé lo contaré a nadie.
-¿Alguna vez te has enamorado?
-Claro que si, estoy enamorada de mi esposo.
-¿Acaso estas enamorado?
-S-si—Asiento con la cabeza avergonzado.
-¿Quién te ha robado el corazón?—Me dice con una sonrisa.
-Te reirás de mi, si te lo digo...
-¿Por qué?
-P-porque e-es u-un—Los nervios me estaban consumiendo y casi no podía hablar.
-¿Un chico?
Lágrimas cayeron de mis ojos y ella me abrazo.
-No te preocupes, está bien.
-¿No crees que soy raro?
-Claro que no.
-M-muchas gracias.
Nos separamos del abrazo, y limpia mis lágrimas con sus dedos.
-Lo peor es que es alguien de mi familia...
Ella sonríe.
-¿No te parece raro, lo que te acabo de decir?—Digo sorprendido.
-¿Acaso sabes a qué dinastía pertenezco?
-Mmm, no...
-Pertenezco a la dinastia de los Habsburgo, en mi dinastía, se han casado entre familiares, para poder mantener la sangre pura , así que no me parece nada raro eso.¿Es un familiar muy cercano a ti?
-E-es, m-mi...
Estaba tan nervioso que casi no podía hablar bien.
-No es necesario que me lo digas, si no quieres.
-Mi hermano, Selim...
Ella se sorprendió un poco ante mi noticia, pero aún así volvió a sonreír para hacerme sentir seguro.
-¿Y se lo has dicho?
-C-claro que no, seguro que reaccionará mal y nuestra relación de hermanos se rompería...
-Bueno, no te preocupes, algún día podras tener el valor de hacerlo.
-Gracias por comprenderme, no creo que nadie más pudiese hacerlo.
Selim
Quería hablar con mi lindo Bayaceto, pero se fue con Isabel.
La princesa Catalina, se puso a mi lado.
-Hola princesa Catalina.
-Hola
-¿Ocurre algo?
-¿Te veo muy pensativo, acaso te ha ocurrido algo?
-Nada, princesa, no se preocupe.
-¿No quieres que nadie se entere verdad?
-Mmm...
-Vayamos fuera.
-De acuerdo princesa.
Ambos nos levantamos y salimos fuera íbamos caminando hacia al jardín.
Ella se detuvo antes de llegar al jardín.
-¿Y bien que te ocurre?
-Queria hablar con mi hermano Bayaceto, pero se fue con Isabel, y aún no han vuelto...
-¿Que te preocupa exactamente?
-¿Crees que mi hermano se enamore de Isabel?
Ella comenzó a reírse mucho.
-¿Que es tan gracioso?
-Eres consciente de que Isabel, es mi cuñada y está casada con mi hermano.
-¿E-enserio?
-Claro que si.
-¿Acaso te has enamorado de tu hermano?—Dijo de broma.
Me sonroje y me quedé en silencio
-Bueno, ya que no me contestas, me lo tomaré como un si.
-¿C-como lo supiste?
-¿Alguna vez te has fijado en la sonrisa que pones al hablar de el y en como te brillan los ojos cuando lo ves?
-N-no.
-No renuncies a ese amor, es lo peor que puedes hacer.
-Pero estoy seguro que el no estará enamorado de mi...
-¿Y como lo sabes si nunca se lo has preguntado?
-¿Entonces crees que debería confesarle todo lo que siento por el?
-¡Claro que si!
-Gracias por no juzgarme o burlarte de mi.
-No te preocupes.
-¿Alguna vez te has enamorado?
Ella suspiro
-Las princesas no tenemos derecho a enamorarnos.
-¿Por qué?
-Las princesas somos solos peones en nuestra familia, con suerte si eres la favorita puedes tener una presencia política muy buena, pero si no es así, el rey intenta buscar alianzas que sean beneficiosas para el sin importarle los sentimientos de su hija, o si la persona con la que ha casado a su hija es un abuelo.
La princesa miro al cielo
-Que triste...
-Es mi destino, y he de aceptarlo.
Volvió la mirada hacia mi.
Retomamos el camino hacía el jardín.
De camino hacia al jardín nos encontramos con Bayaceto e Isabel.
-Querida, Isabel—Dice Catalina.
-Hola, Catalina.—Dice Isabel.
-¿Te parece si vamos dentro?
-Claro que si, Catalina.
-Bueno, adiós chicos.
Selim
Ambas se despidieron, y me quedé con Bayaceto.
-Bueno creo que yo también me voy...
Bayaceto iba a irse, pero tome su mano y lo detuve.
-B-Bayaceto tengo que hablar contigo.
-Vale, Selim dime...
Bayaceto estaba frente a mi, si soy sincero se veía muy lindo hoy, con su hermoso cabello, sus ojos hermosos, y esos labios que bese en mi sueño.
-Q-quiero decirte algo Bayaceto.—Digo nervioso.
-¿Estas bien hermanito?
-S-si
-Bayaceto, desde hace poco nuestra relación de hermanos, ha ido mejorando, y he ido viendo la maravillosa persona que eres.
-S-Selim dices cosas muy bonitas.—Bayaceto está muy sonrojado y avergonzado.
-Eres la persona más hermosa del mundo, no creo que algún día pueda encontrar a alguien con la misma belleza que tú.
Podía ver a mi lindo Bayaceto muy sonrojado, y con su bella sonrisa.
-Desde hace un tiempo empezé a sentir un sentimiento muy extraño hacia ti, hasta que me di cuenta de que lo que realmente sentía por ti es amor.
Estaba tan nervioso que tartamudeo un poco.
-¡S-Selim yo también te amo!
Mire a los ojos a mi tierno y lindo Bayaceto, tenía su hermosa sonrisa, estaba tan rojo como un tomate, eso lo hacía aún más lindo.
Sin darme cuenta, mi hermano, beso mi mejilla derecha, y me sonroje más de lo que estaba.
-T-te ves muy lindo, sonrojado, Selim.
Decidí acercarme más a su rostro, para así juntar nuestros labios, Bayaceto correspondió mi beso.
Es el mejor momento de mi vida, estoy aquí besando a la persona que más amo en este mundo, mi hermano Bayaceto, sus labios son muy suaves, mientras nos besamos acaricio con mis dedos sus sonrojadas mejillas.
Bayaceto
Estoy siendo besado por la persona que más amo en este mundo, era mi primer beso, es una experiencia fantástica poder sentir los labios de mi hermoso Selim, junto a los míos.
Estuvimos un buen rato besándonos hasta que tuvimos que separarnos por falta de aire.
Narrador
Ambos estaban tan sonrojados que parecían tomates.
Selim
-B-Bayaceto, h-has correspondido mi beso.—Mi Bayaceto estaba muy sonrojado, y apenas podía hablar bien por la gran vergüenza que sentía al igual que yo.
Bayaceto
Asiento con la cabeza y beso una de sus mejillas sonrojadas, recibí una sonrisa muy bonita por parte de Selim.
-¿E-entonces estas enamorado de mi?—Me pregunto muy avergonzado.
-T-te acabo de besar Selim, es obvio que estoy enamorado de ti.
-Bueno, hemos de volver con los invitados.
Estaba apunto de irme, pero Selim me detuvo.
-Bayaceto, espera.
-¿Mmm, que ocurre Selim?
Selim se acercó hacia mi, y volvió a darme un beso el cual correspondí con gusto, no puedo negar que me he vuelto adicto a que sus labios besen los míos, estuvimos así, hasta que nos separamos por falta de aire.
-¿Ahora vas a besarme todos los días, hermanito?
-Si, te besaré todo el tiempo que pueda, no puedo resistirme a besar tus hermosos labios, y contemplar tu hermoso rostro.—Dijo con una sonrisa, aún con las mejillas sonrojadas.
-Vaya. ¿Ahora eres poeta?
-Por ti sería lo que sea.
-Bayaceto
-¿Que ocurre Selim?
-Quiero que vengas a mis aposentos esta noche.
-De acuerdo, iré.
Después de hablar nos fuimos de allí para regresar donde estaban todos.
Pasaron varias horas hasta que llegó la hora en que las reinas, la princesa Catalina y la duquesa Isabel se marcharon, se despidieron de todos.
Por la noche
Bayaceto
Me dirigí hacia los aposentos de mi hermano, me preguntó que querrá a estas horas.
Entre a sus aposentos, cerré las puertas y pude verlo sentado en su cama leyendo un libro.
Dejo su libro a un lado y me observo.
-Hola Selim.
-Hola Bayaceto.
-¿Que querías que habláramos ahora exactamente?
-Ven.
Acate sus órdenes, y me puse delante de él.
-Sientate en mi regazo.
-¿Q-que?—Dije sorprendido.
-Quiero que te sientes en mi regazo.
-¿P-porque?
-Tu hazlo, porfavor.
Acate las órdenes de mi hermano, y me senté en su regazo.
Puso su boca sobre un costado de mi cuello.
-¿S-Selim q-que haces?
Selim empezo a succionar mi cuello, cerré mis ojos y sin darme cuenta di gemidos leves, hasta que Selim se detuvo.
Ambos estábamos sonrojados.
Lo mire a los ojos.
-¿S-Selim por qué hiciste eso?—Dije con las mejillas muy sonrojadas.
-Es una muestra de amor, hermanito.—El también tenía las mejillas muy sonrojadas.
Acarició mis mejillas con sus manos.
-Cuando seamos, mayores haré otras cosas para hacerte gemir más, hermanito.—Me guiño el ojo, y acaricio mis piernas suavemente.
Me acerque a Selim y no pude evitar volver a besar sus labios, el también correspondió mi beso.
Me siento tan bien al lado de Selim, me siento muy protegido, y cuando nos besamos siento que estoy en el cielo.
Abdullah
Fui al jardín a ver las estrellas brillantes, eran muy bonitas.
He de aceptar que desde niño he sentido algo por mi primo Ahmed, desde niños siempre se me hizo muy lindo, pero siempre trate de ignorar esos sentimientos.
Mis ojos empezaron a llenarse de lágrimas, al pensar en que alomejor Ahmed, estaba enamorado de alguna chica, o ya tenía pareja.
No me di cuenta de que había alguien a mi lado hasta que esa persona toco mi hombro.
Me giré y al ver quién era la persona que me tocó el hombro seque mis lágrimas.
-¿Abdullah, te ocurre algo?—La voz de Ahmed suena preocupada.
-S-si, no te preocupes primo.—Seque mis lagrimas.
-Mmm. ¿Seguro?
-S-si
Iba a irme pero Ahmed me detuvo juntando mi mano derecha con la suya.
-Espera, Abdullah.
-¿Q-que pasa?
Me puse delante de el
Ahmed
Tome el valor y me acerqué más a Abdullah.
-¿A-Ahmed te ocurre algo?
Estoy tan cerca de el, es tan hermoso, siempre he estado enamorado de mi primo, pero nunca he podido ser capaz de decírselo.
Ahora que lo tengo tan cerca, no puedo evitar admirar su belleza, todo su rostro perfecto.
Termino acercandome más a él y terminó juntando nuestros labios, siempre soñé con este momento.
Es un momento muy mágico, estamos los dos solos sin que nadie pueda romper este momento tan especial.
El también corresponde mis besos eso me hace muy feliz porque eso significa que el también está enamorado de mi.
Estuvimos así durante un buen rato hasta que nos separamos por falta de aire.
Narrador
Ambos estaban muy sonrojados.
Abdullah
-A-Ahmed me has besado—Estaba muy sorprendido y sonrojado.
Asintió con la cabeza, y beso mi mejilla derecha que estaba sonrojada.
-¿Abdullah, quieres ser mi novio?—Me pregunto nervioso.
Estaba muy feliz y asenti con la cabeza.
Le abraze y me devolvió el abrazo.
-T-te amo Ahmed
-Y-yo también te amo Abdullah.
Luego de un buen rato nos separamos del abrazo.
Para sorpresa de mi Ahmed, bese sus labios lentamente, acariciando sus mejillas, correspondió a mi beso, y acarició también lentamente mis mejillas.
Nos separamos de ese hermoso beso, por falta de aire, ambos nos miramos y estabamos muy sonrojados.
-N-nos vemos mañana, Ahmed.—Beso una de sus mejillas sonrojadas, y me marcho.
Estaba tan emocionado y feliz que termine chocandome con Raziye.
-L-lo siento hermana.
Ambos nos levantamos del suelo.
-Vaya, y ahora que mosca te ha picado?
-¿Q-que quieres decir?
-Me refiero a que estás muy contento.
-N-no por nada.
-Se que te pasa algo, y lo averiguaré.
Me dirigí a mi habitación.
Bayaceto
Luego de estar con mi hermano, me dirigí hacia el espejo, y pude ver cómo tenía marcas en mi cuello.
-S-Selim
-¿Mmm que pasó, Bayaceto?—Se acercó hacia mi.
-Mira.—Le enseñe las marcas que tenía en el cuello.
Se sonrojo mucho.
-L-lo siento Bayaceto.
-No pasa nada, intentaré ocultar las marcas.
Beso una de mis mejillas, y yo también bese una de sus mejillas.
-Bueno, adiós Selim.
-A-adios, Bayaceto.
Me marché de allí, y me dirigí a mi habitación.

El siguiente capítulo ya será cuando sean grandes, y una disculpa por no haber publicado nada, hasta ahora, un saludo a todos :)

El siguiente capítulo ya será cuando sean grandes, y una disculpa por no haber publicado nada, hasta ahora, un saludo a todos :)

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La duquesa Isabel de Habsburgo

La princesa Catalina (Hija de Bona Sforza)

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La reina Bona Sforza


























































♡𝐀𝐦𝐨𝐫 𝐝𝐞 𝐡𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧𝐨𝐬♡Where stories live. Discover now